domingo, 27 de noviembre de 2011

TRENZA DE HOJALDRE y dos fabulosos premios

  

   Existe una parte de la población femenina, en la que me incluyo, que se siente especialmente orgullosa cuando compra algo muy baratito. Una conversación muy  frecuente en este tipo de mujeres podría ser ésta: 
  • Chica, estás moníiiiisima con ese vestido tan bonito.
  • ¿Verdad que sí?, pues no te puedes imaginar lo que me ha costado
  • No, ¿Cuánto?
  • Pues sólo “taitantos” euros.
  • Ohhh,!!!!, Ahhhhh!!!! No me lo puedo creer!!!!  Vaya chollazo!!!! 

  Éstas y multitud de exclamaciones más de ese tipo se suceden, para orgullo y regodeo de la afortunada compradora. Eso sí, siempre con alguien que te cae bien porque si no, la conversación toma otro cariz, y vendría a desarrollarse más o menos así: 
  • Y ese vestido…? (Imagínese a la susodicha levantando la ceja y con tonillo de envidia recalcitrante.)
  • Pues ya ves. A veces tenemos que darnos algún caprichito. Era prohibitivo, pero mi marido insistió y no me pude resistir.
  •   
 Y te quedas más ancha que larga.

 Pero éstas son las menos veces. La verdad es que lo que más nos gusta es que se nos reconozca como excelentes compradora e iconos de la moda “prêt à porter”.

Antes de que alguien me pueda decir que no he contado con los hombres en esta historia, les voy a conceder una parcelita de protagonismo, que luego se me enfadan. El tema sería algo como esto: 
  • Hola “Fulanito”, mira que pedazo de reloj me he comprado.
  • Chulíiisimo tío. ¿Te ha costado muy caro?
  • Pues no, la verdad, estaba bien de precio.
  • Que guay. ¿Has leído en el periódico que la prima de riesgo de Grecia, tatatá, tatatá ... 
Y aquí se termina todo. No hay color, ¿eh?





Salvando las distancias, esto es algo que podemos extrapolar al ámbito gastronómico. Resulta tremendamente halagador, cuando realizas un plato que no te ha costado ningún esfuerzo y a la gente le encanta.



En estos casos, escucharíamos:
  • Ayyyy Laly, que cosa más rica…. Vaya manos que tienes…
  • Pero nena… si esto se hace en cinco minutos, es superfácil…
  • Eso lo dices tú, que sabes hacer de todo, pero yooooo…
  • Que sí mujer, que sí, no te equivoques, que esto lo hace hasta un niño pequeño. 
   (Tengo que decir en su descargo que aquí los hombres son mucho más expresivos. De hecho,  algunos  son mis fans nº1 y no dejan de honrarme con sus halagos)
 
   Todo esto para introduciros en mi fabulosa experiencia con las trenzas de hojaldre. Lo vi por primera vez en el blog “Las flores de Florelila” y a pesar de que Toñi nos contó que las había hecho su hija (con fotos preciosas que daban fe del hecho), yo no confié plenamente en mis capacidades artísticas y ni lo intenté.

   Pero hace poco tiempo, volví a ver la receta en el blog de Raquel “Colecciona recetas” y ya me picó la curiosidad. Después de hacerle varias consultas, a las que me respondió con todo el cariño del mundo, me animé, me lie la manta a la cabeza y la preparé para homenajear a Esperanza, amiga y compañera de trabajo, que celebraba su cumpleaños. Le encantó (aunque las de Toñi y Raquel estaban mucho más bonitas)

   Ellas las preparaban con crema de cacao (Nocilla o Nutella, lo que más te guste), pero podéis imaginar que las posibilidades son infinitas. El hojaldre está bueno con todo, dulce o salado, es cuestión de echar imaginación al asunto.


MENUDO DESCUBRIMIENTO!!!!!





   No resulta fácil, no. Es menos que fácil, es facilísimo y lo mejor de todo es que quedas como una auténtica reina (o rey) en menos de 30 minutos (y 20 son de horno). Así que, preparados, listos y yaaaaa… quiero ver a todo el mundo horneando estas deliciosas trenzas de hojaldre. 

INGREDIENTES:
  • Una plancha de hojaldre (mejor si es rectangular, así no tienes que andar recortando. Las mejores son las del Lidl)
  • Nocilla o Nutella o crema de cacahuetes, o frutos secos con crema pastelera, o … lo que se te antoje.
  • Azúcar glass para espolvorar.
  • Yema de huevo para pincelar. 

