jueves, 25 de octubre de 2012

NEW YORK CHEESECAKE






Aquí os traigo otra tarta de queso... 

No sé que me pasa últimamente, pero no me apetece otra cosa. Si vais hacia atrás veréis una tarta de queso con lima, una tarta de queso clásica y ahora la New York Cheesecake. Espero que me disculpéis, son mi debilidad y no me canso de comerlas ni de prepararlas.

El pasado domingo 14 de octubre fue mi cumpleaños. Ya vamos por el 4 y el 1, como dice una compi del trabajo.

 La tarde anterior nos planteamos Manolo y yo salir a cenar solos y así celebrar también nuestro aniversario que fue el día 9. Las niñas se quedaban en casa de los abuelos, Candela más feliz que una perdiz y Manuela..., Manuela se fue con el gesto torcidillo. No nos quedamos muy tranquilos, a pesar de que se han quedado muy frecuentemente con ellos y cuando íbamos a salir se me ocurrió llamar para ver cómo estaban. A mi Manuelilla no le salía la voz del cuerpo cuando hablamos por teléfono, sólo se escuchaba "quieeeeero con mi maaaaamiiiiiii" y nos dejó totalmente desarmados. Así que ni cortos ni perezosos fuimos a por la peque (Candela prefirió quedarse con los abuelos, le encanta...) y terminamos en un Centro Comercial, viendo tiendas de juguetes para preparar la Carta a los Reyes Magos y comiendo en Burguer King, porque daban un regalito precioso de la última peli de Disney. Y los tres más contentos que unas pascuas... Ya habrá otra ocasión.

Al día siguiente comimos con la familia y  preparé una carrillada estofada riquísima y de postre esta tarta de queso que es mi favorita desde que se la copié a SandeeA de su precioso blog "La Receta de la Felicidad" . Si no lo conocéis (que no creo porque es famosísimo) es el momento de echar un vistazo. Lo vais a disfrutar un montón, por sus fotos, sus recetas y lo simpatiquísima que es.





INGREDIENTES

Para la base
  • 1 paquete y medio de galletas tipo María (me gusta que la base sea gordita)
  • 100 gr. de mantequilla
Para la tarta
  • 900 gr. de queso tipo Philadelphia (yo uso los de Hacendado y genial...)
  • 200 ml. de crème fraiche (la nata fresca que podéis encontrar en la sección de yogures, mantequillas...)  o bien de yogur griego.
  • 250 gr. de azúcar
  • 3 huevos
  • El zumo de medio limón
  • Una pizca de vainilla o unas gotas de esencia de vainilla
  • 3 cucharadas soperas de harina de repostería
Para la cobertura
  • Mermelada de frambuesa de calidad ( yo utilicé medio tarro aproximadamente)
  • 1 hoja de gelatina
  • Zumo de medio limón

   SandeeA plantea en su receta la realización de la cobertura con frambuesas frescas o congeladas, pero yo no tenía en casa y el resultado obtenido con la mermelada me agradó bastante.


PREPARACIÓN


   En primer lugar preparamos la base. Mientras, precalentaremos el horno a 200º, sin aire, sólo arriba y abajo. Trituramos las galletas. Si no tienes thermomix o robot de cocina que te facilite esta tarea puedes meter las galletas en una bolsa y pasar sobre ellas el rodillo hasta que se desmenucen completamente. Mezclamos con la mantequilla, forramos la base del molde con papel de hornear y cubrimos con la base de galleta, presionando bien para cubrirlo todo. Metemos en el congelador mientras preparamos el relleno.

   Ahora prepararemos la crema para la tarta. Batimos el queso con unas varillas y añadimos la nata fresca, el zumo de limón, la vainilla, el azúcar y la harina. Vamos añadiendo los huevos uno a uno hasta que queden bien integrados pero sin batir mucho para que no entre mucho aire en la masa.

   (Se supone que el no batir mucho se hace para que no se resquebraje la tarta al sacarla del horno pero a mí se me resquebraja igualmente... Esto y lo, tan frecuentemente citado en otro tipo de tartas, de batir las claras de forma envolvente para que no se caigan, son dos profundas lagunas que tengo en mi labor repostera. Siempre bato la mezcla demasiado y siempre se me bajan las claras...)

   Sacamos el molde del congelador (que ya había olvidado que lo metí allí) y vertemos la crema sobre la base de galletas. Introducimos en el hornoy horneamos a 200º durante 10 minutos. Bajamos la temperatura a 170º y horneamos 30 minutos más. Cuando finalice el horneado dejamos la tarta dentro del horno un par de horas, para que vaya enfriándose dentro.

   Cuando alcance temperatura ambiente metemos en el frigorífico hasta que se enfríe totalmente. 

   En este punto tengo que comentaros que cuando saqué la tarta del horno tenía una grieta en la superficie que parecía la falla de de California. Meneé un poquito la tarta a ver si se recolocaba pero no había manera y mi preocupación era que cuando echara la mermelada para cubrir la tarta se la tragara entera. Entonces, cogí una cucharita, empecé a aplastar un poco la superficie intentando unir los dos trozos de la grieta y dio buen resultado. Quedó completamente lisa y pude verter sobre ella el preparado de mermelada sin temor a que éste desapareciera en las profundidades abisales...

