miércoles, 21 de marzo de 2012

Los Reyes Magos vienen de Perú

   ...Ah, ¿pero no lo sabíais? ...



   Pues sí, recientes investigaciones vinculadas a fenómenos internautas han demostrado que en realidad los Reyes Magos no eran tres, si no uno sólo y además... mujer, originaria de Lima (Perú), llamada Gabriela, abogada, miope y zurda. Y, añado yo, creadora del blog "Seis de enero", un rinconcito de charla, de intercambio de experiencias, anécdotas,... y posiblemente, responsable de que mi blog haya evolucionado de ser un espacio meramente gastronómico a un lugar de reunión de personas que, poquito a poco, nos estamos convirtiendo en viejos conocidos y al que llegan nuevos por conocer...


   Menudo descubrimiento revolucionario!!!


   Pero es que todas las pistas apuntan a ella: su blog se llama "Seis de enero", fecha en la que "dice" que cumple años (yo, realmente pienso que es cuando se imbuye del espíritu de Reina Maga para todo el año) y además, he recibido en su nombre dos paquetitos con cositas ricas de Perú para disfrutarlas con mi familia. Y me consta que paralelamente, estaban aterrizando otros paquetitos en tierras ( más bien aguas) venecianas.

   Del primer paquetito no he podido recabar pruebas porque nos pudo la emoción y nos abalanzamos sobre los presentes con una curiosidad tremenda por probarlo todo. Pero puedo contaros que traía un sobrecito de Mazamorra  y unos sobrecitos para preparar refresco de chicha morada ( de ese sí me quedó un sobrecito que hemos terminado este fin de semana).

   Ahora bien, Gabriela, no vas a poder disimular tu verdadera identidad por más tiempo. Del segundo paquetito, guardo testimonio gráfico de todo. Aquí están las pruebas:




Éstos tres sobrecitos que han dado lugar a estas deliciosas comidas:




Qué rico el pollo con este preparado. De un sabor muy parecido a nuestro arrocito tradicional, pero con un color menos amarillo, ya que no lleva azafrán.

Buenísimo, fue nuestra comida del viernes pasado y mis padres y mi hermana disfrutaron un montón.




  
Aquí podéis ver el preparado de Olluquito y el platito tan rico que me salió con él. Pensaba consultar la Wikipedia para explicaros qué es pero creo que es mucho mejor que nos lo expliquen los amigos peruanos que nos acompañan, ¿Te parece bien, Gabriela? ¿y Cyrano? también tendrá algo que contarnos sobre estos platos típicos de vuestra tierra.




Junto con esos dos paquetitos, recibimos un preparado para realizar una salsita, que todavía no hemos estrenado. La vamos a reservar para tomarla un día que vengan a comer o a cenar los amigos a casa.





    Por último, querría enseñaros una botella que todos conoceréis, española 100%, pero rellena del dulcecito refresco de chicha morada, 100% peruano.

   No es una gran foto, como ninguna de las que acompañan esta entrada, porque creo que no era lo esencial. Me gusta esta foto  porque resume todo lo que he intentado plasmar en esta entrada: dos continentes y dos culturas en una mesa, gracias a Internet y a una chica tremendamente generosa que, se ha convertido en la 4ª Reina Maga de la familia Hernández de Madrid de Haro, por unanimidad.



    Gracias Gabriela, eres un sol!!!!!

jueves, 15 de marzo de 2012

ENSALADA DE RÚCULA Y PREMIO

  

    Hoy traigo una receta minimalista.

   Bueno, la verdad es que para ser minimalista, se me ha ido un poco la mano en la cantidad de rúcula que he puesto para la foto. Pero esta es la "maldición" de mi vida... Siempre que he intentado ser escueta, me ha salido el ramalazo de mi "desbordante personalidad" y todas las intenciones por hacer algo sencillo a la par que elegante, se han ido al garete.

