lunes, 29 de septiembre de 2014

GALLETAS DE AVENA Y PASAS

Esta tarjeta tan bonita me la hizo mi amiga Marta con un sello chulísimo que fabricó ella misma. Es una artista

Ya ha terminado el verano.
De las vacaciones, ni hablo, que casi he olvidado su nombre. 

Pero hoy no voy a ponerme penosa... 

Me gusta el otoño. Nací en octubre y probablemente eso influya en que me sienta bien cuando por las mañanas siento el fresquito en la cara al ir al trabajo.
O que me apetezca taparme con la sábana al ir a dormir y oiga el tintineo de las primeras gotitas de lluvia en mi ventana...

Pero hay una cosa que odio del otoño... 
Y es que éste llega después del verano... 
Y de los heladitos para merendar, y de las cervecitas a última hora de la tarde,  y, claro, esa cervecita no te la vas a tomar sola, ¿verdad?... unas patatitas o unas almendras para acompañar... y barbacoa por aquí y espetitos por acuyá... Y qué noche más buena hace, la verdad es que me tomaba una copita en la terraza...

Vamos, que los kilos de más se han instalado de lo más cómodos en ciertas partes de mi anatomía y voy a tener que ponerme en pie de guerra para
 librarme de ellos.

Y os estaréis preguntando, ¿todo esto qué tiene que ver con unas galletas? Que para ser sinceros, no son nada de régimen... 

Ya sé que mis procesos mentales no son muy fáciles, por eso os lo explico ahora mismo.

He estado investigando unas cuantas dietas y, entre varias, he llegado a la dieta Dukan. 
No puedo hablar nada sobre ella porque no la he hecho y no voy a juzgarla, pero como me prohíban un alimento, me entran unas ganas desenfrenadas de comerlo, y eso de estar sin comer ni fruta ni verdura durante un tiempo me pone muy nerviosa.

El problema es que soy muy adelantada y antes de decidirme llené mi despensa de alimentos proteícos y de copos de avena y no sabía qué hacer con ella.
Y mira por donde, que el destino hizo que cogiera un libro maravilloso de mi Biblioteca en el cual encontré esta rica receta de galletas con avena y pasas, y mantequilla, y azúcar... y todas esas cositas que hacen que la repostería sea un auténtico pecado, y por eso, irresistible...

Corro el riesgo de pasar a la lista negra del señor Dukan por hacer un uso tan irresponsable de un alimento tan sanísimo como la avena, pero qué triste sería la vida sin un caprichito de vez en cuando.

Tendré que dejar de acercarme a la estantería de cocina de la biblioteca cuando tenga que perder unos kilos...



 
INGREDIENTES
  • 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 160 gr. azúcar blanquilla
  • 160 gr. azúcar moreno
  • 2 huevos
  • 1/4 cucharadita extracto de vainilla
  • 380 gr. de harina
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/2 cucharadita de canela molida
  • 110 gr. de copos de avena
  • 200 gr. de pasas de corinto


Las manos de mi hija Candela son una de las cosas más bonitas que existen. Toda ella es preciosa, pero sus manos son especiales.



PREPARACIÓN TRADICIONAL

Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y batimos con la batidora de varillas (si no tienes, puedes utilizar una normal), hasta que se haga una mezcla esponjosa. Añadimos los huevos uno a uno y mezclamos bien. Incorporamos el extracto de vainilla.

Añadimos la sal, el bicarbonato, la canela y la harina tamizada y seguimos mezclando con la batidora. Añadimos la avena, seguimos removiendo y echamos las pasitas mezclando hasta que esté todo bien repartido.

Precalentamos el horno a 170º.

Ponemos papel sulfurizado en varias bandejas para ho rno. Yo necesité hacer cinco tandas porque tienes que dejar espacio entre las galletas ya que se expanden bastante. Hacemos una bolita con la masa, ponemos sobre la bandeja y con la palma de la mano extendemos y le damos forma redonda.

Cuando el horno haya alcanzado la temperatura adecuada cocemos durante unos 15 minutos o hasta que las vea doraditas, pero con cuidado que no se quemen.

PREPARACIÓN CON THERMOMIX

Mezclamos la mantequilla y el azúcar, 5 minutos velocidad 3 y 1/2. Añadimos los huevos  y batimos unos segundos hasta que estén bien integrado Velocidad 4.
Echamos el resto de los ingredientes menos las pasas y batimos a velocidad 4 hasta que todo esté bien mezclado. Añadimos las pasas y removemos con la espátula para que se reparta bien.


 


Han sido todo un éxito... Bueno, no podéis imaginar lo que les han gustado a Manolo, con lo poco dulcero que es... Y sobre todo, ese olorcito que se queda en casa después de hacer galletas... El mejor ambientador que una pueda usar.

Y aquí os dejo un vídeo que en su momento guardé esperando hacer una entrada de galletas. Dicen que "el que guarda, halla" y aquí tenéis mi receta de galletas de avena y pasas de la pastelería Hummingbird con un gracioso vídeo que esperaba paciente la ocasión de ver la luz en la blogosfera.
(Es un poquito largo, podéis ir saltando hasta llegar al final, bastante tenéis con leerme a mí, jajaja)