viernes, 31 de agosto de 2012

ENSALADA DE ESPINACAS: DOS VERSIONES





   En Málaga no se va al verano hasta octubre por lo menos.  
 
   Me contaban unos amigos, que han estado pasando unos días en Asturias, que allí han tenido que dormir con edredón y hoy al salir del trabajo marcaba el termómetro...¡¡¡ 43ºC !!!!!!! y encima me he achicharrado las piernas al subir a la moto de lo que quemaba el asiento...
 
A pesar de esto, me gusta el verano.
 
 Sobre todo ahora que tengo a las niñas más grandecitas y están disfrutando un montón de sus vacaciones. No tienen ningunas ganas de volver al cole. Cuando yo era pequeña, deseaba que empezaran las clases porque me aburría como una ostra y era la forma de volver a ver a mis amigos. Pero ellas se lo están pasando en grande. A partir de las 12 del mediodía empiezan a desfilar por el portero electrónico todas sus amigas llamándolas para bajar a la piscina y da comienzo una jornada intensa de chapuzones, carreras, competiciones, globos llenos de agua y como novedad este año, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, largos ensayos de natación sincronizada en todas sus variantes: individual (valga la paradoja, es que mi Manuela es muy independiente), por parejas e incluso en grupos... ¿Cómo van a querer que empiece el cole?
 
 
 
También me gusta el verano porque los horarios se relajan y aunque hayan finalizado mis vacaciones, en casa mantenemos un ritmo más suave. No tenemos la presión de los deberes, las actividades extraescolares, los horarios rígidos... Y, como no, la comida también se flexibiliza. Es época de no tener que preparar la comida el día antes porque no hay prisas y llego un poquito antes del trabajo. Época de gazpachos, helados, ensaladas variadas... y de alguna que otra siestecita (ayyy, cómo las voy a echar de menos)
 
Hoy os traigo una de mis verduras preferidas, las espinacas, preparadas en dos ensaladas diferentes, una más ligerita y otra más contundente.
 
 
ENSALADA DE ESPINACAS Y QUESO FETA
 
Ingredientes
 
  • Una bolsa de hojas de espinacas
  • Unos trocitos de queso feta
  • 1 lata de maíz
  • Aceitunas negras
  • Pipas de girasol
  • Aceite, sal, pimienta y vinagre balsámico
 
Preparación
 
Mezclamos, aliñamos... ¡Y ya está!!!!!






ENSALADA DE ESPINACAS, BACON Y QUESO DE CABRA (y nueces, manzana, cebolla caramelizada....)
 
Ingredientes
 
  • Una bolsa de espinacas
  • Unas lonchas de bacon
  • Unas rodajas de queso de cabra
  • Un puñadito de nueces
  • 1/2 manzana
  • 1/2 cebolla
  • Aceite, sal y vinagre balsámico
  • Un chorrito de brandy (opcional)
 
Preparación
 
   Ésta es un poquito más elaborada, pero sólo un poquito ¿eh? No os vengáis abajo.
 
   Cortamos la cebolla en rodajas. Calentamos un buen chorro de aceite en una sartén y sofreímos en él la cebolla a fuego muy suave durante unos cinco minutos, añadimos un par de cucharadas de agua o de brandy y dejamos cocer durante 15 minutos más, removiendo frecuentemente durante todo el proceso y añadiendo un poco de agua si lo veis necesario. Veréis como se va poniendo doradita y soltando todos sus azúcares. Ésta es la cantidad que yo utilizo para la ensalada, aunque lo suyo es caramelizar de golpe un kilo de cebollas y congelar en porciones para poder utilizarla cuando lo necesites. En este caso solo tienes que añadir más aceite para la cocción.
 
   Hay otra forma de caramelizar la cebolla y es añadiendo unas cucharadas de azúcar, blanca o morena. Lo podrás hacer más rápido.
 
   Sofreímos las tiras de bacon en una sartén y troceamos.
 
   Ponemos las espinacas en la ensaladera, añadimos las nueces, la media manzana troceada, el bacon, la cebolla caramelizada y unas rodajas de queso de cabra. Añadimos un poco de sal y de vinagre y mezclamos.


¡¡¡A comer y a disfrutar!!!!


lunes, 20 de agosto de 2012

TARTA DE QUESO CLÁSICA

  
  
   Ésta es una de nuestras tartas de queso preferidas, por la sencillez de su preparación y de sus ingredientes, la rapidez con la que la haces y lo buenisíiiiisima que está... En menos de una hora puede estar lista por lo que, si tenéis alguna urgencia ya sabéis dónde debeis acudir.

    El 18 de julio le tocó a mi marido entrar en la cuarentena. Como en casa no somos dados a grandes festejos conmemorativos, la noche antes salimos a cenar con sus padres y unos primos que vinieron de Madrid a pasar unos días con nosotros. El mismo día de su cumple Manolo tenía que trabajar, pero hice esta tartita para que no se quedara sin soplar las velas. Como estábamos acompañados por los primos Ricardo y Sandra y sus tres preciosos hijos, la pequeña celebración se convirtió en una merienda de lo más agradable, rodeados de niños que lo hacen todo más bonito.

   Esa misma tarde tenían que volver para su tierra, después de que disfrutarámos  juntos un montón de  playa, piscina, heladitos, espetitos de sardinas y, sobre todo, de buena compañía... Así que, cuando salieron para Madrid no había consuelo para mi Manuela. 

   Cada cosa que veía en la casa le recordaba a sus primos: entraba en su dormitorio, veía el colchón donde durmió con su primita y se deshacía en lágrimas; entraba en otro dormitorio y veía en el suelo el juego de mesa que habían estado utilizando y llorando me decía: "mamá, no lo retires nunca de ahí, que fue lo último con lo que jugué con Luna..." 