PREPARACIÓN:

   Exactamente lo que veis en el cuadro de abajo. Extendemos la capa de crema sobre el rectángulo de hojaldre y a continuación hacemos con un cuchillo unos cortes en oblicuo hasta llegar a la crema.


  

   Comenzamos a trenzar, doblando en primer lugar la parte de arriba del hojaldre para así cerrar la trenza y luego vamos montando una tira de un lado sobre la crema y una tira del otro lado sobre la tira anterior y así sucesivamente hasta terminar con el hojaldre. La trenza la cerraremos por la parte de abajo igual que hemos hecho por arriba.



   Pincelamos con huevo batido. Mientras hacemos la trenza habremos calentado el horno a 200º y cuando alcance la temperatura bajamos a 180º y metemos la bandeja del horno a media altura. Dejamos hornear durante 20 minutos y si no se ha tostado mucho podemos subir un poquito la bandeja hasta que quede a tu gusto.

Y ya está. ¿Qué os parece? 



Como he comentado antes, esta preparación admite multitud de rellenos.
En este caso rellené el hojaldre con queso de untar a las finas hierbas, salmón, queso de cabra y alcaparras.

La próxima que tengo en mente irá con una bechamel espesita, champiñones, puerro y pollo.

Y por ahí tengo una crema de caramelo y un crocanti de almendras que creo que será nuestra próxima merienda.
¿O la haré con la crema de castañas que tengo reservada para las navidades?, ¿qué tal con manzana y canela?

Ayyyy, que estrés!!!!

   A riesgo de parecer más pesada que una vaquita en brazos quiero aprovechar esta entrada para dar las gracias a dos blogueras maravillosas que me han obsequiado con unos premios preciosos y sobre todo con su cariño y reconocimiento.
 
   Éstas son:
    Nieves del blog "Igloo Cooking", del que soy una de sus cientos (o miles) de fans nº 1, por su simpatía, su creatividad, su cercanía... y sobre todo, porque está riquísimo todo lo que hace. 
  Isabel del blog Lamboadas de Samhaim al que he conocido gracias a este premio y al que ya me estoy enganchando pues estoy encontrando ideas muy interesantes y recetas exquisitas.
   Cuando empecé con esto del blog no sabía en qué consistían estos premios. Por lo que he ido deduciendo es una forma de que nos vayamos conociendo todos y a su vez permitir que otras personas nos conozcan. Así que ahora yo tendría que premiar a otra serie de blogs que me gustasen.
 
 
   Pero me encuentro con un serio problema. Por un lado, la mayoría de los blogs que sigo no participan en estas cadenas de premios y por otro, no sería capaz de nombrar sólo a diez. Tendría que estar una semana dedicándome a premiar, porque para mí todos los blogs que sigo tienen algo especial.
 
 
  
   Se me ocurre una solución intermedia. En cada entrada nombraré un blog, en el que explicaré qué es lo que destacaría de él. Así seguro que no se me queda nadie en el tintero, sería algo que no me perdonaría.
 
 
  
   Gracias chicas por acordaros de mí y gracias a todos los demás por aguantar la perorata, creo que cada vez voy a peor, jajaja
  

      Besitos


miércoles, 16 de noviembre de 2011

CREPES RELLENOS DE REQUESÓN Y ESPINACAS


   Vaya mes de noviembre más poco productivo que estoy teniendo. Entre el cumpleaños de la pequeña, los exámenes de la grande, los cambios de ropa en los armarios (mi mayor pesadilla, junto con la plancha...), los cumpleaños de los amiguitos, los acontecimientos familiares... Eso, sin contar con la vorágine del día a día, del trabajo a las actividades extraescolares; mientras hacen Kárate, a la compra y de allí a preparar la comida del día siguiente y... ayyyy, que se me quema la cena, y ¡MAMÁAAAA, QUIERO SALIR DE LA BAÑERA!!!!!! y ... y... ¿y mi marido, pobre mío, dónde lo habré dejado?

   Cómo, a veces, tengo la sensación de que a mi Manuel (mi santo, como diría Elvira Lindo al referirse a Antonio Muñoz Molina) lo voy desplazando poquito a poco, el otro día me propuse sorprenderle con un plato muy especial. Tenía en casa espinacas y requesón a punto de caducar, ya sabéis que utilizar ingredientes "in extremis" es mi especialidad (quizá ya estuviera caducado, pero muy poquito ¿eh?). Y recordé un plato que preparaban en un restaurante italiano que frecuentábamos cuando estábamos solteros, los manicotti con requesón y espinacas. Deliciosos, desde entonces no los había vuelto a probar. Luego caí en la cuenta de que a la que le gustaban era a mí, pero bueno, eso es anecdótico, lo realmente importante es que lo iba a preparar en su honor.








