miércoles, 19 de septiembre de 2012

SUPER MEGA MAXI BOCATA (valga la redundancia)






Los que me vais conociendo sabéis que el minimalismo no es mi fuerte.
 
Por eso, cuando nos reunimos las tres parejas de amigos para celebrar que nuestros hombres habían llegado a la cuarentena tan estupendamente y de tan buen ver no me pude limitar a preparar una discreta bandejita de sandwiches.
 
Quise preparar un pastel salado de esos que quedan tan bonitos en las pastelerías, perfectamente adornaditos, tan arregladitos, sin una gota de mayonesa fuera de su sitio.
 
Y eso fue lo que les dije a mis amigas que iba a preparar. Y fue lo que intenté, lo prometo...

Pero cuando terminé de hacerlo no surgió lo que estaba buscando.
 
Para empezar, si hubiera intentado cubrir todo el bollo con mayonesa habría acabado con las reservas de huevo y aceite de media Málaga, sin olvidar lo poco digestivo que podría resultar. Por otro lado, el relleno que preparé fue insuficiente para tanto pan, tuve que duplicar las cantidades y aún así me daba la impresión de que era excaso. 
 
En definitiva, más que un pastel lo que me encontré fue un gran bocadillo, nada que ver con esas ligeras y sofisticadas delicias que encuentro en las pastelerías de renombre en Málaga.
 
No podía probarlo porque lo tenía que llevar para la celebración, así que crucé los dedos, me encomendé a los dioses del Olimpo y esperé a ver las caras del personal al probarlo.
 
Y éstas no me decepcionaron.
Le gustó a todo el mundo (incluso a mi Manolo que ya sabeis que es muuuuuy crítico). Y a mí me gustó todavía más al día siguiente, cuando ya se asentaron bien tanto el pan como el relleno.
 
Así que lo que he hecho es cambiarle el nombre y en lugar de llamarle Pastel Salado, Tarta Salada ... o cualquier término similar que nos evoque una refinada delicatessen pues se va a a tener que llamar "El Gran Bocata". Mucho menos glamouroso pero rico, rico...

Seguiremos experimentando para la versión "chic", no descarto que algún  día la revista Marie Claire se fije en mi blog y me convierta en una afamada bloguera dicharachera...
 
 
 
Aquí tenéis a los homenajeados vistiendo la camiseta conmemorativa que les regalamos para la ocasión. Detrás tenía un gran 40 para que no se les olvide, jejeje ... Dentro de otros diez, les haremos la camiseta con esta foto y así que sean muchos años más...


INGREDIENTES:
 
He tomado la receta del pan del blog Recetario Canecositas, una importante referencia en cuanto a recetas para Thermomix. Su creadora Alicia es una de las mujeres más graciosas que conozco (virtualmente hablando), así que no dejéis de visitarlo. ¡Gracias Alicia!
 
Para el pan
 
350 gr. de agua
20 gr. de azúcar
25 gr. de manteca de cerdo o mantequilla
20 gr. de levadura de panadería
600 gr. de harina de fuerza
10 gr. de sal
Mantequilla para engrasar el molde
 
Para el relleno
 
1 cebolla
4 huevos
Bocas de mar (la cantidad que queráis)
Atún
Pimientos morrones
Maíz
Mayonesa (yo la utilicé comprada, en verano no me gusta hacer mayonesa casera)
 
PREPARACIÓN
 
Del pan
 
   En la thermomix es bien fácil, lo explico en primer lugar así y luego del modo tradicional.
 
   Ponemos el agua en el vaso junto con la manteca y programamos 3 minutos, 37º, velocidad 2. Añadimos la levadura y ya sin calor programamos 10 segundos a velocidad 3. 
 
   Añadimos la harina y la sal y mezclamos 15 segundos a velocidad 6 y luego 3 minutos a velocidad espiga. Tapamos el vaso con un trapito de esos que me gustan para que las masas leven mejor y dejamos 1 hora o hasta que doble su volumen (se saldrá por el bocal)
 
   Engrasamos el molde. En este caso, utilicé un molde de bizcocho redondo, porque tenía intención de darle forma de tarta. Vertemos la masa y la empujamos con las manos para que cubra todo el molde. Tapamos de nuevo con el pañito hasta que doble el volumen.
 
