viernes, 20 de diciembre de 2013

MANTECADOS DE LIMÓN Y DE CACAO






Quienes tengo a mi alrededor saben que llevo una temporadita bastante molesta con una contractura en el cuello. 

Me ha tenido a mal vivir. 

Todo el mundo me dice que mucho reposo y esa palabra desapareció de mi vida hace mucho tiempo. Si a eso le añadimos un catarrazo descomunal, un cierre de ejercicio económico y yo, que no soy nada quejica pero nada, nada... podéis pensar sin temor a equivocaros que no haya hecho muy fácil la vida a a las personas que tengo a mi alrededor... (pobre Manolillo, mi santo varón...)

En esa tesitura (con el cuello torcido, los moquillos goteando, una tos de ex fumador recalcitrante y las aplicaciones presupuestarias rondándome la cabeza) nos fuimos un grupito de compañeros de trabajo de comida de Navidad. 

La mañana comenzó regu, regu. Una de mis amigas no venía a la comida porque no se encontraba bien, los papeles en mi mesa parecían las lágrimas de Tagore, que no me dejaban ni ver las estrellas ni a mi compañera de enfrente y cada vez que movía el cuello se podían escuchar castañuelas por Seguidillas...

Pero a pesar de todo, cuando terminó nuestra jornada laboral, salí con todos con el firme propósito de pasar un buen rato...

Y bien que lo conseguimos. 

Subida sobre mis tacones de 8 centímetros desde las siete de la mañana, cuando mi marido me recogió a las 8 de la tarde, estaba afónica, coja, contracturada... pero feliz... Me lo pasé en grande bailando por Rafaela Carrá (que ya he comentado en algún otro lugar que no la aconsejo para arreglar contracturas en el cuello), Camilo Sexto, John Travolta y Olivia Newton John, los Bee Gees... y un sin fin de grandísimos y carrocísimos artistas, ideales para estos eventos (si bien eché de menos a mi grandísimo Raphael)

Después de este día de desenfreno y de poner de nuevo a prueba a mis amigos, que me apoyan incondicionalmente en la metamorfosis musical que protagonizo en estas fechas y que me empuja a bailar sin pudor todo aquello anterior a los años 80, volví a mi cocina más contenta que unas pascuas y deseando preparar dulces típicos de Navidad.

Aquí tenéis dos buenos ejemplos,

MANTECADOS DE CACAO





INGREDIENTES

  • 500 gr. de harina
  • 280 gr. de manteca de cerdo a temperatura ambiente
  • 280 gr. de azúcar glass (Ya sabéis que el azúcar glass podremos comprarla o triturar azúcar en la thermomix, velocidad 5-7-9)
  • 110 gr. de almendra molida
  • 40 gr. de cacao valor sin azúcar
  • 1 cucharadita de canela

PREPARACIÓN

El día anterior secamos la harina y tostamos la almendra. Para ello pondremos la harina en la bandeja del horno bien extendida y la meteremos en el horno durante 1 hora a 140º, removiendo de vez en cuando. No dejaremos que se tueste, se trata sólo de que pierda la humedad y adquiera un tono ligeramente amarillento.

Tostamos la almendra molida en la sartén, con cuidado, que si nos pasamos amarga. También la podemos tostar entera y luego triturarla.

Dejamos ambos ingredientes que se enfríen hasta el día siguiente.

En este punto quisiera comentaros que lo que yo hago normalmente es secar un par de kilos de harina y luego utilizo la que voy necesitando, pesándola una vez ya tostada. Si la pesamos antes de hornearla, se suele perder bastante harina y luego no nos cuadran las cantidades. Ya sabéis lo exacta que es la repostería... 

Al día siguiente o cuando ya tengamos fría la harina, la vertemos en un bol. Previamente la habremos tamizado para que la masa no tenga muchos grumos. Si tenemos thermomix, sin problema, le pegamos un buen meneíllo, velocidad progresiva 5-7-9 y listo. Si no la tenemos (o como me pasó a mí ayer, tenía dentro la masa del roscón de reyes haciendo el primer levado), metemos la batidora a tope, para romper todos los granitos que hayan quedado.

Añadimos el azúcar, el cacao, la almendra molida, la canela y por último la manteca y vamos amasando bien. Este paso me gusta hacerlo a mano, con la thermomix me ha costado bastante trabajo, pero si queréis intentarlo, deberéis utilizar la velocidad espiga para el amasado.


Sacamos la masa, que nos va a quedar con una textura bastante harinosa y formamos los mantecados.

 Vamos cogiendo porciones de masa, que estiraremos despacito con el rodillo, hasta darle el grosor que más nos guste para nuestros mantecados (unos dos centímetros es mi tamaño ideal) y  cortamos con un cortapasta, el vasito de la thermomix o el borde de una copa de cava tipo flauta (tiene un tamamo ideal). La masa que sobra volvemos a ligarla y a seguir ...

Vamos pasando los mantecados a la bandeja del horno cubierta con papel vegetal. No los cogeremos con las manos, porque es una masa muy frágil y se rompe fácilmente, usaremos un cuchillo o una paleta.

Precalentamos el horno a 180º y cuando alcance la temperatura, horneamos durante 12-15 minutos. Sacamos la bandeja pero no manipulamos los mantecados hasta que no se enfríen totalmente porque son muy delicados y se rompen.

 Espolvoreamos con azúcar glas y si somos capaces, los envolvemos en papel de seda para tenerlos bien presentaditos, pero están tan ricos que lo mismo ni da tiempo a ello...


Preparaditos para regalar a los profes de mis hijas





MANTECADOS DE LIMÓN




INGREDIENTES

  • 500 gr. de harina
  • 250 gr. de manteca de cerdo a temperatura ambiente
  • 250 gr. de azúcar glass (Ya sabéis que el azúcar glass podremos comprarla o triturar azúcar en la thermomix, velocidad 5-7-9)
  • La ralladura de dos o tres limones
  • Ajonjolí o huevo batido (opcional)


PREPARACIÓN

Tostamos la harina como hemos hecho anteriormente. Rallamos el limón. Si tenemos thermomix, podemos triturar el azúcar con la ralladura, velocidad 5-7-9 progresivo.

Mezclamos todo y procederemos como con los mantecados de cacao.

Antes de hornearlos, podemos pincelar con huevo batido o espolvorear ajonjolí, al gusto.



