martes, 27 de septiembre de 2011

TARTA BIENMESABE

 
 
 
   Ésta es la primera tarta que hago, con un estilo "así, como de profesional". Hasta ahora sólo me había atrevido con tartas de queso, mousses y bizcochos decorados, pero para celebrar el cumpleaños de mi madre, quise hacer algo más especial. Anteriormente hice un experimento con el bienmesabe y salió riquísima de sabor, pero tenía que  pulir la presentación. Y creo que esta vez lo he conseguido. Ya he comentado en anteriores ocasiones que el tema artístico no es mi fuerte, por eso estoy tan orgullosa con el resultado (y diréis "a esta niña no le hace falta abuela...). Cuando la enseñaba a mi familia, parecía que estaba mostrando a mi hija recién nacida... Me faltó llorar, jajaja... A mi madre le encantó y mi familia coincidió en que estaba muy rica, ya no sé si es por amor o es que les gustó realmente. Yo, que soy completamente "imparcial" tengo que decir que estaba deliciosa, aunque creo que debería haber emborrachado un poco más el bizcocho. 

   El bienmesabe es un postre típico de Antequera que tiene como ingredientes fundamentales la almendra, el cabello de ángel, los huevos y el azúcar. Una tarta parecida  a la que hoy os presento la probé en un restaurante de la zona y desde entonces voy detrás de conseguirla. Creo que me voy acercando, todo llegará...
  
 
 

 

 
 La tarta era muy alta y aunque parezca pequeña, comimos 10 personas y sobró un buen trozo. Sin más preámbulos, aquí lo explico todo.
 
 
INGREDIENTES
 
 
Para el bizcocho:
 
  • 240 gr. de azúcar
  • 6 huevos
  • 240 gr. de harina bizcochona
  • Un pellizco de sal

Para el almíbar

  • 400 ml agua
  • 300 gr. azúcar
  • Canela o chorrito de licor (opcional)
 
 
Para la crema pastelera

  • 100 gr. de azúcar
  • Piel de limón
  • Vainilla en polvo
  • 500 gr. de leche
  • 4 yemas de huevo
  • 40 gr. de harina de maíz (Maizena)
  • 20 gr. de ron
 
 
Para la crema de almendra

  • 50 gr. de azúcar
  • 250 gr. de leche
  • 2 yemas de huevo
  • 20 gr. de harina de maiz
  • Canela en polvo al gusto
  • 125 gr. de almendras molidas
 
   Cabello de ángel (opcional)

Para adornar

  • Nata para montar
  • Estabilizante para nata
  • Crocanti de almendra (lo venden en bolsitas en Mercadona)
  • Chocolate de cobertura.


PREPARACIÓN EN THERMOMIX

   Bizcocho

   Ponemos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso el azúcar y los huevos. Programamos 6 minutos, temperatura 37º, velocidad 3 1/2. Quitamos la temperatura y programamos 6 minutos más a la misma velocidad. Añadimos la harina y la sal y programamos 10 segurndos velocidad 2 1/2. Ponemos un papel de hornear en la bandeja del horno y vertemos una capa cubriendo toda la superficie. Precalentamos el horno a 180º y horneamos de 15 a 20 minutos (ojito con cada horno, aconsejo mirar a los diez minutos ya que este bizcocho no tiene que subir). Lo empapamos con el almíbar, que esté bien caladito para que quede jugoso. Éste almíbar lo habremos hecho poniendo el agua a calentar con el azúcar hasta que empiece a hervir, dejando en ebullición unos minutos. Dejamos enfriar.

   Crema pastelera

   Ponemos la mariposa en las cuchillas y echamos en el vaso todos los ingredientes, menos la piel del limón y el ron. Mezclamos 10 segundos en velocidad 3 1/2. Añadimos la piel del limón y programamos 9 minutos, 90º, velocidad 2.

   Incorporamos el ron y programamos 2 minutos, velocidad 2. Reservamos en un recipiente que cubriremos con papel film en contacto directo con la crema para que no se seque la capa superior.

   Crema de almendras

   Exactamente igual que la pastelera, añadiendo la almendra molida en los dos últimos minutos.

   Montaje de la tarta

   Cortamos el bizcocho como vemos en la fotografía en tres planchas.
 