   Cuando nos disponíamos a cenar y, aquí el cónyuge, carnívoro declarado, vió lo verdecito que era el relleno, no se le ocurrió otra cosa que decirme:

- "Bueeeenooooo, la verdaaaaaaadddd... me había hecho ilusiones esta noche de cenar hamburguesa con patatas...."

   A lo que yo respondí: "GRRRRRRR....." (sin acritud, que conste....) y envolví con mucho cuidadito mis manicotti, los metí en el frigo y me dispuse a pelar patatas a fin de compensar el abandono al que se había visto sometido estos días atrás.

   Al día siguiente, vamos a comer, saco la bandejita del frigo y me dice "Vaaaayaaaa, y a mí que me apetecía ese restito de fabadita que quedó del otro día". Vuelta la bandejita al frigorífico, calentamos la fabadita y yo bien calladita por que si hablo,  reviento.

Llega la hora de la cena, me remango y le planto el platito con el manicotti de las narices. Lo prueba... Se le ilumina la cara y me dice "Pero bueno, que cosa más rica, esto está de vicio, ¿Cómo no lo has hecho antes?" y lo devoró y repitió y me pidió más al día siguiente...
   ¿A qué pensábais que esta historia no iba a tener final feliz? Pues sí que lo tuvo, y yo más contenta que unas pascuas...

   Esta vez los hice como lo preparaban en el restaurante, con crepes, pero esta receta se puede elaborar perfectamente con pasta para canelones. Iba a intentar explicar en esta entrada la diferencia entre canelones y manicotti, pero como, en mis concienzudas labores de investigación, no lo he visto muy claro, mejor dejo el título como está, crepes con espinacas y requesón, que voy a conseguir que mi madre me desherede por hija plomazo.

   Chusa, a lo mejor tú nos puedes dar alguna orientación al respecto. Dejo la pelota en tu tejado, con todo mi cariño.

¿Que todavía no he puesto ni siquiera los ingredientes? Pues allá van.

INGREDIENTES

Para los crepes

250 gr. de harina
4 huevos
50 gr. de mantequilla
1/2 litro de leche
Una pizca de sal

Para el relleno

1 bolsa de espinacas frescas o un paquete de espinacas congeladas.
200 gr. de requesón
Piñones, pipas, nueces picadas... (lo que tengáis a mano).
Queso rallado.
Aceite.
Sal y pimienta.


Para la bechamel 

  • 500 gr. de leche

  • 50 gr. de harina

  • 50 gr. de mantequilla

  • 1 cucharada de aceite

  • Sal, pimienta y nuez moscada




  • PREPARACIÓN
       Para hacer las crepes, derretimos la mantequilla en el microondas y mezclamos en un bol la harina, la sal, la leche y los huevos, batiendo bien para no dejar grumos (usad la batidora sin pudor).
       En algunas recetas podréis ver que dejan una hora de reposo. Yo no lo hice y quedaron estupendas.
       Ponemos un poco de aceite en una sartén antiadherente, dejamos que se caliente a fuego medio-alto, removemos bien la masa y vertemos un cucharón en el centro de la sartén. Movemos rápidamente de forma circular, para que se distribuya por toda la sartén y esperamos unos minutitos hasta que se dore por abajo. Cuanto más finitas hagáis las crepes, más ricas están. Le damos la vuelta con cuidado (yo utilizo la espátula y un tenedor) y doramos por el otro lado.

       La primera crepe que sale es horrible. No os preocupéis, pasa siempre, luego van mejorando y la última dan ganas de enmarcarla. Nos comemos la fea a pellizcos mientras hacemos las otras y así no quedan huellas del estropicio.

       Una vez doradita por ambos lados, la sacamos de la sartén, la colocamos en un plato, limpiamos la sartén, echamos otro poquito de aceite y repetimos el proceso hasta acabar con la masa.
       Insisto, podéis utilizar canelones, es mucho más rápido, aunque a mí me gustan más así.

       Preparamos el relleno de la siguiente forma:

       Si hemos comprado las espinacas frescas, cocemos con un poco de agua con sal. Si van a ser espinacas congeladas, pues... descongelamos. Sofreímos una cebolla mediana y un par de dientes de ajo, rehogamos con las espinacas, añadimos los frutos secos,  el requesón y el queso rallado y le damos unas vueltecitas para que se integre todo. Reservamos.
      