Podéis apreciar aquí el maravilloso trabajo de Scrapbooking que hizo mi amiga Esperanza para publicitar en el trabajo mis mantecados y el papel de regalo tan bonito que he comprado este año. Mi cabeza ya echa humo: lo mismo acabo de descubrir una nueva afición.

lunes, 2 de diciembre de 2013

MAGDALENAS DE NATA





De niña solíamos ir con frecuencia a pasear a Mijas, un pueblecito de los ahora llamados con encanto, muy cercano a Málaga y con multitud de actractivos para niños y no tan niños: los burro-taxi, unas vistas maravillosas, calles estrechitas y de luminosas casas blancas, el carromato de miniaturas de Max, con un Padre Nuestro escrito en el canto de una tarjeta de visita y una cabeza reducida por los jíbaros,( o eso decía que era) entre otros misterios que nos dejaban con la boca abierta...
Y por supuesto, esas grandiosas magdalenas que comprábamos a un señor mayor en un portalito enfrente del bar donde solíamos comer. No recuerdo que hubiera una panadería o pastelería propiamente dicha. Sólo recuerdo el portal de una casa, con unas grandes cestas llenas de magdalenas con mucha azúcar por encima y al señor poniéndolas en bolsas para llevarlas a casa a merendar.

Después he vuelto a Mijas en numerosas ocasiones. Es el típico lugar al que llevas a todo el que viene de fuera y no conoce Málaga. Sigue siendo un pueblo precioso, pero como ha sucedido en toda la costa de Málaga, nada tiene que ver con lo que era. Aún así, sigue manteniendo un aire bastante apacible y me encanta ir de vez en cuando.


No es que estas magdalenas sean como las que comía con mis padres de pequeña. Esas eran inimitables. Pero he quedado muy satisfecha con el resultado, tienen el sabor de las de toda la vida. Y por eso me ha gustado hacerlas, por su sencillez tanto en su elaboración como en su sabor. Sin necesidad de ningún artificio, disfrutas de un bollito delicioso.

Como casi siempre la receta la encontré en el foro de Mundo recetas a una forera llamada Malilandia. Aquí podréis encontrar su receta, a la que yo hice unas pequeñas modificaciones.


INGREDIENTES
  • 4 Huevos
  • 275 gr. de azúcar
  • 200 ml de nata líquida
  • 1 chorrito de leche
  • La ralladura de dos limones
  • 125 ml. aceite oliva suave
  • 125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 350 gr. de harina bizcochona
  • 1/2 sobre de levadura
  • 1 chorrito de anís (opcional)



PREPARACIÓN

Mezclamos los huevos, que tendremos a temperatura ambiente y los batimos con el azúcar, hasta que blanqueen. Si las preparamos con la thermomix, podemos pulverizar la cáscara de limón previamente 10 segundos, velocidad 5-7-9, añadimos los huevos y el azúcar y batiremos 3 minutos a 37º, velocidad 2 y 1/2.


Añadimos la ralladura de limón, el aceite y la mantequilla, la nata, el chorrito de anís y mezclamos unos segundos a velocidad 3. Por último, la harina y la levadura. En la thermomix batiremos unos diez segundos, velocidad 5 y terminamos de integrar la mezcla con la espátula.

Metemos la masa en la manga pastelera. Así será más fácil rellenar las cápsulas. Ponemos los moldes para magdalenas dentro de moldes para cupcakes para que al hornear no pierdan la forma y se desparramen y metemos en el frigorífico durante mínimo, media hora.

Precalentamos el horno a 250º y cuando llegue a la temperatura, sacamos los moldes y espolvoreamos azúcar sobre la masa (o pepitas de chocolate, que a los niños les encanta). Metemos en el horno, bajamos a 220º y horneamos durante unos 15 minutos o hasta que la¡s veamos doraditas y al introducir un pincho éste salga limpio.

Con un chocolate calentito... y ¡a disfrutar!



 

No puedo marcharme sin nombrar otra de las muchas bondades de este precioso pueblo malagueño. Y es que  el Cuerpo de Bomberos del lugar ha tenido la genial idea de participar en un calendario solidario a fin de recaudar fondos para las familias de los enfermos de Alzheimer del pueblo. Como las imágenes están protegidas por derechos de autor, os dejo el enlace para que apreciéis la fabulosa labor del fotógrafo y lo estupendísimos que están los muchachos, que no sólo de magdalenas vivimos ... las mujeres...
Así que si no sabéis qué regalar en estas fiestas, en la página de los bomberos podréis encontrarlo y además contribuis con una buena causa ;-)

No podéis perderoslo, están tan ricos como las magdalenas...

domingo, 17 de noviembre de 2013

GARBANZOS CON LANGOSTINOS




Mi último descubrimiento...
 Hace tiempo que le tenía ganas a las legumbres con marisco y después de ver una receta subida por Eriel en el foro de Mundorecetas ya no me pude resistir. Su receta tiene algunas variaciones con respecto a la mía y la podéis consultar aquí

En Málaga hemos pasado de estar en mangas cortas a tener, de repente, un frío pelón. Bueno, en realidad,  esa clase de frío que tenemos en Málaga, que para muchos de vosotros es primavera... Pero la que os escribe, está ahora mismo sentadita en su sofá, con su chándal calentito y la mantita a los pies, más feliz que una perdiz de no estar por esas calles de Dios a la interperie.

Por este motivo, me ha apetecido enseñaros esta noche un fabuloso plato de éstos llamados "de cuchareo",  que nos deja un cuerpo bastante arregladito (o como se diría en algunos pueblos del interior, "mu reportaíto")

Tengo que deciros que a las niñas les costó comerlo.
Cuando llegué a casa del trabajo encontré en la mesa de la cocina restos de huevos fritos que tuvo que improvisar Manolo sobre la marcha, porque a la pequeña se le atravesó la comida, pero creo que ni los probó. Está ahora mismo en la fase de no admitir muchos experimentos culinarios... bueno, salvo de golosinas... en este caso se ofrecería voluntaria a todo tipo de pruebas... Ya os contaré en otra ocasión la historia de los caramelos de Halloween... no tiene desperdicio.

A Manolo y a mí nos encantaron y creo que no os arrepentiréis si probáis a hacerlos.


INGREDIENTES

  • 500 gr. de garbanzos
  • 20 langostinos
  • 1 tomate rallado
  • 1/2 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Pimentón de la Vera
  • 1 rebanada de pan
  • 1 puñado de almendras
  • 1 hoja de laurel
  • Perejil picado
  • Vino blanco
  • Sal y pimienta

PREPARACIÓN

La noche anterior habremos puesto en remojo los garbanzos. 

Cocemos los langostinos en agua con un puñado de sal y una hoja de laurel y reservamos el caldo de la cocción. Con este caldo coceremos los garbanzos que en la olla rápida tendremos listos en 20 minutos.