 
 

 
   Ponemos una plancha del bizcocho, vertemos el almíbar para calarlo bien y cubrimos con una capa de crema pastelera. Ponemos otra capa de bizcocho, emborrachamos con el almíbar y ponemos una capa de cabello de ángel (si te gusta, si no, no pasa nada, tampoco aporta gran cosa) y cubrimos todo con la crema de almendra. Ponemos la última capa de bizcocho que también remojaremos y cubrimos todo con la crema pastelera restante.

 

 

 

 
 
   Y ahora viene el gran final, el apoteosis, el momento en que Laly, anonadada, se da cuenta de que cierta venilla artística corre por sus venas... ¡¡¡¡Procedemos a adornar el bizcocho!!!!!

   Montamos un tetra brick pequeño de nata de 35% materia grasa, poniendo la mariposa en las cuchillas a velocidad 3 1/2. Cuando esté montada añadimos el azúcar y el sobre de estabilizante para nata (lo puedes comprar por internet en la tienda on line "La casita dulce de las flores" o en el supermercado inglés de Fuengirola). Debes recordar que la nata debe estar super fría y el vaso también (yo pongo un ratito la nata en el congelador antes de montarla y trituro unos hielos en el vaso)

   Cubrimos la tarta con el crocanti, metemos la nata en la manga pastelera y adornamos a nuestro gusto. Los trocitos de chocolate se hacen derritiendo chocolate de cobertura y haciendo circulitos de chocolate sobre un papel de hornear. Lo metes al frigo y cuando se endurezca lo colocas sobre la tarta. Los triángulos los hice poniendo sobre el papel de hornear una capa rectangular del chocolate de cobertura derretido. Lo metes en el frigo y cuando esté bien duro haces los triángulos. No es complicado. 


PREPARACIÓN TRADICIONAL

Uffff, aquí me pilláis. La verdad es que estas recetas en la que hay que llevar para adelante varias cosas a la vez suelo hacerlas con la thermomix, pero vamos a ver qué puedo hacer...

   Para el bizcocho, debemos tener en cuenta que es importante que los huevos se batan durante un tiempo con un poco de calor. Poned una olla con una base de agua a calentar a temperatura media donde quepa el recipiente en el que vais a batir los huevos, añadir el azúcar y batir con las varillas eléctricas hasta triplicar su volumen. Añadimos la harina despacio y mezclamos con movimientos envolventes para que no se baje la mezcla. Después horneamos como he explicado antes.

   Para las cremas, batimos los huevos con el azúcar hasta que quede cremoso. Vertemos la leche en un cazo, reservando un vaso de leche fría para desleír la maicena. Calentamos la leche junto con la cáscara de limón y la vainilla y dejamos al fuego unos diez minutos sin permitir que hierva. Pasados los diez minutos quitamos la cáscara de limón. Disolvemos la maicena en la leche fría y añadimos a la leche que tenemos en el fuego sin parar de remover para que no haga grumos (Si esto sucediera meter sin prejuicios la batidora eléctrica...). Seguimos hasta que la leche esté casi hirviendo y retiramos del fuego para añadir la mezcla de huevos y azúcar. Removemos enérgicamente para que no se cuaje el huevo y volvemos a poner a fuego lento removiendo bien para que no se pegue al fondo. Al poco tiempo veremos como la crema se espesa. Retiramos y cubrimos con el papel de plástico.

   La crema con almendra la haremos exactamente igual sólo que añadiremos al final la almendra molida.





   Vaya, con esta entrada me he ganado el sueldo. Nunca había escrito tanto... Probablemente se me escape algo, así que si tenéis alguna duda, por favor, comentadla y buscaremos la solución.

   Espero que os guste. Un besazo

martes, 20 de septiembre de 2011

PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS


 
   Aquí os traigo otro platito de esos que preparo cuando me sobra carne del cocido y ya tengo el congelador bien surtido de croquetas (o no tengo ganas de hacerlas). Esta vez he comprado unos pimientos del piquillo y los he rellenado de la misma masa que hago  para las croquetas. También lo puedes rellenar de restos de pescado cocido con bechamel, gambitas, bacalao... vaya, todas estas cositas que nos gustan tanto.