   Precalentamos el horno a 200º, y horneamos de 30 a 40 minutos.
 
   Para hacerlo del modo tradicional, templamos el agua y le añadimos la manteca derretida y la levadura. Añadimos la harina y la sal y amasamos bien durante 5 minutos. Después continuamos como he descrito antes.
 
Del relleno
 
   En primer lugar, cocemos los huevos en agua hirviendo durante 10 minutos.
 
   Ponemos en el vaso de la thermomix la cebolla y la picamos unos segundos velocidad 5. Bajamos el resto de las paredes y reservamos la mitad, dejando la otra mitad en el vaso. Añadimos las bocas de mar y dos huevos y volvemos a triturar. Sacamos del vaso, ponemos en un bol y mezclamos con dos cucharadas soperas de mayonesa.
 
   Vertemos el resto de la cebolla en el vaso y añadimos el atún, los pimientos morrones, los otros dos huevos y trituramos unos segundos a velocidad 5. Sacamos del vaso, le añadimos el maíz y mezclamos también con mayonesa.
 
   Ya está listo para montar el bocata. Partimos el pan en tres partes iguales. En el primer piso ponemos la mezcla de bocas de mar, en el segundo la de atún y cubrimos con la última capa de pan que untaremos con mayonesa. Por supuesto que el orden de los factores no altera el producto, eso sí, hay que procurar que el último piso sea el de pan por esto de que nos gusta que queden las cosas bonitas, ¿verdad?
 
   Adornaremos al gusto y, según mi experiencia, mejor consumir al día siguiente, o prepararlo el día anterior... vaya, que de un día para otro está todavía más rico.





   Animaos a hacerlo, es muuuuuyyy fácil y como creo que he dicho en alguna ocasión, no hay nada más gratificante que el pan hecho por uno mismo. En este caso no hay que amasar en exceso, así que no hay excusas.
 
   Un beso muy fuerte para todos.

martes, 11 de septiembre de 2012

XUXOS PARA VOLVER AL COLE




 
Perdonad si en esta entrada me he puesto un poco seria. Llevo todo el verano intentando evitarlo pero hoy no ha sido posible. Éste es un blog de cocina (y no paro de repetírmelo siempre que veo que se me va la mano) y en él no quiero, ni debo, hablar de política ni de economía.
 
Pero en ocasiones sí que entramos en el terreno de las emociones y los sentimientos. Y hoy van un poco por ahí los tiros y junto con los xuxos os traigo parte de lo que comparto con mis amigos, mis compañeros de trabajo, mis familiares, porque como hemos dicho ya en más de una ocasión, en este espacio también nos encontramos amigos.

Hoy han comenzado el colegio mis hijas.
 
Desde siempre, septiembre me ha gustado. Todos mis propósitos de enmienda, como buena estudiante que he sido, se han producido en septiembre: no dejar para última hora el estudio, planificar las distintas actividades y no abarcar más de lo que una puede, mantener la mesa de trabajo ordenada, no volverme loca comprando material de papelería que luego no uso por innecesario... Ahora que no soy estudiante lo extrapolo a los estudios de mis hijas y a otras circunstancias de mi vida: comer un poquito menos, hacer algo de ejercicio, planificar las comidas para no tener que cocinar a las 11:00 de la noche, no ser tan vehemente al defender mis ideas...
 
Como todo propósito de enmienda, algunas cosas se hacen efectivas y otras (las más... ) no. No me preocupa en exceso. El saber que nunca se consigue plenamente el objetivo forma parte de las reglas del juego.

Pero este septiembre tenía una particularidad. Y es que puse (o pusimos muchos españoles) unas expectativas muy elevadas acerca de lo que se conseguiría en él. Nos fuimos de vacaciones (los que pudimos) con una fuerte sensación de ahogo pero con esperanzas de que cuando "comenzara el curso" se iba a ver un poco de color.
 
 Decidimos que íbamos a disfrutar a pesar de todo.
 