Mientras, haremos un sofrito con la cebolla troceada, los ajitos y el tomate triturado. Cuando esté bien pochadito añadiremos la cucharadita de pimentón, daremos un par de vueltas para que no se queme y echaremos el vino. 

Tostamos en una sartén con un poquito de aceite las almendras y la rebanada de pan.

Ponemos en el vaso de la batidora el sofrito y las almendras junto con el pan, vertemos un poco del caldo de los langostinos y trituramos. Añadimos esta mezcla a los garbanzos y damos un hervor.

Mientras vamos pelando los langostinos, que serviremos junto con los garbanzos, espolvoreados con un poquito de perejil picado.

En esta ocasión puse unas almejitas, seguro que admitirá unos chocos o algo por el estilo y entonces ya será un morir por Dios...

¿A que así nos enfrentamos a los fríos con otro espíritu?




(Uyyy, que entrada más cortita... ¿me habrá congelado el frío mi desenfrenada verborrea?)

martes, 5 de noviembre de 2013

Halloween Versus Día de todos los Santos: Tres recetas para disfrutar en estas fechas




Otro año que han pasado estas fiestas como un suspiro...

Fiel a mis costumbres, sigo funcionando con efectos retardados y subo las recetas una vez que ha pasado el momento.

Pero como soy de la opinión de que más vale tarde que nunca, que nunca es tarde si la dicha es buena, que a nadie le amarga un dulce y que a caballo regalado no le mires el diente... (bueno, este refrán se me ha colado, es que me he emocionado emulando a nuestro querido Sancho Panza...), pues eso, que pienso que no tenemos que limitarnos a hacer estos dulces sólo ahora, sino que deberíamos disfrutar de ellos durante todo el año... 

Bueno, con moderación, que luego vienen los "aymadremía" cuando se acerca el verano y nos probamos los bikinis.

Con las galletas, la cosa es fácil. Basta con cambiar los cortadores y la temática para disfrutar de unas deliciosas galletas de mantequilla en cualquier momento.

Con los buñuelos, se me ocurre que podrían ser protagonista de una rica merienda en cualquier momento del invierno, mojados en un chocolatito caliente, si no tenemos ganas de rellenarlos o rociados con miel. A gusto del consumidor.

No voy a hacer una diatriba sobre Halloween o festividad de todos los Santos ya que entiendo que no son incompatibles.
Mis hijas se divierten un montón disfrazándose y pidiendo caramelos a los vecinos y yo con ellas, viéndolas disfrutar y colaborando en lo que puedo para que lo pasen mejor y mis seres queridos que ya no están aquí tienen a diario un sitio de honor en mi pensamiento.
Así que he decidido quedarme con lo mejor de cada cosa: la fiesta para los niños, la repostería, el asado de castañas y el día de descanso, of course (Ufff, el Tenorio lo perdono, siempre me ha resultado durillo de tragar) 



GALLETAS DE MANTEQUILLA

Para la merienda de Halloween, que organizamos un grupo de mamás del recinto en el que vivo, preparé unas galletitas de mantequilla cubiertas con fondant, terroríficas a más no poder. No quedó ni una del miedo que daban...

Después de años intentando conseguir algo decente decorando galletas con glasa. he llegado al convencimiento de que no es lo mío. Así, sin sufrimiento, sin frustaciones, asumiendo mis limitaciones con una sonrisa y felicitando, con deportividad, a aquellas maestras que lo han conseguido y  dominan  este arte... (¿cuela... o se me está viendo el plumero y la cara amarilla de envidia?)

Pues eso, que como tenía que preparar 100 galletas en un par de días y me cunde mucho más el fondant, me puse manos a la obra con los cortadores y la verdad es que quedaron bastante aparentes y de sabor bastante aceptable.

La receta de las galletas es de mi amiga Marta, la especialista en decoración de galletas (y objeto de mi sana envidia y sincera admiración) y aunque he probado otras, por eso de investigar, no he encontrado ninguna que me guste más que la suya.



INGREDIENTES 


  • 200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente, 
  • 180 gr. de azúcar, 
  • 1 huevo, 
  • esencia de vainilla y
  • 480 gr. de harina normal.
Mezclamos todos los ingredientes por ese orden, primero con el tenedor y cuando la masa empiece a ponerse más dura, con las manos. Envolvemos con papel film o en una bolsa de congelación y metemos mínimo una hora en la nevera.

Cuando queramos preparar las galletas, sacamos la masa de la nevera, vamos cogiendo trozos de masa la ponemos entre dos papeles de hornear y estiramos con el rodillo hasta alcanzar un grosor de medio centímetro. Cortamos la masa con los cortadores que queramos utilizar y vamos poniendo en la bandeja del horno sobre papel de hornear.
Cuando estén todas las galletas, hornearemos durante 10 minutos aproximadamente a 180ª o hasta que veamos que se están tostando los bordes.
Cortamos el fondant con los mismos cortadores de las galletas y pegamos encima de ésta. Yo para pegarlo suelo preparar un poco de glasa, una mezcla de clara de huevo y azúcar glass aunque a veces he humedecido la galleta con un poco de agua antes de cubrirla con el fondant y éste se ha mantenido bastante bien.

También puedes pincelarlas con huevo batido y espolvorearlas con azúcar antes de hornear. Quedarán doraditas y crujientes y no necesitarán nada más.

Están riquísimas y a los niños les encanta comérselas y prepararlas...

... A los niños y a los papás... Ya veis lo concentrado que estaba Manolo.


BUÑUELOS DE VIENTO

Otra de mis asignaturas pendientes...

Todos los años preparo una receta diferente. No termino de dar con la tecla. Los buñuelos del año pasado me supieron demasiado a huevo y tenía que seguir investigando.

La misma mañana de la festividad de Todos los Santos, consultando el foro de MundoRecetas, lei una entrada de buñuelos que había subido otra forera, Chiqui2, que tenían muy buena pinta y esa tarde me puse manos a la obra. Si queréis ver su receta podéis pinchar aquí.




Han quedado estupendos, creo que será mi receta definitiva. Tengo que controlar un poco la temperatura del aceite al freir, porque se doraban demasiado rápido y por dentro se me han quedado un poco apelmazados, pero vaya, por sacarles algún defecto porque estaban muy ricos.

El día después de hacerlos, comentando en el foro cómo los había hecho, otra amiga, Gijonesa, me comentó que antes de freirlos debería haber guardado la masa en la nevera un ratito antes. Y salen mucho mejor.