 

 
 
 
   Ésta es una receta que me cuesta trabajo explicar, no por su dificultad, si no porque siempre la hago a ojo y no sabría bien daros unas cantidades concretas. A colación de esto, recuerdo que cuando era estudiante y no sabía más que freir un huevo a tres metros de la sartén (tiene su merito ¿eh? aunque no lo creais, a esa distancia es muy complicado), una vecina me explicaba una receta y no paraba de decir: "harina la cadmita", "harina la cadmita"... hasta que yo le confesé que no conocía esa marca de harina. Las risas se escucharon en media Málaga, porque lo que esa buena señora me estaba explicando era que en esa preparación se echaba harina... "la que admita...", vaya, la cantidad que admita. Pues bien, no creáis que es tarea fácil. Han sido unos cuantos años cacharreando para pillarle el punto a ese tipo de explicaciones. El problema es que ahora soy yo la de "la cadmita" y cuando pase a explicaros la receta entenderéis porqué.


INGREDIENTES:


  • Restos de carne del cocido
  • 1 lata de pimientos del piquillo
  • 1 cebolla picadita
  • Caldo del cocido (más o menos medio litro)
  • Harina (4 cucharadas colmadas)
  • Sal y pimienta
  • Nuez Moscada

(Como veis la precisión brilla por su ausencia, pero es que nunca se me ha ocurrido pesar lo que me sobraba...)


PREPARACIÓN:



   En una sartén con poquito de aceite sofreímos la cebollita que habremos picado previamente. Mientras tanto vamos desmenuzando la carne en trocitos menuditos y cuando la cebolla esté blandita la incorporamos a la sartén. Rehogamos un poco y añadimos la harina (dependerá de la cantidad de caldo que queráis utilizar). Mezclamos bien y vamos añadiendo poco a poco el caldo para que no haga grumos a la vez que sequimos removiendo para que todo se ligue. Añadimos la sal, la pimienta y la nuez moscada al gusto.
 
 
   Una vez que conseguimos la textura de una bechamel dejamos que se enfríe un poco, lo suficiente para no quemarmos, rellenamos una manga pastelera, la tapamos bien y la metemos en el frigorífico para que se asiente. Hasta aquí es lo mismo para los pimientos rellenos que para las croquetas. Yo suelo dejarlo toda la noche en el frigo, pero basta con un par de horas.
 

 



   Lo que viene a continuación es lo más fácil: rompemos la punta de la manga pastelera, rellenamos los pimientos y a partir de aquí tienes dos opciones: puedes rebozarlo en huevo y pan rallado y freírlos o hacer una bechamel clarita, cubrirlos con ella y queso rallado y gratinar al horno. De las dos maneras están exquisitos y se pueden congelar perfectamente. Es una receta que no tiene desperdicio.


   Cómo os dije en una de mis primeras recetas, es increible lo que un cocido puede dar de sí, ¿lo estáis viendo?


   Besitos

domingo, 18 de septiembre de 2011

OSSOBUCO


   Hoy os voy a presentar mi Ossobuco Exprés. Es una versión reducida del ossobuco a la milanesa y exprés porque lo he hecho en la olla rápida. Se puede hacer perfectamente con una olla normal pero entonces dejaría de ser exprés ¿verdad?

   El ossobuco es el corte transversal en rodajas gruesas del jarrete de ternera y su traducción literal del italiano es "hueso hueco". En el interior del hueso encontramos el tuétano, delicioso. Cuando las niñas eran pequeñas nos lo comíamos Manolo y yo pero ya han aprendido el tema y ahora pueden haber tortas...


INGREDIENTES:

Tres piezas de ossobuco
2 cebollas
4 zanahorias grandecitas
Aceite
Sal y pimienta
1 vaso del vino tinto
1/2 vaso de agua
Tomillo y romero
2 dientes de ajo 
Ralladura de limón


PREPARACIÓN


   En la olla donde vamos a hacer el guiso sofreímos la carne para sellarla. Una vez doradita, salpimentamos, apartamos y añadimos la cebolla muy picadita y la pochamos. Cuando esté blandita añadimos la zanahoria muy troceada y la carne, echamos el tomillo y el romero,  el vino y el agua.  Cerramos la olla y cuando suba la pesa ponemos el fuego bajito y dejamos cocer durante 30 minutos. Cuando termine la cocción y se pueda abrir la olla, corregimos de sal y añadimos los dos dientes de ajo prensados y la ralladura de limón, damos un hervorcito y servimos. En este caso lo acompañé de arroz salvaje hervido y patatas fritas (en mi casa son patatafritaadictos).

