miércoles, 30 de octubre de 2013

CREMA DE CALABAZA







Estamos en época de calabazas.

Y a mí me encantan: en potajes, asadas, en tarta, bizcochos, flanes y como no, en deliciosas cremitas tan apetecibles ahora que va entrando el fresco.

Mis hijas ya tienen asumido que la crema de calabaza (o de verduras, si no tengo de ésta) se come, sí o sí. Pero cuando eran más pequeñitas, la pelea estaba servida en la mesa como si fuera otro plato más...

Hasta que descubrí lo emocionante que sería que fueran ellas solitas, de excursión al Bosque de los Cien Acres para que, junto con Winnie the Pooh y el resto de sus amigos, visitaran el huerto del Señor Conejo y compraran las deliciosas verduras con las que mamá (o sea yo) preparaba la cremita que se estaban cenando.

Entonces, primero Candela, luego Manuela y después las dos juntas, cogían su cestita con una rica merienda que mamá preparaba para todos y se dirigían al Bosque a comprar verduritas para la cena y de paso echaban una tarde fabulosa de juegos y comilonas con Winnie, Tigger, Piglet, Kangoo... Mientras su madre ( o sea yo), terminaba con la lengua seca porque nunca tenían suficiente y querían saber si además de merendar podían hacer una fiesta pijama e ir a la misma escuela que Christopher Robin, y si su amiga María podría ir con ellas, y porqué vivían cada uno en una casita solos sin su mamá, y que dónde estaban sus familiares y  porqué Winnie llevaba camiseta pero no pantalones...

Y lo que empezaba siendo una idílica cena mientras mamá contaba un precioso cuento, pasaba a convertirse en una batalla porque terminaran pronto de cenar, porque luego había que ponerse el pijama y lavarse los dientes y volver a contar otro cuento en la camita y... mamá ya está cansadita, chicas, por favor, tened un poco de consideración...que llevo levantada desde muy temprano... Manuela termina de comerte la mandarina.... Candela no te comas la mandarina de tu hermana... Mañana os preparo macarrones y seguro que no dais tanta lata... Si es que esto de las verduras no puede ser sano...Aaayyy, que la que se va a ir al Bosque de los Cien Acress soy yo, aunque sea una semanita, a ver si el aire puro me relaja un poco.

Mirad que hermosas calabazas encontré el otro día en un restaurante. Los camareros me miraban un poco extrañados cuando me puse a hacerles fotos, pero es que eran todo un espectáculo.


Bromas aparte, en casa nos gusta muchísimo. La preparo muy frecuentemente con las verduras que tengo en casa y por supuesto, si tengo calabaza ni me lo pienso, un trozo va para el bizcocho y otro para la crema...

Ahí va la receta, no puede ser más sencilla.

INGREDIENTES

(Ay, la verdad es que nunca he pesado las cantidades, así que hoy toca receta de trozos y trocitos)

  • Un par de trozos de calabaza (normalmente, media de las de forma de pera)
  • 3 zanahorias
  • 1 calabacín
  • 1 puerro
  • 1/2 cebolla
  • Mantequilla o aceite de oliva para pochar la verdura
  • Sal y pimienta
  • 50 gr. de nata o cuatro quesitos o tranchetes

PREPARACIÓN

Ponemos a calentar el aceite o la mantequilla y rehogamos las verduras troceadas (no es necesario hacer trozos pequeños).
Salpimentamos, vertemos la cantidad de agua que veamos oportuna, en función de si la queremos más o menos espesa, y añadimos los quesitos. Si en lugar de quesitos vamos a poner nata, yo la pongo al final, justo antes de batir las verduras.
Dejamos cocer hasta que las verduras estén blanditas. Yo la hago siempre en la olla rápida, por lo que en cuanto la pesa ha subido, apago la vitrocerámica y con el calor residual que va quedando es suficiente.

Una vez que haya terminado la cocción, echamos la nata si no hemos puesto quesitos y batimos hasta que se haga un puré...

Y bebéis bastante agua, porque el cuento del huerto del señor conejo os puede dejar listos...


Fijaos que puesto de calabazas trajo mi amiga Chusa hace un tiempo a su Lareira. Se me quedó grabado en la retina y creo que no le importará nada que os la traiga aquí hoy. Ella preparó un riquísimo arroz cuya receta podréis ver si pincháis aquí.


jueves, 17 de octubre de 2013

TARTA DE QUESO CON TOFFEE






Casi un mes sin pasar por aquí...

No puede ser... 

Quería continuar mostrándoos los descubrimientos de este verano y sin darme cuenta,  nos ha cogido de pleno el otoño. 

