martes, 27 de diciembre de 2011

Carrilladas de cerdo estofadas con Oporto, frutos secos y orejones



   En este mundo bloguero gastronómico existen muchas maneras de atraer la atención de la gente. La forma en que muestras tus platos es tu primera carta de presentación y el que más y el que menos nos esforzamos en hacer fotos que transmitan lo apetecible que nos resulta el plato (la verdad, algunos con más fortuna que otros). Hay algunos blogs a los que te enganchas porque sus fotografías son auténticas obras de arte y te dejan con la boca abierta, y otros, como el que suscribo, en que nos damos por satisfechos si nos dejan echar la fotillo antes de abalanzarse sobre el plato, eso sí, servidos en la mejor vajilla que tenemos en casa. 

   Otros nos presentan unas recetas súper originales y de una creatividad que parecen obra de magia. Los hay especializados en repostería, decoración de galletas, cupcakes o simplemente recetas que se salen de lo habitual y suelen darnos muy buenas ideas cuando se trata de sorprender en algún momento.

   En algunos casos, te gusta leer lo que escribe la persona que publica la receta. Se aprende un montón con esto de la gastronomía, de cine, de literatura, geografía, historia... o simplemente te gustan las anécdotas que en sus entradas se plasman y disfrutas como si estuvieras leyendo un libro o viendo una película. O incluso entablas una relación que va más allá del mero intercambio de recetas y te gusta saber qué es de la vida de esa persona o qué quiere compartir contigo.

   Pero... hay un pero...(realmente es un "perito", porque no contradice nada de lo que he dicho anteriormente) y es que cuando voy a cocinar algo y no quiero experimentar "nuevas sensaciones", me voy a aquellos blogs que sé que son garantía de buena cocina. En ellos se pueden dar todas o algunas de las características anteriores, pero lo que los diferencia del resto es que tengo la certeza de que mi gente se va a chupar los dedillos cuando terminen de comer el plato que he preparado siguiendo sus instrucciones. No es fácil dar con estos blogs, sobre todo con la de fuegos artificiales que pululan por la red, pero cuando los localizas los dejas ya fichados para siempre. En mis entradas podréis localizar a muchos de éstos, ya que muchas de mis recetas están inspiradas en ellos y siempre los menciono.

   Toda esta historia viene porque estaba intentando buscar un nombre sofisticado al plato que hoy os presento y que no es ni más ni menos que Carrillada de cerdo con vino de Oporto y Frutos Secos. Podría haberlo llamado Medallón de Carrillada Ibérica con reducción de Pedro Ximénez y frutos desecados al aire del otoño. Pero lo del medallón no sé muy bien si es por que es redondita o porque se ponen en la bandeja un trocito al lado de otro; ibérica no me consta que fuera; reducir no reduje mucho, porque me gusta que quede bastante salsita para mojar y el oloroso que tenía en casa era un Oporto del Mercadona propio para estos casos pero mucho menos glamuroso que el Pedro Ximénez; bueno y lo de los frutos desecados y el aire del otoño ha sido una licencia poética, ya que  todo lo compré en bolsitas y bien sequito. 

   Y en ese momento, recordé lo que le pido yo a un buen recetario de cocina: que me lo expliquen bien, que salga rico y fuegos artificiales los justos (y lo digo yo, que todavía no he puesto los ingredientes y ni me acuerdo de qué cantidades utilicé !!!!!!). Así que hoy tenemos Carrilladas de cerdo estofadas con Oporto, frutos secos y orejones.

INGREDIENTES

  • 1 Kg. de carrilladas de cerdo
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo (por poner un número...)
  • Orejones, pasas, ciruelas pasas, piñones, almendras... al gusto
  • 1 vasito de vino de oporto
  • 1 vasito de caldo de carne (si lo tienes casero bien, si no una pastillita te puede servir)
  • Sal y pimienta.






PREPARACIÓN

   Ponemos aceite en una olla y sellamos la carne para que no suelte jugo. Una vez doradita, salpimentamos y sacamos a un plato. En la misma olla, echamos la cebolla cortada en láminas, los ajos en trozos grandes y rehogamos. Añadimos los frutos secos y vertemos el vaso de caldo y el de vino. Cuando pongo almendras o avellanas, me gusta añadirlas al final para que se mantengan bien crujientitas, pero eso va en gustos. Hay veces que sólo le pongo los orejones y unas pasas, lo que tenga en casa.

   Añadimos la carne y cuando hierva bajamos el fuego y cocemos hasta que la carne esté blandita. Si usas la olla rápida, una vez que sube la pesa, deja cocer 20 minutos.