Como veis, un plato de lujo y más sencillo imposible.





Buen provecho y besitos.

martes, 13 de septiembre de 2011

TARTA DE PIÑA





   Hoy os voy a presentar una tarta sencillísima de hacer y super fresquita. La receta la he tomado del libro "Imprescindibles de Thermomix", pero se puede realizar perfectamente a mano. Se hace muy rápidamente y tengo que decir que, aunque soy una fanática del chocolate, me la he comido con mucho gusto.

   Os voy a escribir la receta tal y como viene en el libro y luego os cuento lo que yo hice. No cambié los ingredientes por gusto si no por necesidad. Me explico. El sábado estuvimos en un supermercado inglés que hay en Fuengirola que tiene todas las "tonterías" habidas y por haber. Cuando digo tonterías no lo digo con ánimo de insultar sino todo lo contrario, mis hijas se lo pasaron mejor que si van a una tienda de chuches: todo era diferente, los refrescos eran más grandes, había salsas de todas clases, paquetes de patatas fritas gigantes, chocolates de todo tipo y complemento de repostería... En fin, un paraíso para los golosos y para los que nos gusta hacer experimentos en la cocina. Me acordé de que quería hacer la tarta de piña y de que para ello necesitaba queso Philadelphia y muy diligentemente acudí en su búsqueda. Había veinte mil clases diferentes de queso Philadelphia y mis conocimientos de inglés son muy escasos (por no decir nulos), por lo que recurrí a la lógica aplastante y cogí el que estaba 2 x 1... evidentemente...

   Después de comer y de descansar un poco me dispongo a hacer mi tarta, cojo la tarrina de queso philadelphia y mmmmmm!!!!!, veo que pone "Chivers"... Sin saber inglés, ya me mosqueo un poco, porque no lo había visto antes... y empiezo a temerme lo peor. Abro el envase, descubro el papel de aluminio y... mis sospechas se convierten en la dura realidad: Queso con CEBOLLINO!!!! Que horror!!!! (...pero que bueno tiene que estar untado en una tostadita y con un poquito de salmón...) 



   Insisto, quiero hacer mi tarta de piña, así que cojo una tarrina de queso mascarpone (ese nunca me falla... hasta que a los ingleses les de por echarle cebollino....) y comienzo a hacer la tarta. El resultado muy, muy bueno, muy refrescante. Me imagino que con el queso de untar estará todavía mejor, tendré que probarlo de nuevo, pero esta vez me aseguraré de comprarlo en Mercadona.

INGREDIENTES:

  • 500 gr. de nata líquida para montar, muy fría
  • 1 tarrina queso Philadelphia (sin cebollino, ni salmón ni nada parecido)
  • 50 gr. de azúcar
  • 2 botes de 1/2 Kg. de piña
  • 50 gr. de licor al gusto (opcional)
  • 36 bizcochos de soletilla

PREPARACIÓN EN THERMOMIX:

   Ponemos la mariposa en el vaso y vertemos la nata, el queso y el azúcar y batimos en velocidad 3 y 1/2. Volcar la mezcla en dos recipientes, una parte para rellenar la tarta y la otra para decorarla. Sin lavar el vaso vertemos la piña bien escurrida, reservando unas rodajas para la decoración y trituramos 20 segundos en velocidad 6.

   Mezclamos el jugo de la piña con el licor y empapamos los bizcochos en la mezcla..

   Forramos un molde alto desmontable con plástico transparente y preparamos la tarta de la siguiente forma: cubrimos el fondo con una capa de bizcochos remojados en el jugo de la piña. Cubrimos con la mezcla de queso y nata, ponemos otra capa de bizcochos y sobre éstos la capa de piña triturada, otra capa de bizcochos y cubrimos con la nata reservada. Adornamos con las rodajas de piña, unas guindas, fideos de colores o de chocolate... .

   Dejaremos en el frigorífico hasta que esté bien cuajada.


PREPARACIÓN TRADICIONAL:

   La única diferencia es que tendrás que batir la nata con el queso y triturar la piña con la batidora. Por lo demás todo exactamente igual.