Los he rellenado de crema pastelera y crema de chocolate y han llegado a la mesa casi la mitad ya que Manolo y las niñas los iban cogiendo antes de ponerlos en la bandeja.

INGREDIENTES
  • 180 gr. de agua
  • 40 gr. de mantequilla
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1 sobre de levadura Royal (15 gr.)
  • 250 gr. de harina
  • 4 huevos
  • Azúcar glass 
  • Aceite para freir

PREPARACIÓN

Calentamos el agua junto con la mantequilla, la sal y el azúcar. Cuando hierva, apartamos del fuego y vertemos de golpe toda la harina. Mezclamos bien y dejamos templar. Vamos añadiendo los huevos uno a uno, hasta que queden bien integrados. En este punto es donde debería haber metido la masa en la nevera al menos una hora

Calentamos bastante aceite en una sartén y con una cucharilla cogemos un poquito de la masa que echaremos al aceite con ayuda de otra cucharita, para así darle una forma más o menos redondeada. Vamos friendo por tandas y cuando estén doraditos, los sacamos a una bandeja cubierta con papel de cocina para retirar el exceso de aceite.




Cuando estén todos fritos, con una tijerita les cortamos los rabitos que le hayan quedado, y así darle una forma más bonita, que no se vean picos de masa. Le pegamos un tijeretazo al buñuelo para hacerle un hueco por donde meter la crema pastelera o la nata, o con lo que queramos rellenarlos.

Una vez todos rellenos, espolvoreamos con azúcar glass... y a ver si te da tiempo a guardarlos, porque son adictivos...

CREMA PASTELERA

Y si queremos rellenar estos buñuelos, nada mejor que una rica crema pastelera, a la que podemos añadir unas cucharaditas de cacao en polvo. Es una forma de convertirla en crema de chocolate y así se los comen mejor los niños.



INGREDIENTES

Medio litro de leche
6 yemas de huevo
30 gr. de Maizena
1/2 vaina de vainilla
100 gr. de azúcar.

PREPARACIÓN

Calentamos la leche con la vaina de la vainilla, a la que previamente habremos quitado las semillas con la hoja de un cuchillo. Hervimos y reservamos

Mientras batimos con unas varillas las yemas de huevo junto con el azúcar y la Maizena, hasta que esté bien desleído. Vamos añadiendo poco a poco la leche mientras seguimos batiendo. Ponemos todo a fuego lento hasta que espese.

Si cuando termines ves que han quedado grumos, no te preocupes. Mete la batidora y en un plis plas tendrás una fabulosa crema pastelera sin un tropezón.




La que sobró, se la comieron las niñas al día siguiente como si fueran unas natillas.

          ¡¡¡Uhmmmmm!!!!!


miércoles, 30 de octubre de 2013

CREMA DE CALABAZA







Estamos en época de calabazas.

Y a mí me encantan: en potajes, asadas, en tarta, bizcochos, flanes y como no, en deliciosas cremitas tan apetecibles ahora que va entrando el fresco.

Mis hijas ya tienen asumido que la crema de calabaza (o de verduras, si no tengo de ésta) se come, sí o sí. Pero cuando eran más pequeñitas, la pelea estaba servida en la mesa como si fuera otro plato más...

Hasta que descubrí lo emocionante que sería que fueran ellas solitas, de excursión al Bosque de los Cien Acres para que, junto con Winnie the Pooh y el resto de sus amigos, visitaran el huerto del Señor Conejo y compraran las deliciosas verduras con las que mamá (o sea yo) preparaba la cremita que se estaban cenando.

Entonces, primero Candela, luego Manuela y después las dos juntas, cogían su cestita con una rica merienda que mamá preparaba para todos y se dirigían al Bosque a comprar verduritas para la cena y de paso echaban una tarde fabulosa de juegos y comilonas con Winnie, Tigger, Piglet, Kangoo... Mientras su madre ( o sea yo), terminaba con la lengua seca porque nunca tenían suficiente y querían saber si además de merendar podían hacer una fiesta pijama e ir a la misma escuela que Christopher Robin, y si su amiga María podría ir con ellas, y porqué vivían cada uno en una casita solos sin su mamá, y que dónde estaban sus familiares y  porqué Winnie llevaba camiseta pero no pantalones...

Y lo que empezaba siendo una idílica cena mientras mamá contaba un precioso cuento, pasaba a convertirse en una batalla porque terminaran pronto de cenar, porque luego había que ponerse el pijama y lavarse los dientes y volver a contar otro cuento en la camita y... mamá ya está cansadita, chicas, por favor, tened un poco de consideración...que llevo levantada desde muy temprano... Manuela termina de comerte la mandarina.... Candela no te comas la mandarina de tu hermana... Mañana os preparo macarrones y seguro que no dais tanta lata... Si es que esto de las verduras no puede ser sano...Aaayyy, que la que se va a ir al Bosque de los Cien Acress soy yo, aunque sea una semanita, a ver si el aire puro me relaja un poco.

Mirad que hermosas calabazas encontré el otro día en un restaurante. Los camareros me miraban un poco extrañados cuando me puse a hacerles fotos, pero es que eran todo un espectáculo.


Bromas aparte, en casa nos gusta muchísimo. La preparo muy frecuentemente con las verduras que tengo en casa y por supuesto, si tengo calabaza ni me lo pienso, un trozo va para el bizcocho y otro para la crema...

Ahí va la receta, no puede ser más sencilla.

INGREDIENTES

(Ay, la verdad es que nunca he pesado las cantidades, así que hoy toca receta de trozos y trocitos)

  • Un par de trozos de calabaza (normalmente, media de las de forma de pera)
  • 3 zanahorias
  • 1 calabacín
  • 1 puerro
  • 1/2 cebolla
  • Mantequilla o aceite de oliva para pochar la verdura
  • Sal y pimienta
  • 50 gr. de nata o cuatro quesitos o tranchetes

PREPARACIÓN

Ponemos a calentar el aceite o la mantequilla y rehogamos las verduras troceadas (no es necesario hacer trozos pequeños).
Salpimentamos, vertemos la cantidad de agua que veamos oportuna, en función de si la queremos más o menos espesa, y añadimos los quesitos. Si en lugar de quesitos vamos a poner nata, yo la pongo al final, justo antes de batir las verduras.
Dejamos cocer hasta que las verduras estén blanditas. Yo la hago siempre en la olla rápida, por lo que en cuanto la pesa ha subido, apago la vitrocerámica y con el calor residual que va quedando es suficiente.

Una vez que haya terminado la cocción, echamos la nata si no hemos puesto quesitos y batimos hasta que se haga un puré...

