sábado, 25 de mayo de 2013

BIZCOCHO A LAS TRES LECHES Y ESTUDIO SEMÁNTICO DE LA PALABRA EN CUESTIÓN





Cuando vi el nombre de este bizcocho, ya intui que me iba a dar bastante juego.

 Eso de "las leches", en este castellano nuestro, invitaba a una mente calenturienta como la mía y con propensión a enrollarme más que una persiana, a hacer un tratado acerca de las diferentes acepciones que en nuestra lengua podría tener la palabra "leche". 

Al comentarlo con mi marido me dijo que Arturo Pérez Reverte había escrito un artículo estupendo con otra palabra muy nuestra también, aunque por su carácter malsonante y temiendo que jóvenes mentes lean esta entrada, no voy a repetir aquí. Pero sí que os voy a dejar el enlace por si alguien quiere pasar un buen rato y disfrutar de este maestro de las palabras. Aquí podéis leerlo.

A sabiendas de que jamás podré emular su ingenio, me abalancé sobre la RAE y me dispuse a estudiar las diversas acepciones que podemos encontrar de la palabra leche. La verdad es que me llevé una gran sorpresa y me lo pasé pipa.

Por ejemplo, cuando un bizcocho me sale estupendo digo: "Anda Laly, eres la leche", pero cuando ha sido un estropicio, se puede escuchar en mi cocina a voz en grito ..."La leche que me dieron..." y me quedo tan agusto.

Si alguien se da un golpe decimos que se ha dado una buena "leche" y tener que madrugar "es una leche".

También podemos quejarnos: "¡¡¡Leche, que lento va hoy el ordenador!!!" o expresar que alguien tiene mala intención, mal humor o "mala leche"

Y si ya nos vamos a nuestros refranes o expresiones populares, podría no acabar:

"A la leche, nada le eches"

"El que se quemó con leche hasta la cuajada sopla"

"En mayo, leche y miel hacen al niño doncel"...

Pues todo esto se me vino a la cabeza cuando en el foro de MundoRecetas le vi a Sunflower este maravilloso bizcocho. En su blog "La panadería de Carmela" podéis leer su receta, y a continuación la mía con insignificantes variaciones.







INGREDIENTES:

  • 4 huevos
  • 120 gr. de azúcar
  • 140 gr. de harina bizcochona
  • 10 gr. de maizena
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
  • Mantequilla y pan rallado para engrasar el molde
  • 200 ml. de leche evaporada
  • 200 ml. de leche condensada
  • 200 ml. de nata
PREPARACIÓN CON THERMOMIX

El bizcocho es el clásico genovés, que elaboramos de la siguiente forma:

Precalentamos el horno a 180º y engrasamos el molde con mantequilla y pan rallado.

Ponemos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso el azúcar, los huevos y la vainilla. 

Programamos 6 minutos, temperatura 37º, velocidad 3 1/2. Quitamos la temperatura y programamos 6 minutos más a la misma velocidad. 

Añadimos la harina y la cucharada de levadura y programamos 10 segundos velocidad 2 1/2. 

Untamos un molde con mantequilla y espolvoreamos con pan rallado. Precalentamos el horno a 180º y horneamos unos 25 minutos.

Desmoldamos el bizcocho aún caliente y le damos la vuelta y volvemos a meterlo en el molde, con la base hacia arriba. Pinchamos con un palillo y le hacemos varios agujeros

Mezclamos en el vaso la leche condensada, la evaporada y la nata y cuando estén bien integradas, vertemos sobre el bizcocho y dejamos éste en el molde para que empape bien.

Cuando lo haya absorbido completamente (más o menos una hora) lo desmoldamos y decoramos a nuestro gusto.

PREPARACIÓN TRADICIONAL

Precalentar el horno a 180ºC. 

Engrasamos el molde con mantequilla y pan rallado.

Separamos las yemas de las claras de los huevos y reservarmos las claras aparte.Tamizamos la harina y la maizena y reservamos.

En un recipiente grande, batir con ayuda de una batidora de varillas el azúcar con las yemas de los huevos, unos 5-10 minutos, hasta que quede muy esponjoso. Añadir la vainilla y batir un poco más. 

Batimos las claras con la batidora de varillas hasta que alcancen el punto de nieve. 

Echamos un par de cucharadas de la mezcla de harinas y una de claras montadas a la masa de yemas y azúcar y mezclamos suavemente. Vamos añadiendo hasta terminar la harina y las claras.

Mezclamos la nata y las dos leches y continuamos el proceso como he explicado anteriormente.


Esta es la aplicación de cupcakes que hice en el mantelito.