   Ahora prepararemos la cobertura de mermelada. Cómo os he comentado SandeeA la hace con frambuesas, podéis consultar su receta aquí. Yo utilicé una buena mermelada de frambuesa, tipo "La Vieja Fábrica". Ponemos a hidratar la hoja de gelatina en un vaso con agua bien fría durante 5 minutos. En un cacillo calentamos la mermelada junto con el zumo de limón e incorporamos la gelatina hasta que se disuelva bien. Vertemos la salsa sobre la tarta y volvemos a meter en el frigorífico hasta que vayamos a consumirla.

   No es necesario, pero la adorné con una tira de chocolate decorado con papel transfer ¡Me encanta el resultado!

   Ya veréis como se convierte en vuestra tarta de queso preferida.


Y ahora para despedirme me voy a hacer (y os voy a dar) un regalito de cumpleaños. Si os apetece, podemos escuchar una maravillosa canción que me viene a la cabeza cada vez que preparo esta tarta. Es el tema original del musical de Martin Scorsese de 1977, "New York, New York" , protagonizado por Liza Minelli y Robert de Niro.

Esta canción se hizo famosa en la versión posterior de Frank Sinatra. Pero, a pesar de ser "La Voz", me quedo con la versión de Liza por su garra, su potencia, y su tremenda voz

Así que ... Ladies and Gentleman..., levántense de sus sillones, dejen todo lo que estén haciendo y bailen... bailen al ritmo de la única, la inconfundible y siempre grande

¡¡¡LIZA MINELLI!!!

jueves, 11 de octubre de 2012

PASTA CON SALMÓN






Hoy os traigo un platito muy habitual en mi casa, de esos que me gustan de reciclaje.

A mí me encanta la pasta y el arroz con pescado pero me costó un poquito que las niñas (y el niño), sobre todo Manuela, lo aceptaran como plato habitual. Eso ya está superado aunque, en honor a la verdad, tengo que reconocer que no me hacen palmas cuando lo pongo en la mesa. Pero, ¡si está buenisísimoooooo!!!!!

Creo que tienen que habituarse a comer de todo y poquito a poco les voy introduciendo nuevos sabores. Las verduras son mi cuenta pendiente con la pequeña, todo un reto... y hemos establecido un sistema de premios. Los días en que le doy a probar algo nuevo, sólo un par de cucharaditas, y se las come sin problemas, anotamos un punto. Al final de la semana si se llega al objetivo, compramos un paquete de cromos para su álbum de animales. Lo malo de este sistema es que ha conseguido que le compren cromos de animales toda la familia, por lo que voy a tener que convocar Asamblea Familiar para que el sistema sea efectivo ;-)

Para este plato suelo utilizar restos de filetes de salmón. Me gusta comprar el salmón entero y prepararlo al horno. Cómo siempre sobra unos trocitos, los aprovecho y preparo este plato de pasta, pero es evidente que podéis comprar un par de rodajas y hacerlo sin necesidad de comprar el salmón entero.

INGREDIENTES (Para cuatro personas)

  • 400 gr. de pasta corta (macarrones, fussili, espirales...)
  • 2 rodajas de salmón o restos de salmón al horno
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 200 ml. de nata para cocinar
  • Aceite de oliva
  • Sal, pimienta y eneldo
  • Queso parmesano para rallar.

PREPARACIÓN

Cocemos la pasta en agua salada según las instrucciones del paquete. Si el salmón no lo hemos cocinado previamente, lo salpimentamos y lo pasamos por la sartén hasta que esté bien hechito.

Troceamos la cebolla y sofreímos. Cuando esté blandita añadimos el diente de ajo triturado y removemos al fuego un par de minutos más. Incorporamos el salmón, damos unas vueltas y vertemos la nata. Corregimos de sal y pimienta e incorporamos el eneldo.

Montamos el plato poniendo la pasta y cubrimos con la salsa y un buen puñadito de queso parmesano rallado.

¡¡¡ QUÉ RICO!!!!!!




 
Por último, querría explicaros porque no puedo subir entradas con más frecuencia y es que el ritmo del día a día con el trabajo y por las tardes con Candela y Manuela es frenético y por si fuera poco ... me he apuntado a clases de patchwork  ¡Y me encantaaaaa!!!!!! 
 
Pero ya no puedo estirar más el tiempo.
 
 En su momento me explicaron que el día tiene 24 horas y aunque no haga mucho caso,y pese a mi empeño, el día sigue teniendo 24 horas. Y robárselas al sueño, estoy comprobando en mis propias carnes que no es muy saludable.
 
Así que probablemente ralentice el ritmo bloguero pero por supuesto que seguiré cocinando y mostrandóos lo que haga aunque un poquito más espaciado en el tiempo. Y no dudéis en que pasaré frecuentemente por vuestros lugares, en los que disfruto tanto y por los que siento tanto cariño. Pero tendré que organizarme un poquito para no llegar al fin de semana arrastrándome por los rincones.
 
Aquí os dejo una foto de mis primeros triangulitos. ¿A qué son geniales?
 
 
Si con 18 años, me cuentan que mi afición preferida con 40 iba a ser la cocina o la costura me habría estado riendo una buena temporada (y qué decir mi padre, jajaja)