Y bebéis bastante agua, porque el cuento del huerto del señor conejo os puede dejar listos...


Fijaos que puesto de calabazas trajo mi amiga Chusa hace un tiempo a su Lareira. Se me quedó grabado en la retina y creo que no le importará nada que os la traiga aquí hoy. Ella preparó un riquísimo arroz cuya receta podréis ver si pincháis aquí.


jueves, 17 de octubre de 2013

TARTA DE QUESO CON TOFFEE






Casi un mes sin pasar por aquí...

No puede ser... 

Quería continuar mostrándoos los descubrimientos de este verano y sin darme cuenta,  nos ha cogido de pleno el otoño. 

Ya he perdido el bronceado tan favorecedor que tenía y ahora tendré que acostumbrarme de nuevo a tener que maquillarme todas las mañanas para disimular un poco ese moreno aceituna que se me va poniendo conforme avanza la nueva estación.

Esta tartita de queso ha sido otra de las recetas que también he explotado en estos días de estío: la hice para merendar en casa de mi amiga Marta, cuando fuimos a la feria de Villanueva de la Concepción; también la llevé de postre a Algeciras cuando visité a mi tía Caty; para la fiesta de cierre de piscina que hacemos en la urbanización...

 Y para la cena que nuestros queridos amigos Ángel e Idoya nos prepararon con todo su cariño. Un delicioso salpicón portugués y una estupenda lasaña acompañaron esta tarta, que casi no pudimos probar porque no paramos de comer y de beber. Se quedaron con un buen trozo para merendar al día siguiente y sobre todo, para que Ido, que es una maravillosa fotógrafa, me sacara una foto chula y así poder enseñaros el corte. 

Y realizó la preciosa foto que podéis ver al comienzo de esta entrada. 

¡¡¡Me encanta!!!! 

La nombraría fotógrafa oficial de La Flor de la Canela, si no fuera porque Benalmádena me pilla un poco a contrapelo cuando hago la comida, y tengo el móvil así como más a mano. Lo mismo le propongo una colaboración especial de vez en cuando, como los artistas cuando salen esporádicamente en una serie...

¿Qué te parece Idoya? ¿Cuento contigo? Ya sé que sí, guapísima (porque además tengo que deciros que es guapísima)


Ésta foto es mía...en fin... bueno... cumple...

La receta de la tarta es la de la New York Cheesse Cake, que preparé para celebrar mi 41 cumpleaños, y podéis ver si pincháis aquí

Lo especial es la salsa de caramelo que le he puesto por encima. Espectacular.. no... Brutal... Incluso sin tarta, la salsita está de muerte, así, mojando el dedito nada más

Precisamente, el lunes fue mi cumple de nuevo y, si bien fue un día corriente en cuanto a trabajo y obligaciones, fue muy especial porque recibí muchísimo cariño y atenciones. Y también regalitos... que a nadie le amarga un dulce. Recibí felicitaciones de mis amigos de la blogosfera por correo electrónico, WhatsApp e incluso una llamada desde Perú que me dio muchísima alegría. Gracias Cyrano, Chusa, Iela, Graciela y Gabriela

Mis compañeros (y amigos) del trabajo, me regalaron una preciosa caja y unas lanitas, que serán responsables de que tenga el blog un poquito más abandonado si cabe. Mi querida Ana se volvió completamente loca y me regaló un bolso y unos zapatos y sé que Lluch tiene una sorpresita para mí, pero todavía no hemos podido tomarnos ese cafecito que llevamos prometiéndonos desde el sábado.

Por supuesto mi familia... zapatos, bolso, delicatessen... Ayyyy, yo quiero que sea mi cumpleaños una vez al mes, no me importa nada ir sumando...

Y mis preciosas niñas me hicieron un dibujo y un bizcocho sorpresa. 
No puedo imaginar un mejor cumpleaños.

Con mis niñas y mi prima Carmen precelebrando el cumple el viernes anterior, mis nuevas lanitas y mi preciosa mujercita con su bizcocho recién sacado del horno (ella solita, solita)

Cómo observaréis soy única en esto de enrollarse como una persiana así que sin más dilaciones vamos a por la receta de la crema de mantequilla salada.

INGREDIENTES

150 gr. de azúcar
25 gr. de mantequilla
100 ml. de nata líquida
1/2 cucharadita de sal gruesa o en escamas

(A ver, todas estas medidas son orientativas, ya que puedes jugar con la cantidad de cada ingrediente en función de si te gusta más o menos espesa)

PREPARACIÓN

Ponemos en un cacito el azúcar y con el fuego no muy fuerte vamos calentando hasta que se haga el caramelo. Una vez fundida toda el azúcar (¿o fundido todo el azúcar? ahhhhh, por favor, ayudaaaaaa a los filólogos que me lean) apartamos el cacito del fuego y vertemos la mantequilla que habremos cortado en trocitos. Mezclamos bien hasta que se integre (cuesta, ¿eh?) y entonces añadimos la nata, removemos, metemos en un frasco y a enfriar. Entonces espesará un poco y podrás utilizar como mejor te venga. 

Si la mantienes en un frasco hermético puede durar hasta un mes en la nevera y si necesitas ponerla un poco más líquida, ponla unos segundos en el microndas.

 Puedes usarla en crepes, bizcochos, natillas... Con la tarta de queso, es un pecado mortal, pero no sufras por la penitencia...








jueves, 26 de septiembre de 2013

TABOULÉ CON GRANADAS







Si en la entrada anterior os contaba que el brownie ha sido el dulce estrella de este verano, hoy os traigo un taboulé, nuestra ensalada fetiche:

Que íbamos a la playa o al campo y llevábamos la comida ... taboulé.

Que nos invitaban a alguna fiestecita, de ésas en las que cada uno lleva algo para picar ... taboulé.

Que no tenía muchas ganas de cocinar y quería hacer algo rápido ... taboulé.


... Y así,  hasta el infinito y más allá, podría poneros ejemplos de todas las situaciones en las que hemos preparado taboulé este verano. Porque teniendo la sémola en casa, las posibilidades son infinitas.

Por eso, cuando mi tía organizó una comida familiar para ir despidiendo el verano, una de los platitos que preparé podéis adivinar cuál fue.

No puedo dejar de contaros que se ha convertido en tradición familiar pasar unos días del verano en un pueblo cerquita de Málaga, en Coín. Mis padres o mis tíos alquilan una casa en el campo y allí los niños disfrutan un montón, todo el día en remojo en la piscina, hechos unos auténticos salvajes y los mayores nos relajamos un poquito del estrés de la ciudad, que falta nos hace. 