   Yo utilicé la mitad de los ingredientes (200 gr. de nata, una tarrina de mascarpone, 6 cucharadas de azúcar, un bote de piña y unos veinte bizcochitos) porque no tenía suficientes bizcochitos y sólo me quedaba un bote de piña (como comprobaréis soy muy precavida preparando las recetas), por lo que monté sólo dos capas: una de bizcocho empapados en el jugo, una capa de piña mezclada con un poco de nata y queso, otra capa de bizcochos y la última de nata y queso. Salió una tartita muy apañada para una merienda familiar y no sospecharon nada sobre el cambiazo del queso.

Shhhhhh!!!!! No se lo conteis a nadie...



lunes, 12 de septiembre de 2011

COMENZAMOS EL CURSO





   Mañana vuelven mis niñas al cole. Aunque el verano finalice el 21 de septiembre y en Málaga pasemos calor celebrando Halloween, con la vuelta al cole para mí acaba el verano. Aunque yo me incorporara al trabajo a primeros de septiembre no es hasta este momento cuando eres consciente de que se acaban las vacaciones, que volvemos a la rutina, a los horarios fijos, las actividades extraescolares, la preparación de exámenes, los domingos tristones porque al día siguiente es lunes... Pero también implica la ilusión de estrenar libretas y lápices, el olor de los libros nuevos (bueno algunos no tan nuevos, porque en Andalucía los libros de texto se heredan), reunirse de nuevo con sus amigos (y yo con sus mamás), las tardes calentitas en casa haciendo bizcochitos, los paseos en bicicleta a media tarde (ya no hay que esperar a la fresquita para poder salir). Desde que tuve a mis hijas mido el tiempo por el curso escolar y para mí el año empieza en septiembre.

   Y es por eso que este blog también estrena curso... Como veis he hecho una remodelación que espero que os guste. Tengo que perfilarlo todavía un poco más, con tiempo y sin prisas, que las cosas hay que hacerlas bien hechas.

   Todo este cambio se lo debo a una compañera de blog y del foro de Mundorecetas, Toñi, autora de un blog precioso llamado "Las recetas de Florelila", que muy tímidamente y con mucho respeto me sugirió una serie de cambios que podrían hacer más vistoso el blog y ni corta ni perezosa me puse manos a la obra.

   Sin embargo, el que inventó lo de "querer es poder" no lo dijo por mí, seguro... Y me he tirado media tarde dándole vueltas al blog y sin atinar en lo que tenía que hacer. Afortunadamente y de forma providencial se han venido a merendar a casa mi tía (alias "la tiísima") y mi prima Carmen (bueno, también influyó el hecho de que había hecho la tarta de piña y querían probarla, todo hay que decirlo), se pusieron, pum, pum, pum y gracias a ellas se produjo el cambio. Tengo que decir que mi prima es muy jovencita, sólo tiene 14 años, pero es una máquina con estas cosas y consiguió en menos de una hora lo que yo en media tarde ni había imaginado. Gracias preciosa.

   Bueno, esta entrada ha sido un poco especial, pero quería contaros el motivo del cambio y dar las gracias a los que han contribuido a que éste se haya producido. Espero que os guste y, por favor, se admiten y agradecen todas las ideas y sugerencias que tengais.

   Un besazo y feliz comienzo de curso

viernes, 9 de septiembre de 2011

SALMÓN GRATINADO



  
   Hoy hemos comido salmón gratinado. Es un plato riquísimo y de una facilidad pasmosa que bien se puede hacer para una comida de diario como para alguna comida un poco más especial si le preparas una guarnición un poco sofisticada. Yo lo puse con habichuelas verdes rehogadas con ajo, pero con patatitas parisinas salteadas con mantequilla y un poquito de pimienta está de escándalo. Mis niñas, con eso de que es rosa, se lo comen estupendamente.

   En este caso puse en la bandeja un salmón entero, pero la preparación sería la misma si lo que tienes son rodajas o filetes.