   Pues listo. En mi casa las tengo que acompañar de patatas fritas, porque si no parece que no han comido, pero también admite un arrocito. En alguna ocasión he puesto cous cous como guarnición y el resultado fue pecaminoso, cuando terminamos los platos estaban limpitos como la patena.

   ¿Os parece una buena idea para esta Nochevieja?

   Un besito para todos.

martes, 13 de diciembre de 2011

MIS DULCES NAVIDEÑOS II: POLVORONES

He encontrado "LA RECETA" de los polvorones.

    No es cualquier cosa, no.

    Es la única (oíganse redoble de tambores), la auténtica (más redoble  de tambores) , la inigualaaaaaaable receta de los mantecados.

   Me la recomendó Encarna, una maravillosa señora que nos pone todos los días "el desayuno" en un foro en el que participo cuando el tiempo me lo permite. Es el foro de Thermomix de la página Mundorecetas, el lugar donde más he aprendido de cocina del mundo mundial.

   Un día pregunté en el foro si conocían una receta de mantecados que no fallara y Encarna me remitió a una receta de otra forera, cuyo nick en el foro es "Azores", una receta llamada Polvorones del Espíritu Santo. Me fui sin dudarlo al enlace que me recomendó, sabiendo ya de antemano que no iba a fallar pues esta forera es, ni más ni menos, Ana, la autora de uno de los espacios más emblemáticos de la blogosfera gastronómica, "Las recetas de Mamá". Garantía absoluta de exitazo seguro.
   Pero yo estaba buscando una receta de mantecados y me remiten a una de polvorones... Ummm, ya tenemos nuevo reto para esta mente inquieta. Esto se arregla rápidamente consultando...

   ¡¡¡Acertaste, busqué en la Wikipedia!!! (¿tan previsible soy?) En ella encontramos: "El polvorón es una especialidad incluida dentro de los mantecados, pero en cuya elaboración no sólo se emplean los ingredientes característicos de los mantecados (o sea, manteca, harina y azúcar), sino que lleva siempre almendra en distintas proporciones, según su categoría (extra, suprema, etc.). Además, presenta una forma más alargada, ovalada que los mantecados y va recubierto de azúcar en polvo o azúcar glasé."

   O sea que, realmente, lo que los diferencia es la forma e imagino que los polvorones son siempre con almendra y los mantecados podemos encontrarlos de diferentes sabores.
Como siempre dejo esto abierto a que un alma caritativa arroje algo de luz en esta incógnita que os planteo. Aunque la verdad es que la preocupación por saber me duró el tiempo que tardé en zamparme uno. En ese momento, me importó un bledo el nombre. Era una exquisitez, se llamara como se llamara. (Os tengo que contar que un compañero del trabajo, Ramón, los clasificó de "bocado de ángel" y eso se me grabó a fuego en el corazón. Gracias compi!)

Y vamos al lío:

INGREDIENTES

  • 1 Kg. de harina
  • 1/2 Kg. de manteca de cerdo
  • 500 gr. de azúcar glass (en la receta original, pero creo que con 350 gr. puede ir bien, depende de lo dulce que te gusten las cosas)
  • 250 gr. de almendra molida ligeramente tostada
  • Una cucharadita de canela
  • Ajonjolí o azúcar glass para espolvorear
    (He modificado los ingredientes pues inicialmente puse 250 gr. de azúcar por error, cuando la receta original ponía 500 gramos. Missis se ha dado cuenta y muy amablemente me lo ha hecho saber. Tengo que decir que la segunda vez que los hice utilicé 250 gr. de azúcar porque consulté mi propia página y, la verdad, es que los noté menos dulces, pero como luego los espolvoreé con azúcar glass se ve que compensó la diferencia porque estaban buenísimos)


PREPARACIÓN

   Lo primero que debemos hacer es secar la harina. Esto podemos hacerlo de dos formas, en el horno o en la thermomix. Si queremos secarla en el horno, la extenderemos sobre la bandeja y hornearemos a 150º durante 30 minutos, moviéndola de vez en cuando. Si la secamos en la thermomix, programaremos media hora a 100º y a velocidad 3. No se pondrá el cubilete en la tapadera para que la humedad se evapore.

   Yo utilicé almendra molida y la tosté un poco en la sartén. Esto hay que hacerlo con cuidado, porque se puede quemar muy rápidamente. También puedes emplear almendras enteras, tostarlas y molerlas después.

   Esperaremos a que la harina se enfríe y mezclaremos todos los ingredientes hasta que queden bien integrados.

   Extenderemos la masa entre dos láminas de papel film, dejando una altura de 1 cm. Para que te resulte más fácil puedes dividir la masa en varias porciones, se trabaja mucho más fácilmente. Cortaremos con un cortapasta y ponemos sobre una bandeja de horno que habremos cubierto con papel de hornear. No será necesario dejar mucho espacio entre un polvorón y otro, ya que no aumentan en el horno.