En esta casa había un par de granados lindísimos, que ya a mediados de septiembre tenía los frutos en un punto ideal de madurez, y se me ocurrió coger un par de granadas para incorporarlas al cous cous. 

Fue todo un éxito. A cada bocado se sentían los granitos crujientes de la fruta, que le dio un toque muy especial. 

Recomendable, recomendable.

El verano pasado, mi amiga Chusa nos ofrecía en su Lareira un maravilloso Taboulé veneciano. Yo os traigo este año un Taboulé coíno, un poco menos glamouroso, pero no por ello menos rico y refrescante.
 
   Puesto que en Málaga nos encontramos viviendo el famoso "veranillo de San Miguel" y los calores no dejan de apretar, seguro que a más de uno le apetece tomar una ensaladita, así que vamos a la receta

INGREDIENTES:
  • Cous Cous (del precocido, que se hace en cinco minutos)
  • Cualquier ingrediente con el que os guste acompañar la sémola. Yo suelo poner tomate, cebolla, pimiento, pepino, maíz, aceitunas negras, atún, huevo duro... 
  • Granadas (opcional, pero no dejéis de probarlo)
  • Sal 
  • Pimienta
  • Aceite
  • Vinagre (la receta original lleva limón, pero cuando lo preparo para mucha gente prefiero poner un poco de vinagre porque el limón le da un sabor muy intenso, aunque a mí me encanta)


PREPARACIÓN

Hacemos la sémola según las instrucciones del paquete. Yo no me complico mucho la vida, para un vaso de sémola, un vaso de agua y un dedito más. Calentamos el agua en el microondas con un pellizco de sal y un chorrito de aceite, echamos la sémola y dejamos que esponje (unos cinco minutos), ponemos unos trocitos de mantequilla, removemos bien y listo para usar.

Troceamos los demás ingredientes, mezclamos con la sémola, aliñamos y a comer.

Y para que veáis que no sólo de cous cous y ensaladas vive esta familia, os dejo una fotito del comienzo de la barbacoa que acompañó a mi taboulé. 

Luego no pude hacer más fotos, porque un entrecot me tuvo bastante entretenida...Qué le vamos a hacer... una que es débil...




lunes, 2 de septiembre de 2013

BROWNIE SEIS (O CINCO) MINUTOS



¡¡¡Ya estamos de vuelta!!!





¿Cómo han ido esas vacaciones?

Aquí ando disfrutando de los últimos coletazos de descanso estival y organizando la entrada al cole, que en Málaga será el próximo 10 de septiembre.

Cuando el jueves le dije a mis hijas que me quedaban unos días de vacaciones, me pusieron una carita de pena que me dejó pasmada
 ¡¡¡Ay, por favor, criar hijos para esto!!! 

La aclaración vino pocos segundos después: "Mami, es que una semana después de que cojas estas vacaciones, empieza el cole... y no queremos.... estamos disfrutando un montón..."

Ésta ha sido la palabra fetiche de este verano.

 "Disfrutar"

 -  Chicas, tenemos que ir a comprar...- Ay mamá, que comprando no disfrutamos...

- Chicas, ¿queréis apagar ya la maquinita?... - Ayyyy mamá, no nos estás dejando disfrutar de nuestra Nintendo.

- Chicas, no podéis comer más helado... Mamáaaaa, hay que ver que no nos dejas disfrutar de nuestro postre preferido.

- Chicas, ¿queréis salir ya de la piscina, que ha refrescado?... Brrrmamá, brrrrno tenemosbrrr frrrrrríiiooo, brrrr, déjanos disfrutarbrrrr un poquito más de la brrrrpiscina....

El colmo ha sido esta noche cuando, una vez listas para acostarse, voy a llevar a Manuela a su dormitorio y me dice con mucha propiedad "No mamá, hoy duermo en tu cama, porque sólo nos quedan unos días antes de que empiece el cole para poder disfrutar de tu dormitorio..." 

Y tan panchas se han metido en mi cama. 

Y me temo que así estaremos hasta el día 10, teniendo que hacer el traslado de cada una a su dormitorio antes de acostarnos. No vayan a pensar que sus padres no quieren que disfruten de los placeres del verano.



Mi preciosa pastelera. A Candela, en plena fase preadolescente, no tuve narices de sacarle una foto.

  Y si "disfrutar" ha sido nuestra palabra fetiche, la receta de este verano, indiscutiblemente, ha sido el brownie en todas sus variantes.

La idea la tuvo Manuela al ver un capítulo de "Peppa Pig" en el que hacían una tarta de chocolate. Ni corta ni perezosa, mi disfrutona hija se metió en la cocina y se puso a buscar los ingredientes. Debatiéndome entre alentar su iniciativa y dejarla experimentar y mantener la cocina en un estado aceptable de salubridad e higiene, decidí quedarme con ella de apoyo logístico en el proceso de elaboración y nos dispusimos a hacer una receta de brownie al microondas que hace tiempo me enseño mi amiga Marta.

Nos salió un dulce fabuloso, tanto por su sabor como por la rapidez y sencillez de su elaboración, y a partir de ese momento, nos ha acompañado en varias de las celebraciones y reuniones que hemos disfrutado este verano.

¡Allá va!


Manuela quería enseñaros su pastel y su cuadro. En la otra foto podéis apreciar el saqueo al que fue sometido el brownie nada más salir del microondas.



INGREDIENTES

  • 3 huevos
  • 200 gr. de chocolate para fundir
  • 100 gr. de mantequilla
  • 100 gr. de azúcar
  • 75 gr. de harina bizcochona
  • Nueces (opcional)

PREPARACIÓN

Fundimos la mantequilla junto con el chocolate en un bol en el microondas. Tenéis que hacerlo de 30 en 30 segundos, para que el chocolate no se queme e ir removiendo hasta que veáis que el chocolate está completamente fundido e integrado con la mantequilla

En otro recipiente batimos los huevos y añadimos el azúcar y la harina y removemos bien. Añadimos la mezcla de chocolate y mantequilla y batimos.

Vertemos la mezcla en un recipiente apto para microondas, ponemos las nueces si así lo hemos decidido y calentamos durante 6 minutos.

Posiblemente veáis en otras páginas que lo cocinan durante cinco minutos, pero a mí se me quedaba poco hecho. Dependerá de la potencia de cada microondas. Más tiempo tampoco es conveniente porque se quema muy fácilmente, así que aunque veáis que por los extremos se queda un poco húmedo, no insistáis y sacadlo así, a los seis minutos de la cocción.