Como nos sugirió en un escrito mi querida Almudena Grandes siempre se puede uno tomar una cervecita con unas tapas a buen precio, pasear por el parque o por la playa, compartir una cena en casa con los amigos, cocinar algo especial para la familia, disfrutar de una puesta de sol, invadir las bibliotecas y las sesiones más económicas de los cines... Cuando llegue septiembre, se empezará a ver el color...

Pero ha llegado septiembre y aquí estamos.
 
Y esa presión, que se pudo difuminar un poquito en estos meses, se está volviendo a instalar de nuevo en el pecho de muchos de nosotros. Por eso este año no he empezado el curso de muy buen humor.

Existen algunas personas que esto que intento transmitiros lo expresa con mucha más lucidez y claridad que yo. Por eso, si os apetece, os invito a leer un artículo de opinión de Concha Caballero que se publicó hace unos días en "El País" y que me pareció absolutamente certero. Lo mejor, el final... con eso es con lo que debemos quedarnos:


   Bueno y ahora la receta ¿os parece?
 
   Me ha apetecido hacer xuxos para inaugurar el curso escolar. Me recuerdan a mis desayunos en el cole y quería que mis hijas los probaran. Así que me fui a la receta de mi paisana Reme, que en su blog "Al sur del sur" los prepara de maravilla. Aquí os dejo el enlace a su página por si queréis ver la receta original. Es perfecta.

   Para la crema pastelera he tomado la receta que ha puesto recientemente Paco en su fabuloso y completísimo blog "Cocina con Paco" . Se hace muy rápidamente y tiene muy buena pinta, no dejéis de probarla.

   INGREDIENTES:

  • 350 gr. de harina de repostería (Yo tuve que poner un poquito más para el amasado)
  • 2 huevos
  • 100 gr. de leche
  • 100 mantequilla
  • 12 gr. de levadura seca de panadería
  • 50 gr. de azúcar
  • Esencia de vainilla
  • Una pizca de sal
  • Aceite para freir (yo utilicé de girasol)
  • Azúcar y canela para espolvorear.
   Crema pastelera
  • 500 ml. de leche
  • 100 gr. de azúcar
  • 3 huevos
  • 50 gr. de Maizena
  • 1 cucharada de azúcar vainillado
  • Opcional, cacao en polvo si quieres hacer la crema de chocolate. Ummmmm!!!



 
   PREPARACIÓN TRADICIONAL
 
   Disolvemos la levadura en la leche templada. En un bol aparte pongo la harina, el azúcar, los huevos, la esencia de vainilla y la sal. Añado la leche con la levadura y por último la mantequilla reblandecida. Amasamos bien. Tuve que poner un poco más de harina al amasar porque se me pegaba mucho a las manos. Id añadiendo si veis que os hace falta y...    ¡¡¡¡Olé por mis precisiones...!!!!
 
   Dejamos reposar la masa en un bol tapado con un paño hasta que triplique su volumen. Mientras tanto preparamos la crema pastelera: vertemos todos los ingredientes en una olla y removemos a fuego medio hasta que espese. Ponemos en una manga pastelera y dejamos enfriar.
 
   Espolvoreamos la mesa con harina, extendemos la masa y vamos recortando porciones rectangulares.  Ponemos encima la crema pastelera, enrollamos y continuamos hasta que se acabe la masa. Dejamos reposar 30 minutos.
 
   Calentamos el aceite a fuego no muy fuerte para que no se quemen por fuera y por dentro queden crudos. Cuando estén doraditos, sacamos, ponemos en un plato con papel absorbente y rebozamos en el azúcar con canela.
 
   PREPARACIÓN CON THERMOMIX.
 
   A ver, aquí no me complico mucho la vida. Pongo la leche en el vaso, a 37º, 2 minutos, velocidad 2 junto con la levadura. Vierto el resto de los ingredientes, mezclo unos segundos a velocidad 5 y luego 5 minutos a velocidad espiga.
 
   Para la crema pastelera, como bien dice Paco, ponemos todos los ingredientes, mezclamos y programamos 7 minutos, a 90º y velocidad 4.
 
   El resto, más de lo mismo.





¡Veis chicos!
 
 Éstas son una de las muchas cositas que levantan el ánimo a cualquiera y no permiten que se instale el nubarrón en mi cabeza...