   La receta original nos dice que precalentaremos el horno a 200º y cuando alcance la temperatura hornearemos durante 20 minutos. Yo tuve que cambiar el tiempo de cocción porque la primera tanda se me quemó por abajo y no pude recuperarlos porque se deshacían al intentar rasparlos. Bajé la temperatura a 190º,  horneé durante 15 minutos y PERFECTOS!!!!! Cómo sabéis, cada horno es un mundo, así que como consejillo echad un vistacito a los 15 minutos. 

Le he cogido el gustito a esto de los marcos navideños. ¿ A que son muy aparentes?

   El último paso será envolverlos en papel de seda o papel charol. A mí no me dio tiempo a liarlos, cayeron en dos días....


   Este año vamos a preparar mis niñas y yo unas cajitas con productos navideños hechos por nosotras para regalárselas a sus profes por Navidad. Me parece un regalo muy entrañable y a ellas les hace muchísima ilusión participar en su elaboración. Cuando las tenga preparadas os enseño las fotos.  

   ¿Quién se anima a hacerle la dura competencia a Estepa?

viernes, 9 de diciembre de 2011

MIS DULCES NAVIDEÑOS I: MARQUESITAS







   Hola chicos.

   No penséis que tengo abandonado el blog, nada más lejos de la realidad. He estado realizando labores de I+D  a fin de subir recetas navideñas con la certeza absoluta de que funcionan.  Así que he estado probando, modificando recetas, volviendo a probar, dándoselas a probar a otros, rebuscando por Internet... y creo que he conseguido hacerme con unas poquitas recetas que no os fallarán.

   Desde aquí tengo que agradecer la desinteresada???? colaboración de mis compañeros de trabajo a los que he tenido varios días probando mis experimentos con el añadido de que, todo hay que decirlo, comerse un mantecado a las 8 de la mañana es un poco complicado. Pero ellos, imbuidos del espíritu navideño han asumido el sacrificio con alegría y alborozo y he escuchado frecuentemente mi frase preferida :¡¡¡¡Ummmm Laly, edto...edtá...bueniiiiddddiiiimoooo!!!!! 
  
   Esta receta en particular se la dedico a mi compañera Loli, que a pesar de discrepar conmigo acerca de los orígenes navideños de las marquesitas a las que se empeña en llamarle "magdalenas con azuquítar por encima", me reconoció que estaban muy conseguidas y muy ricas. Va por ti, compi!!!!


Mi Manuela quería que pusiese su Nacimiento en el blog y aquí está. Le encanta participar activamente en la formación de los decorados.

INGREDIENTES  
  • 250 gr. de harina de almendra (almendra molida)
  • 200 gr. de azúcar glass
  • Ralladura de un limón o esencia de limón
  • 4 huevos
  • Moldes para magdalenas o para trufas si las queréis hacer más pequeñas.  





 


    PREPARACIÓN

   Atención a la dificultad: mezclamos todos los ingredientes, introducimos la mezcla en una manga pastelera y rellenamos los moldes...

   Bueeeeeno, como sé que os gusta un poco la literatura lo explicaré más detenidamente (aunque os aseguro que es literatura). El azúcar glass se puede comprar ya preparada, pero si quieres la puedes hacer en la thermomix, triturándola progresivamente a velocidad 5-7-9, o utilizando un molinillo de café. Añadimos la almendra molida, la ralladura del limón y los huevos y mezclamos bien. Podemos llenar las cápsulas con una cucharita, pero se hace mucho más fácilmente si utilizas una manga pastelera y rellenas con ella los moldes. Yo, normalmente, uso moldes para magdalenas y los introduzco en unas bandejas de silicona preparadas para muffins, así no se me abre el molde y mantiene perfectamente la forma. Una amiga que utiliza los moldes para trufas pone dos moldes juntos y me ha dicho que se mantiene muy bien.

   Mientras, precalentamos el horno a 180º arriba y abajo. Una vez haya alcanzado la temperatura, introducimos la bandeja en el horno a media altura con calor arriba y abajo y dejamos unos 15 minutos, y 2 o 3 minutos más con calor sólo arriba.

   Sacamos y cuando se enfríen espolvoreamos con azúcar glass.

   ¿A qué parece fácil? Pues no sólo lo parece sino que lo es. Y además ideal para hacer con los niños que se lo pasan en grande cacharreando y metiendo las manos en la masa.

   Imaginaos qué regalo más bonito y personal podéis hacer estas Navidades con muy poquito esfuerzo.