Este postre como más bueno está es recién sacado, a cucharada limpia, que fue como Manuela y yo dimos cuenta de él. Si tenéis helado de vainilla, ya puede ser el acabose, y puede que alguno de vosotros incluse llore de la emoción. Pero en frío también está riquísimo.

Y si tenéis alguna celebración un poco especial y queréis que quede más bonito podéis prepararlo en recipientes individuales.




Como podréis imaginar, este verano la "Operación bikini" no ha tenido lugar y se ha tenido que transformar en "Operación escondeelmichelín"

Un besito para todos, me alegro un montón de estar de nuevo por aquí.

lunes, 8 de julio de 2013

FLAN DE HUEVO TRADICIONAL Y... ¡¡¡ME VOY DE VACACIONES!!!



Recordaréis de mi entrada anterior lo contento que mi Manuel se ponía sólo ante la visión de ese fabuloso codillo y la felicidad que embargaba a mis hijas cuando empezaban a oler a asadito por toda la casa.

Como podéis imaginar la autoestima de la aquí presente se elevaba en la misma proporción que la grasilla que iba ingiriendo, mientras recibía todo tipo de comentarios halagüeños.

Pues hoy os voy a mostrar la otra cara de la moneda... Muy duro, muy duro... no sé si seré capaz de terminar la entrada sin atacar la tableta de chocolate para ahogar mis penas.

Y es que hace unos días, a mi querido esposo se le antojó un flan.
 Se acercó, todo almíbar a la cocina, para decirme que ¡Hay que ver! con lo que a él le gusta el flan, y nunca le preparo ninguno... 

Levanté la ceja, le miré... o le miré y levanté la ceja, no recuerdo bien y pensé para mis adentros ("veremos a ver si se lo come"). 
Pero no dije nada, que luego todo se sabe. 
Aproveché la oportunidad que se me brindaba para investigar un poco en esto de los flanes y de paso entretener a Manuela, que ya no sabía qué hacer esa tarde con ella.

Allá que nos dispusimos a preparar flan a papá. Cogí un libro de recetas de los que tengo por ahí arrumbado, investigué un poco por Internet y ví muchas recetas de flanes de todo tipo. 

Pero yo quería el de toda la vida. Por fin dí con una receta que me convenció y me atreví con ella mientras Manuela metía la cucharilla en el mejunge y disfrutaba un montón haciendo un flan, casi casi, ella solita.

Delicioso... y al día siguiente aún más... y con nata montada ni os cuento...

Pero.... aunque no os lo creáis, hay un pero.... a la otra mitad de mi familia les gusta más el flan de sobrecito... Y ésta es la carita que se me quedó cuando, al probarlo, mi marido y mi hija mayor me dijeron que no me complicará la vida, que los flanes esos, los de polvitos, estaban superbuenos...



Sobran las palabras. Flanes de sobrecito... a mí.... 

Menos mal que a mi Manuela le encantó el flan que hizo con su mami y las dos, mano a mano, hemos dado buena cuenta de él. 

Y a mis otros dos, les compraré un paquetillo de Royal, flan chino Mandarín o cualquiera de éstos, porque no cuesta nada hacerlos felices y todos tan contentos.




INGREDIENTES

  • 4 huevos enteros más una yema
  • 500 ml. leche entera
  • 10 gr. de Maizena (harina de maíz)
  • 150 gr. de azúcar
  • Ralladura de limón o esencia de vainilla (opcional)
  • Caramelo líquido para bañar los moldes


PREPARACIÓN

Mezclamos todos los ingredientes (menos el caramelo) y colamos para evitar los grumos. Vertemos en los moldes que habremos caremelizado previamente. 
Precalentamos el horno a 150º e introducimos los vasitos al baño maría. Dejamos unos 40 minutos o hasta que se hayan cuajado.

Al cocer con el horno bajito nos quedarán los flanes más lisitos, sin burbujitas, como a mí me gustan. Aunque hay quien prefiere estas burbujitas. Si tú estás en ese caso, hornéalos a mayor temperatura, a unos 180º y reduce el tiempo de cocción.




Ahora quisiera comentaros que este verano voy a estar un poco más desconectada y en principio (salvo que me dé un ataque de necesidad blogueril aguda), voy a dejar descansar un poco este rinconcito.

Eso sí, no dejaré de visitaros siempre que pueda, que me encanta teneros cerca.

¡¡¡BESOS!!!!

jueves, 13 de junio de 2013

CODILLO ASADO






Hoy traigo una recetas de las que gustan a mi Manolo. 

De vez en cuando tengo que apaciguar mi fiebre pastelera y preparar un buen guiso o un asado para que no se me enfurruñe y me diga que nunca le hago nada a su gusto... que tratándose de la cocina, sólo pienso en las niñas y en mí... que a nosotras nos encantan los bizcochos, pero a él no ... (léase con tono lastimero y apesadumbrado)

 En momentos así pienso en las personas que me preguntan si quisiera tener un tercer hijo e ir a por el niño... Y yo me sonrío y pienso para mis adentros: "pero si ya lo teeengo, y además, bien criadiiiitooooo". 
No puedo pedir más. Somos una familia de lo más completita.

Ironías aparte (¿o no tan ironías....?), con sólo ver la foto, a Manolo le ha cambiado la cara y ha puesto una sonrisa descomunal. 
Es tan fácil hacerle feliz. 

Porque es una receta francamente fácil y da un resultado majestuoso. 

Nosotros el codillo lo preparamos normalmente para comer en fin de semana. Y es toda una fiesta sentir el olor que va quedando en casa mientras se está asando, ver las caras de felicidad de los tres cuando saco la bandeja y el gesto de satisfacción de Manuela mientras se chupa los dedos después de comer "este pollito tan rico", como ella lo llama. Candela ni habla, se queda sin palabras... sólo se oye "Uhmmmmm", con su variante "uhmmmm, maami" combinado en ocasiones con un sonoro "slurrrppp", dependiendo de si coge la servilleta u opta por imitar a su hermana...

Como se van acercando los calores y sé que a mucha gente le da pereza encender el horno (yo tengo que ser masoquista, porque no dejo de utilizarlo), no deberíais dejar mucho tiempo para preparar esta receta. Sé que os va a gustar.