   A su padre y a mí nos tenía desolados, por lo que se nos ocurrió contentarla con una de las cosas que más nos gusta a las mujeres en estas situaciones de desconsuelo... llevarla de compras... Y allá que nos fuimos de rebajas al Plaza Mayor.


   Más contenta que unas pascuas, insistió en entrar ella sola, con sus seis añitos,  a probarse los dos vestiditos que había elegido (aunque muy a su pesar, yo tuve que entrar un par de veces para ayudarla a sacar la cabeza de una de las mangas...), se subió en unas esculturas de vacas que tienen por allí de decoración (todavía no entiendo muy bien el sentido de esas vacas, pero a mis hijas les encantan...), se comió una hamburguesa y cuando creíamos que ya había superado todo ese dolor acumulado, llegamos a casa y al entrar en el dormitorio.... buaaaaaa.... otra llantina de las buenas.... Por lo que mi marido finalizó su cumpleaños de la mejor manera que podía haber imaginado: abrazado a su hija pequeña para que ésta durmiera tranquilita.
Aquí tenéis a mi pequeña, estrenando su vestido recién comprado, con un gran corazón en el centro y a su hermana detrás haciendo de las suyas.
   Saqué la receta del blog Directo al Paladar y no he modificado lo más mínimo, era perfecta, así que allá va:

INGREDIENTES

  • 1 Tarrina de queso de untar
  • 3 yogures blancos
  • 3 huevos
  • 3 cucharadas soperas de harina de repostería
  • 12 cucharadas de azúcar (en este punto tened cuidado y no os equivoquéis ¿eh?, a diferencia de los ingredientes anteriores el número es 12 y no 3... ¡Vaya tontería!- diréis, pero es por darle algo de emoción, que me da vergüencilla de lo fácil que es)
  • Mermelada de arándanos, frambuesa... o azúcar glass para decorar. A vuestro gusto.
Ésta es otra forma de presentar la tarta, sin mermelada y espolvoreada con azúcar glass por encima. Riquísima también



PREPARACIÓN

   Precalentamos el horno a 200º. Mientras batimos todos los ingredientes con la batidora o con la thermomix, como queráis.

   Untamos un molde con mantequilla y harina o pan rallado y vertemos la mezcla. Cuando el horno haya alcanzado la temperatura indicada introducimos el molde y horneamos durante 20 o 25 minutos o hasta que pinchando con un palillo éste salga limpio. Dejamos que se enfríe un par de minutos dentro del horno. Sacamos dejamos que enfríe fuera y luego pasamos a la nevera. Por último, decoramos antes de servir.

En alguna ocasión la he cubierto con la mermelada directamente. Esta vez disolví dos hojas de gelatina en medio vaso de agua caliente y mezclé con la mermelada. Quedó la capa más cuajada. Y sólo con azúcar glass por encima está de vicio.

   Venga, no digáis que los deberes que os pongo son difíciles...

lunes, 6 de agosto de 2012

Ensalada de garbanzos

  
 
 
   Tengo olvidado desde hace tiempo ese apartado de este blog en el que os invitaba a reciclar y a preparar nuevos platos con lo que nos sobraba de otras comidas.

 

   Recuerdo que comencé a mostraros todas las posibilidades que ofrecía este cocido nuestro, plato de cuchara por excelencia en la mayoría de las casas españolas en una versión u otra. Ahora, en plena época estival, os voy a enseñar una de las maneras en que tomamos en casa los garbancitos que han sobrado, ideal para una cena veraniega o para llevarlos al campo o a la playa, en sustitución de los clásicos bocadillos.

   Esta ensalada la podemos preparar también con garbanzos envasados y está igualmente riquísima, pero que sepáis que es una forma estupenda de reciclar un buen cocido.



   A propósito del reciclado de alimentos, es una frase bastante habitual cuando compartes estas recetas, que la gente te diga con todo su cariño: "¡Ay chica, que apañada eres... eres mujer para un pobre...!"



   Resulta muy halagador aunque, en honor a la verdad, mi verdadera vocación es ser mujer para un rico... o mejor aún, ser muy rica por mí misma... Pero puesto que soy funcionaria, me daré con un canto en los dientes si no me rebajan de nuevo el sueldo (y que se quede la cosa ahí, por favor....) También he intentado implicar a mi querido esposo, que es trabajador autónomo y tiene más margen de maniobra, en la persecución de mis anhelos de riqueza. Ni corto ni perezoso, y enarbolando mis deseos como una bandera fue... a echar la lotería primitiva... Eso sí, con un optimismo que me desarmó y me llevó a la feliz conclusión de que, con toda probabilidad no me haré millonaria, pero soy tremendamente rica en cariño.

INGREDIENTES



  • Restos de garbanzos (tened la previsión de echar más garbancitos de la cuenta cuando hagáis el cocido) o bien un bote de conservas.
  • 1 tomate
  • 1/2 pimiento
  • 1/4 cebolla
  • Aceite, vinagre y sal
  • Esto es lo fundamental pero a esta base le podeis añadir a vuestro gusto los ingredientes que prefiráis: atún, aceitunas negras, huevo cocido, maíz, anchoas....
  
Así sin más, sólo con la verdura, fijaos que colorido tiene.
PREPARACIÓN
Poned los garbanzos en la ensaladera, trocear el resto de los ingredientes, aliñad con la sal, el vinagre y el aceite, mezclad y disfrutad.


   Cómo veréis en las siguientes fotos no es necesario tener grandes riquezas para disfrutar. El domingo, a 40 minutos de Málaga capital, fuimos a bañarnos al pantano de "El Chorro" en Ardales. Precioso. Lo pasamos genial.


  
Besos y que sigáis disfrutando del verano.