    Pero bueno, qué le vamos a hacer: escucho a Bach y a Vivaldi y disfruto como una enana desmenuzando la fábula de Polifemo y Galatea, rara costumbre que me acompaña desde mi época de estudiante de Instituto (para ser sincera, más que seducirme Góngora me enamoré perdidamente de mi profesor de literatura que disfrutaba como un enano con la fábula de Polifemo y Galatea)

   Pero no voy a ser tan dura conmigo misma. La receta en sí misma es de una simpleza ejemplar. Luego me he emocionado poniendo el follaje (a ver... la verdurita...¿eh?) y se me ha desbordado el plato... Os dais cuenta? La historia de mi vida...

   En lo que sí voy a minimizar un poquito hoy es en la literatura que acompaña mis recetas. Ya sabéis que mi madre, muy oportunamente, me tira de vez en cuando de las orejas y me deja caer que me enrollo como una persiana. Así que allá va  la receta de ensalada de rúcula, con parmesano rallado y vinagreta de miel y pipas de girasol (Oooootra vez... si es que se me va la mano a la mínima de cambio y me embalo hasta con el título...)

INGREDIENTES

  • 1 bolsa de rúcula
  • 1 trozo de queso parmesano
  • Pipas de girasol

PARA EL ADEREZO

  • 2 cucharadas de aceite
  • 1 cucharada de vinagre
  • 1 poco de sal
  • 1 cucharada de miel
PREPARACIÓN

   (Redoble de tambores) Señoras y señores, prepárense para presenciar el mejor ejercicio de minimalismo culinario que puedan imaginar...

   Mezclamos los ingredientes del aderezo...

   Ponemos la rúcula sobre una bandeja...

   Espolvoreamos con pipas de girasol y el queso parmesano rallado...

   Vertemos el aderezo sobre la ensalada y

   FIN

   Vamos, hombre! Me van a decir a mí que no soy minimalista...!!!


   P.D.: Mi querida Golonsegus, del blog "Golonsegus", valga la redundancia, me ha dado un preciosísimo premio que he puesto rápido y ligero en mi blog.

   Muchas gracias guapísima, viniendo de ti, que eres una maravillosa cocinera, y super graciosa, este premio es un gran halago. Un abrazo muy fuerte y todo mi cariño. (Por cierto Golon, que me he dado cuenta de que no me sé tu verdadero nombre, jajaja)

   Me gustaría invitar a todos los que visitáis mi blog a que echéis un vistacito al suyo. No es malagueña, pero es todavía más salerosa...  Seguro que la visita se prolonga y os hacéis un rinconcito  en su página.





jueves, 8 de marzo de 2012

FLAN DE CALABAZA



   Tengo que confesaros algo...

   A mi marido no le gusta el dulce...

   De vez en cuando se come un croissant, una torrija cuando llega la Semana Santa y le encanta el flan de leche condensada. Hasta ahí el repertorio reposteril de mi flamante esposo. Os podéis imaginar la cara de póker que se ve obligado a poner cuando todo el mundo le dice: "Uy Manolo, lo que tienes que disfrutar con esas tartas tan ricas que hace tu mujer" o "No me explico como estás tan delgado con esos dulces que prepara Laly"

Por eso, cuando hace unos días me vio haciendo un flan, se puso más contento que unas pascuas... hasta que lo probó... y se produjo el siguiente diálogo:

- "Pero, cariño, este flan no es ése tan rico que tú haces de leche condensada", me confirma haciendo pucherillos.

- "Noooo, es de calabazaaaaa, ¿a qué está riquísimo?", le contesto yo, con esa fingida alegría que precede a una previsible tormenta conyugal.

- "Síiiiii, hombre ... espectaculaaar... pero... no es de leche condensada....y yo me había hecho ilusiones con el flan de leche condensada"

   !!!!!!!!! Os podéis imaginar mi cara de estupor. Aquí, "er Manué" reconocía que estaba buenísimo pero insistía en que no tenía leche condensada... !!!!! 