Es un bizcocho jugoso y denso. Bastante intenso. Como imaginaréis no es de los que utilizamos para mojar en el café, ya está bastante empapadito ... y  entonces habría que cambiarle el nombre y llamarlo bizcocho al café con tres leches y ya es rizar mucho el rizo.

Delicioso como postre o para la merienda, no dejéis de hacerlo. Tengo que probarlo con otro tipo de bizcocho, imagino que también estará buenísimo.

Besitos y buen finde.

lunes, 13 de mayo de 2013

BACALAO CON PATATAS Y BECHAMEL






Hoy me he visto en una encrucijada. La misma de siempre que cocino algo con pescado. Y es que no me gustan las fotos que les hago.

No soy capaz de transmitir con ellas lo apetecible del plato. 

Si a eso le añadimos que compiten con las fotos del bizcocho de fresas de la entrada anterior, el desconsuelo que me invade es supremo. Podría asemejarse al que siento últimamente cuando me peso y pienso que todavía no me he probado la ropa de la temporada que entra... Demoledor...

Tengo pendiente subir unas truchas a la milanesa para caerse de espaldas, un guiso de rape con patatas riquísimo y alguna que otra más anda por ahí. Pero veo las fotos y me entran unas ganas locas de enseñaros la última receta de tarta de queso y manzana que me quedó super cuqui.

Si a eso le añades que el plato es gratinado, entonces échate a morir.

Lo mismo podéis ver en él una lasaña que unos canelones cuando lo que os estoy mostrando en un delicioso plato de bacalao con bechamel como es el caso de la entrada que nos ocupa.

Esta receta la conocí casi a la vez que a mi marido. Fue uno de las primeras comidas que hizo su madre una vez que me invitaron a comer a casa y todavía andábamos que si sí que si no... Me encantó, por eso yo puedo decir que mi marido me ganó por el estómago (aunque la cocinera fuese la que ahora es mi suegra)

Llevábamos años sin hacerlo y hoy se me ha ocurrido ¿Cómo hemos podido estar todo este tiempo sin comer esta delicia? Y por eso, porque ha resultado delicioso y a mi marido le ha encantado tenía que subirlo sí o sí esta noche al blog.

Así que allá vamos,


INGREDIENTES:

  • 4 lomitos de bacalao desalados
  • 4 patatas medianitas
  • 1 cebolla
  • Aceite
  • 50 gr. de mantequilla
  • 110 gr. de harina
  • 800 gr. de leche
  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
  • Queso rallado para gratinar





PREPARACIÓN

Antes de nada, habremos desalado el bacalao si no lo estuviera. Lo ponemos cubierto de agua durante 24 horas, cambiándole ésta tres veces en este periodo.

En casa de Manolo, su madre y su abuelo cortaban las patatas en rodajas y las freían en abundante aceite caliente ligeramente saladas.

Yo he utilizado unas patatas que había cocido de más para preparar una ensaladilla rusa y la verdad es que no he notado diferencia. Así nos hemos quitado unas cuantas calorías de encima. También podemos cocerlas en el microondas, poniéndolas en una bandeja, en rodajitas, rociándolas con aceite hasta que estén tiernas.

Cuando tengamos listas las patatas las ponemos sobre una fuente apta para el horno, cubriendo la base de ésta.

Pelamos y picamos la cebolla en juliana y pochamos en una sartén con un poquito de aceite. Cuando esté blandita, la extendemos sobre las patatas.

En el mismo aceite donde hemos hecho la cebolla freímos ligeramente el bacalao y ponemos el bacalao sobre las patatas.

Precalentamos el horno a 200º y preparamos la bechamel.

Si la vamos a hacer a mano, cogemos un cacito y calentamos la leche hasta que hierva y reservamos (también podemos calentarla en el microondas)

En una olla ponemos el aceite y la mantequilla hasta que ésta se derrita y añadimos la harina para que se tueste un poco. Removemos durante un par de minutos y vamos echando la leche poco a poco para disolver la harina sin que se produzcan grumos. Cuando esté lista añadimos pimienta y nuez moscada al gusto y un poquito de sal, con cuidado porque el bacalao siempre estará un poco salado.

Si se os queda con grumos ponedla en el vaso de la batidora, sin ningún reparo, y darle un buen meneíllo, así quedará divinamente.

Para prepararla con la thermomix, pondremos en el vaso el aceite y la mantequilla. Se programa 2 minutos, 37º, velocidad 2. Añadimos la harina y programamos otros 2 minutos, 100º, velocidad 1.