Ya he perdido el bronceado tan favorecedor que tenía y ahora tendré que acostumbrarme de nuevo a tener que maquillarme todas las mañanas para disimular un poco ese moreno aceituna que se me va poniendo conforme avanza la nueva estación.

Esta tartita de queso ha sido otra de las recetas que también he explotado en estos días de estío: la hice para merendar en casa de mi amiga Marta, cuando fuimos a la feria de Villanueva de la Concepción; también la llevé de postre a Algeciras cuando visité a mi tía Caty; para la fiesta de cierre de piscina que hacemos en la urbanización...

 Y para la cena que nuestros queridos amigos Ángel e Idoya nos prepararon con todo su cariño. Un delicioso salpicón portugués y una estupenda lasaña acompañaron esta tarta, que casi no pudimos probar porque no paramos de comer y de beber. Se quedaron con un buen trozo para merendar al día siguiente y sobre todo, para que Ido, que es una maravillosa fotógrafa, me sacara una foto chula y así poder enseñaros el corte. 

Y realizó la preciosa foto que podéis ver al comienzo de esta entrada. 

¡¡¡Me encanta!!!! 

La nombraría fotógrafa oficial de La Flor de la Canela, si no fuera porque Benalmádena me pilla un poco a contrapelo cuando hago la comida, y tengo el móvil así como más a mano. Lo mismo le propongo una colaboración especial de vez en cuando, como los artistas cuando salen esporádicamente en una serie...

¿Qué te parece Idoya? ¿Cuento contigo? Ya sé que sí, guapísima (porque además tengo que deciros que es guapísima)


Ésta foto es mía...en fin... bueno... cumple...

La receta de la tarta es la de la New York Cheesse Cake, que preparé para celebrar mi 41 cumpleaños, y podéis ver si pincháis aquí

Lo especial es la salsa de caramelo que le he puesto por encima. Espectacular.. no... Brutal... Incluso sin tarta, la salsita está de muerte, así, mojando el dedito nada más

Precisamente, el lunes fue mi cumple de nuevo y, si bien fue un día corriente en cuanto a trabajo y obligaciones, fue muy especial porque recibí muchísimo cariño y atenciones. Y también regalitos... que a nadie le amarga un dulce. Recibí felicitaciones de mis amigos de la blogosfera por correo electrónico, WhatsApp e incluso una llamada desde Perú que me dio muchísima alegría. Gracias Cyrano, Chusa, Iela, Graciela y Gabriela

Mis compañeros (y amigos) del trabajo, me regalaron una preciosa caja y unas lanitas, que serán responsables de que tenga el blog un poquito más abandonado si cabe. Mi querida Ana se volvió completamente loca y me regaló un bolso y unos zapatos y sé que Lluch tiene una sorpresita para mí, pero todavía no hemos podido tomarnos ese cafecito que llevamos prometiéndonos desde el sábado.

Por supuesto mi familia... zapatos, bolso, delicatessen... Ayyyy, yo quiero que sea mi cumpleaños una vez al mes, no me importa nada ir sumando...

Y mis preciosas niñas me hicieron un dibujo y un bizcocho sorpresa. 
No puedo imaginar un mejor cumpleaños.

Con mis niñas y mi prima Carmen precelebrando el cumple el viernes anterior, mis nuevas lanitas y mi preciosa mujercita con su bizcocho recién sacado del horno (ella solita, solita)

Cómo observaréis soy única en esto de enrollarse como una persiana así que sin más dilaciones vamos a por la receta de la crema de mantequilla salada.

INGREDIENTES

150 gr. de azúcar
25 gr. de mantequilla
100 ml. de nata líquida
1/2 cucharadita de sal gruesa o en escamas

(A ver, todas estas medidas son orientativas, ya que puedes jugar con la cantidad de cada ingrediente en función de si te gusta más o menos espesa)

PREPARACIÓN

Ponemos en un cacito el azúcar y con el fuego no muy fuerte vamos calentando hasta que se haga el caramelo. Una vez fundida toda el azúcar (¿o fundido todo el azúcar? ahhhhh, por favor, ayudaaaaaa a los filólogos que me lean) apartamos el cacito del fuego y vertemos la mantequilla que habremos cortado en trocitos. Mezclamos bien hasta que se integre (cuesta, ¿eh?) y entonces añadimos la nata, removemos, metemos en un frasco y a enfriar. Entonces espesará un poco y podrás utilizar como mejor te venga. 

Si la mantienes en un frasco hermético puede durar hasta un mes en la nevera y si necesitas ponerla un poco más líquida, ponla unos segundos en el microndas.

 Puedes usarla en crepes, bizcochos, natillas... Con la tarta de queso, es un pecado mortal, pero no sufras por la penitencia...