    Preparamos la bechamel

       Por el método tradicional, calentamos la mantequilla en una cacerola, añadimos la harina de golpe, retiramos del fuego y removemos intentando quitar los grumos (o con la batidora). Calentamos un poco de leche y la incorporamos a la harina, volvemos a poner al fuego y vamos añadiendo leche poco a poco mientras batimos con unas varillas hasta que hayamos empleado toda la leche. Añadimos sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

       Preparación en thermomix. Ponemos en el vaso todos los ingredientes. Programamos 8 minutos, 90º y velocidad 4. Si vemos que queda poco espesa, programamos unos minutos más.

       Por último, (síii, ya termino...) extendemos el relleno en cada una de las crepes, envolvemos dando forma de rulito y colocamos en una bandeja. Vertemos la salsa bechamel sobre ellas y espolvoreamos con queso rallado (yo suelo usar mozzarella o cuatro quesos) y metemos al horno para gratinar.




       ¿Qué os parece? ¿A qué tiene buena pinta?










    domingo, 6 de noviembre de 2011

    HALLOWEEN Y DÍA DE LOS SANTOS 2011



       Ésta va a ser una entrada un poco particular. Cómo veis voy con una semana de retraso, soy incapaz de organizarme con tiempo para las celebraciones y al final termino haciéndolo todo de prisa y corriendo a última hora. Pensaba no subir todavía estas fotos al blog, quería esperar a que llegara un momento más adecuado puesto que ya ha pasado Halloween y la festividad de todos los Santos. Pero por aclamación popular (vamos, mi hermana y mi tía) se ha decidido que suba las fotos al blog y más adelante prepare las respectivas entradas con las recetas. Están impacientes por enseñárselas a sus amigos y compañeros de trabajo y yo... me dejo querer.


    ¿A que nos quedaron chulas?



       No tengo intención de participar en el debate Halloween versus Día de los Santos. Creo que puede haber sitio para todos. En mi caso, me gusta cocinar y me gusta que mis hijas se diviertan y disfruten y conjugando estas dos necesidades pasamos un puente de todos los Santos fabuloso. Estuvimos la tarde del sábado comprando los ingredientes para preparar los dulces y alguna que otra guirnalda "monstruosa" para la decoración. El domingo por la mañana me metí en la cocina a hornear y no salí hasta las 6 de la tarde, que vino mi amiga Marta a enseñarnos a decorar galletas.

    ¡Que paliza me di!


       ¡Que manos tiene! ¡y qué paciencia! Nos reunimos Marta, Candela (mi hija mayor) con una amiguita y yo y Marta nos fue explicando paso por paso cómo dar forma a monstruos pavorosos con sólo glasa coloreada. Fue muy emocionante ver salir Frankestein de todos los colores y tamaños, glamurosas telas de araña, ojos saltones de vivos colores, lápidas modernistas, momias y aliens varios e incluso un conde drácula con una cara de triste, el pobre...



    El antes y después de Marta y Candela: primero superconcentradas y después, la cara de satisfacción por el deber cumplido (y lo rica que estaba la galleta)


       Lo pasamos en grande. Al día siguiente merendamos con un grupito de amigos y fueron en pandillas, todos disfrazados, a pedir caramelos a los vecinos. Las galletas volaron, de los bizcochos dieron buena cuenta, aunque sobraron un par de pedazos, ya no podíamos comer más. Y lo más importante de todo, los niños disfrutaron de lo lindo y los padres más aún sólo con verlos.



    Fijáos como un simple bizcocho cuatro cuartos puede convertirse en una maravillosa calabaza de Halloween



    Esta terrorífica Tarta Cementerio en realidad es una bica gallega cubierta de chocolate y galletas oreo muy desmenuzadas y decorada con malignas chucherías.



       Al día siguiente, festividad de todos los Santos, vino la familia a comer a casa. Días antes habían llevado flores a los abuelos y ese día lo pasamos tranquilamente en casita haciendo buñuelos. Era una gozada verlos mientras se freían, dándose solitos la vuelta y dorándose. Preparamos las cremitas, los rellenamos y merendamos tan ricamente, todos juntos. Después empezamos a preparar las cosas para retomar al día siguiente el cole y el trabajo.

       Cómo veis, han sido días de "fusión": antiguas tradiciones enlazadas con celebraciones importadas, ambas con un mismo fin, reunirnos en familia o con amigos y disfrutar de la compañía y de la comida, por supuesto.


    Los buñuelos, con nata montada, crema pastelera y crema de chocolate. Riquísimos, deberían comerse durante todo el año.



      Prometo que las receta de las cositas de Navidad las colgaré antes de que llegue... Carnaval, jajajaja.