   Su reticencia a probar nuevos sabores podía suponer el principio del fin de mi queridísimo blog, porque, a ver, si yo tengo que comerme todos los dulces que hago, la operación bikini se puede ir al traste y me ha costado mucho esfuerzo quitarme los kilitos que me sobran para echarlo todo por la borda debido a la limitada visión repostera que tiene mi querido cónyuge.




  Tuvieron que pasar varias horas y unas cuantas conversaciones del tipo:

 - "¿Qué te pasa? Estás muy seria..."
- "¿A míiiiii? Naaaadaaaaaa!!!! No vayas a pensar que estoy molesta porque no te ha gustado el flan, para naaaadaaaaa....",

   para que yo claudicara y le reconociera que, no me puede molestar que no le guste el dulce porque le encanta todo lo demás que cocino.

   Así que, llegamos a un acuerdo: puedo hacer todos los dulces que quiera si un par de veces al mes le hago el flan de leche condensada. Y sobre todo resignarme a que a mi marido no le gusta el dulce. Y encontrar el lado positivo: me resulta muy favorable cuando comemos fuera y decidimos compartir un postre.

   Vayamos a la receta, deliciosa a más no poder,  fácil donde las haya y muy aconsejable para introducir verduras a los niños, no se van a dar ni cuenta (salvo que tengan un paladar como el de mi patenaire):

INGREDIENTES

  • 300 gr. de calabaza (orientativo, podéis echar más si queréis)
  • 500 ml. de leche
  • 4 huevos
  • 200 gr. de azúcar moreno
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de jengibre y cardamomo
  • Caramelo líquido

PREPARACIÓN

   En primer lugar prepararemos la calabaza. Podemos hacerla asada o cocida.

   Cocida es bien fácil: pelamos la calabaza, la troceamos y ponemos en un recipiente apto para microondas el tiempo suficiente para que esté blandita. Inconveniente: suelta mucho líquido, lo que no es muy aconsejable cuando queremos preparar un postre ya que el tema de las proporciones tiene mucha importancia. Ahora bien, es ideal cuando hay mucha prisa ya que se cuece mucho más rápido que al horno.

   A mí me gusta asar la calabaza al horno. Por varios motivos. Por el olorcito que queda en casa, por la textura de la carne de la calabaza y sobre todo, porque lo que no necesitas para hacer el flan, lo puedes poner en un platito, le echas un chorrito de aceite, un poquito de sal y pimienta y unas hojitas de orégano y tienes un delicioso, sano y nutritivo plato para la cena.



   Para hornear la calabaza hacemos lo siguiente: cubrimos la bandeja del horno con papel de aluminio y precalentamos el horno a 180º. Partimos la calabaza en dos trozos, quitamos las pepitas y ponemos las dos mitades a hornear durante 1 hora aproximadamente (hasta que veas que está blandita)

   Una vez que la calabaza esté lista, la pelamos y la troceamos, ponemos en un bol la calabaza, la leche, los huevos, el azúcar y las especias y mezclamos hasta que no queden grumos.

   Vamos a hornear el flan al baño maría. Para ello, precalentaremos el horno a 150º con un recipiente con agua dentro, que tenga capacidad suficiente para introducir en él la flanera.

   Cubrimos la base de la flanera con caramelo líquido, vertemos la mezcla de calabaza y metemos al horno, dentro del recipiente con agua y dejamos cocer durante mínimo una hora. En mi caso, tuvo que estar 1 hora y 15 minutos, pero cuidado de no pasarse para que no quede demasiado duro.

   Dejamos enfriar, desmoldamos y disfrutamos. Y en mi caso me pongo a preparar rápidamente unos flanecillos de leche condensada para tener contento "al niño".

   Aunque... Me pregunto: ¿y si preparo el flan de calabaza con leche condensada? ¿cumplirá con su objetivo?  Me encuentro ante un nuevo reto de lo más apetecible. La respuesta ... en breve ...

Besitos a todos.