INGREDIENTES:

1 salmón
Sal y pimienta
Mayonesa (puede ser de bote)
1 vaso de caldo de pescado

PREPARACIÓN

   Precalentamos el horno a 200º. Untamos una bandeja para horno con aceite y colocamos el pescado con la parte de la piel hacia abajo. Salpimentamos y añadimos el vaso de caldo. Introducimos en el horno unos 15 minutos. Sacamos y embadurnamos el pescado con la mayonesa y ponemos a gratinar. Cómo el pescado ya está casi hecho, retiraremos cuando la mayonesa se haya dorado, con 5 minutos será suficiente. Si lo ves oportuno, puedes subir un poco el termostato para que gratine antes.





  
   Pues ya está listo ¿veis qué fácil? Hoy mi madre estará contenta, porque me dice que me enrollo mucho en las entradas y que debería ir más al grano. Mami, como verás he sido muy escuetita ¿eh?

Un besito.

No es ningún efecto fotográfico, es que la foto me salió borrosa de verdad

martes, 6 de septiembre de 2011

BAGUETTES


 






   He seguido practicando con las harinas de "El amasadero" y me he atrevido con uno de mis panes favoritos, las baguettes francesas. Toda ilusionada por emplear mi harina de espelta, la usé para esta receta y la verdad es que han salido buenísimas. Pero poco antes de hacer esta entrada, consultando en la Wikipedia (no vayáis a creer que la sabiduría que desprenden mis post la poseo por ciencia infusa), descubro que una de las características principales de las baguettes es que se hacen con harina de trigo y, cito textualmente "Añadir cualquier otro ingrediente a la receta básica implica que el panadero cambie el nombre del producto elaborado". Pues vaya, ahora resulta que mis baguettes no son baguettes, sino cualquier otra cosa... Pero como puse muy poquita cantidad de espelta y no estoy por la labor de inventar nombres, pues corremos un tupido velo y seguimos llamándolas baguettes.

   Como curiosidad comentaros que estos franceses, que son muy suyos, elaboraron en 1993 una ley donde se plasmaba la definición de la baguetter auténtica, que sólo puede hacerse usando métodos antiguos. ¿Qué os parece?

   Ahí va la receta, obtenida del libro "365 recetas de pan" de Anne Sheasby. De sabor muy buenas, crujientes y blanditas por dentro, pero un poco compactas, tengo que investigar qué pasó. Probablemente necesitara un poco de más agua y más amasado. Puede que al abrir el horno varias veces para aplicar el glaseado se contrajeran... Se admiten (y se suplican) sugerencias.


INGREDIENTES:

  • 400 gr. de harina de fuerza.
  • 115 gr. de harina blanca (yo utilicé harina de espelta)
  • 2 cucharaditas y media de sal
  • 1 sobre de levadura seca rápida
  • unos 300 ml de agua templada
  • 1 cucharadita de maicena

PREPARACIÓN:

   Tamizar las harinas y 1 cucharadita y media de sal en un cuenco grande y agregar la levadura sin dejar de remover. Verter la cantidad de agua suficiente para obtener una masa blanda. Colocamos esta masa en la superficie de trabajo previamente enharinada y amasamos hasta obtener una textura homogénea. Debe quedar una masa uniforme y elástica. Formamos una bola, colocamos en un cuenco untado con aceite y tapamos con un paño húmedo, dejándola levar en un lugár cálido hasta que doble su tamaño.

   Colocamos la masa sobre la mesa espolvoreada de harina, aplastamos y dividimos en tres partes, dándole forma de bastones. Las colocamos sobre un paño al que habremos hecho tres pliegues para dar soporte, tapamos y dejamos levar de nuevo hasta que doblen su tamaño.




   Precalentamos el horno a 200º. Ponemos una olla con paños mojados en el interior para que produzca vapor y preparamos el glaseado. Mezclamos el resto de la sal y la maicena con una cucharada de agua. Vertemos 125 ml. de agua en un cazo pequeño y removemos con la mezcla de maicena. Llevamos a ebullición, sin parar de remover y retiramos.

   Colocamos los panes en la bandeja del horno y los pintamos con la solución salina. Practicamos unos cortes en diagonal sobre la superficie de cada pan y horneamos durante 35 o 40 minutos. A los veinte minutos volvemos a pintar con la mezcla de maicena y sal y repetimos la operación un poco antes de sacar del horno, hasta que las baguettes estén doradas y crujientes.

   Espero que os gusten, a nosotros en el desayuno, con mantequilla y mermelada nos encantaron.