INGREDIENTES

  • 4 codillos de cerdo (si sobra podéis hacer croquetas y ya tenéis la cena)
  • Patatas medianitas y cebollas al gusto
  • Sal y pimienta
  • Ajo y cebolla molidos
  • Aceite de oliva
  • 1 hoja de perejil
  • 1/2 vaso de vino blanco

PREPARACIÓN

Cocer en la olla rápida los codillos con agua, sal y la hoja de laurel durante media hora. No es necesario que el agua cubra la carne. Yo doy este paso para así ablandarlos ya que si no tendrían que pasar mucho más tiempo en el horno. Guardamos el caldito que se forma.

Pelamos las patatas y las cebollas.

Precalentamos el horno a 200º.

Cuando ya estén cocidos, cogemos la placa del horno, la embadurnamos de aceite y ponemos los codillos sobre ella. Los rociamos con aceite, y ponemos las especias y la sal al gusto. Damos la vuelta y repetimos el proceso.

Ponemos en la bandeja las patatas, que a mí me gusta dejar enteras si no son muy grandes, y las cebollas partidas por la mitad y también espolvoreamos de sal y especias.

Ponemos el caldo que se ha formado al cocer los codillos y el vino blanco que cubra el fondo de la bandeja, pero una capa finita que iremos reponiendo de caldo conforme se vaya secando para que junto con el jugo de la carne se forme una salsita.

Horneamos durante una hora, dando la vuelta a la carne a la media hora. Como cada horno es un mundo aconsejo que deis una miradita de vez en cuando y lo saquéis cuando el codillo esté doradito y las patatas tiernecitas. No olvidéis rociar con el caldo, que no se quede seca nunca la bandeja.





En esta ocasión, como había espacio en la bandeja, completé con unos muslos de pollo. 

¡¡¡Mi gente ya no sabía dónde acudir...!!!!


sábado, 25 de mayo de 2013

BIZCOCHO A LAS TRES LECHES Y ESTUDIO SEMÁNTICO DE LA PALABRA EN CUESTIÓN





Cuando vi el nombre de este bizcocho, ya intui que me iba a dar bastante juego.

 Eso de "las leches", en este castellano nuestro, invitaba a una mente calenturienta como la mía y con propensión a enrollarme más que una persiana, a hacer un tratado acerca de las diferentes acepciones que en nuestra lengua podría tener la palabra "leche". 

Al comentarlo con mi marido me dijo que Arturo Pérez Reverte había escrito un artículo estupendo con otra palabra muy nuestra también, aunque por su carácter malsonante y temiendo que jóvenes mentes lean esta entrada, no voy a repetir aquí. Pero sí que os voy a dejar el enlace por si alguien quiere pasar un buen rato y disfrutar de este maestro de las palabras. Aquí podéis leerlo.

A sabiendas de que jamás podré emular su ingenio, me abalancé sobre la RAE y me dispuse a estudiar las diversas acepciones que podemos encontrar de la palabra leche. La verdad es que me llevé una gran sorpresa y me lo pasé pipa.

Por ejemplo, cuando un bizcocho me sale estupendo digo: "Anda Laly, eres la leche", pero cuando ha sido un estropicio, se puede escuchar en mi cocina a voz en grito ..."La leche que me dieron..." y me quedo tan agusto.

Si alguien se da un golpe decimos que se ha dado una buena "leche" y tener que madrugar "es una leche".

También podemos quejarnos: "¡¡¡Leche, que lento va hoy el ordenador!!!" o expresar que alguien tiene mala intención, mal humor o "mala leche"

Y si ya nos vamos a nuestros refranes o expresiones populares, podría no acabar:

"A la leche, nada le eches"

"El que se quemó con leche hasta la cuajada sopla"

"En mayo, leche y miel hacen al niño doncel"...

Pues todo esto se me vino a la cabeza cuando en el foro de MundoRecetas le vi a Sunflower este maravilloso bizcocho. En su blog "La panadería de Carmela" podéis leer su receta, y a continuación la mía con insignificantes variaciones.







INGREDIENTES:

  • 4 huevos
  • 120 gr. de azúcar
  • 140 gr. de harina bizcochona
  • 10 gr. de maizena
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
  • Mantequilla y pan rallado para engrasar el molde
  • 200 ml. de leche evaporada
  • 200 ml. de leche condensada
  • 200 ml. de nata
PREPARACIÓN CON THERMOMIX

El bizcocho es el clásico genovés, que elaboramos de la siguiente forma:

Precalentamos el horno a 180º y engrasamos el molde con mantequilla y pan rallado.

Ponemos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso el azúcar, los huevos y la vainilla. 

Programamos 6 minutos, temperatura 37º, velocidad 3 1/2. Quitamos la temperatura y programamos 6 minutos más a la misma velocidad. 

Añadimos la harina y la cucharada de levadura y programamos 10 segundos velocidad 2 1/2. 

Untamos un molde con mantequilla y espolvoreamos con pan rallado. Precalentamos el horno a 180º y horneamos unos 25 minutos.

Desmoldamos el bizcocho aún caliente y le damos la vuelta y volvemos a meterlo en el molde, con la base hacia arriba. Pinchamos con un palillo y le hacemos varios agujeros

Mezclamos en el vaso la leche condensada, la evaporada y la nata y cuando estén bien integradas, vertemos sobre el bizcocho y dejamos éste en el molde para que empape bien.

Cuando lo haya absorbido completamente (más o menos una hora) lo desmoldamos y decoramos a nuestro gusto.

PREPARACIÓN TRADICIONAL

Precalentar el horno a 180ºC. 

Engrasamos el molde con mantequilla y pan rallado.

Separamos las yemas de las claras de los huevos y reservarmos las claras aparte.Tamizamos la harina y la maizena y reservamos.

En un recipiente grande, batir con ayuda de una batidora de varillas el azúcar con las yemas de los huevos, unos 5-10 minutos, hasta que quede muy esponjoso. Añadir la vainilla y batir un poco más. 

Batimos las claras con la batidora de varillas hasta que alcancen el punto de nieve. 

Echamos un par de cucharadas de la mezcla de harinas y una de claras montadas a la masa de yemas y azúcar y mezclamos suavemente. Vamos añadiendo hasta terminar la harina y las claras.

Mezclamos la nata y las dos leches y continuamos el proceso como he explicado anteriormente.


Esta es la aplicación de cupcakes que hice en el mantelito.



Es un bizcocho jugoso y denso. Bastante intenso. Como imaginaréis no es de los que utilizamos para mojar en el café, ya está bastante empapadito ... y  entonces habría que cambiarle el nombre y llamarlo bizcocho al café con tres leches y ya es rizar mucho el rizo.

Delicioso como postre o para la merienda, no dejéis de hacerlo. Tengo que probarlo con otro tipo de bizcocho, imagino que también estará buenísimo.

Besitos y buen finde.