Cuando pase el tiempo, incorporamos el resto de los ingredientes, mezclamos unos segundos a velocidad 7 y programamos 7 minutos, 100º, velocidad 3. (Si se queda muy líquida, programamos un par de minutos más)

Cubrimos el bacalao y las patatas, espolvoreamos con queso rallado y calentamos unos diez minutos al horno, que ya estará caliente. En los últimos dos minutos podemos poner el grill para que se dore un poquito.

¡¡¡¡¡Y a comerrrrr!!!!!

Pra compensar un poco el fiasco de fotos os voy a enseñar lo bonito que se está poniendo mi pascuero esta primavera. Me encanta ver como esta maceta, que parece vivir sólo en Navidad, cuando llega estas fechas me trae cada día varios brotes nuevos.

Éstas cositas sí que me gustan de la primavera.


¿Veis el brotecito?

sábado, 4 de mayo de 2013

BIZCOCHO CON FRESAS Y ALMENDRAS







Cuando vi este bizcocho en el foro de Mundorecetas supe que lo haría. 

Fue amor a primera vista. 

Lo mismo le pasó a Vicky, la compañera del foro de Thermomix que me enseñó la receta. 

Y es que ¿quién puede resistirse a esa mezcla de colores? 

Después del enamoramiento inicial que me produjeron las imágenes tan bonitas que Vicky subió en su entrada (la podéis ver aquí), la imaginación empezó a funcionar a todo tren y ya era capaz de sentir el aroma que quedaría en casa al hornearlo, las sensaciones al hundir el cuchillo para cortar el primer trozo y el gustazo de darle un bocado todavía calentito...

No es coña ¿eh?

Todo eso pasa por mi cabeza cuando me planteo preparar una nueva receta, en especial si es de repostería. 
En ocasiones el chasco es mayúsculo: el bizcocho se desmorona al desmoldarlo. 
O queda demasiado apelmazado. 
O no ha subido. 
O su sabor no es para tanto y se te queda el cuerpo así como... chofffff.

Pero éste no fue el caso. 

Cumplió todas las expectativas, tanto de aspecto como de sabor y menos mal que lo finiquitamos rápido porque llevo desde que terminaron las navidades intentando empezar  la operación bikini y como siga haciendo bizcochos se va a convertir en la operación traje de buzo...



 Bueno, aquí va la receta:

INGREDIENTES
  • 225 gr. de azúcar.
  • 3 huevos grandes que habremos sacado de la nevera una hora antes.
  • 100 gr. de aceite de oliva ligero
  • 150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla o de almendra
  • Ralladura de una cáscara de naranja
  • 200 gr. de harina
  • 2 y 1/2 cucharaditas de levadura
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 50 gr. de almendras molidas
  • 250 gr. de fresas troceadas (aunque admite más)
  • Almendras fileteadas
  • Azúcar glass
En la foto de la izquierda está sin hornear ¿A que incluso así es precioso?


PREPARACIÓN TRADICIONAL

Tamizamos la harina, la almendra molida y la levadura, mezclamos y reservamos en un bol.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que espumen, añadimos la mantequilla, el aceite, la esencia de vainilla, la cáscara de naranja y la sal y cuando esté bien mezclado, añadimos la harina y lo integramos todo.
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PREPARACIÓN THERMOMIX
Vertemos la harina, la almendra molida y la levadura y mezclamos a velocidad 3 durante unos segundos. Sacamos y reservamos.

Ponemos los huevos junto con el azúcar en el vaso y batimos a velocidad 2, 37º  durante 3 minutos. Añadimos la mantequilla, el aceite, la ralladura de naranja, la esencia y mezclamos a velocidad 3 hasta que esté todo bien mezclado. Añadimos la harina y batimos hasta incorporar todos los ingredientes a velocidad 3. Terminamos de mezclar todo bien con la espátula.


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Preparamos el molde untándolo con mantequilla y pan rallado y vertemos la mezcla. Yo sólo le puse fresas por encima pero la próxima vez echaré la mitad de la masa, pondré fresas, terminaré de verter la masa y cubriré de nuevo de fresas. Así todo el bizcocho tendrá fresitas y no sólo la parte de arriba.
Esparcimos las almendras fileteadas.

Precalentamos el horno a 180º y cuando alcance la temperatura horneamos durante 45 minutos o hasta que al introducir un pincho en el bizcocho salga limpio.

Dejamos enfriar en el molde, sacamos y espolvoreamos con azúcar glass.




Nos preparamos un té, nos sentamos tranquilitas (o tranquilitos, a ver si os animáis a bizcochear) y disfrutamos del ritual de cortar y saborear esta delicia.

 ¡Es nuestro momento!


¿Veis el mantelito de debajo del bizcocho? ¡¡¡¡ Lo he hecho yoooo!!!!!