En Almería, cuando era pequeña y pasaba períodos del verano en el Zapillo con la familia, me encantaba ir con mis primos al Kiosco de la placita para tomarnos una. Me sentía tan mayor, solos los niños y nuestros helados... Los papás y abuelos, tranquilos, con sus sillitas en las puertas, al "fresquito" del Agosto almeriense, esperando a que les lleváramos el heladito cuando hubiésemos terminado.
Quizá por eso (entre otros motivos) me encanta la leche merengada. En todas sus variantes: en helado, en batido, sin merengar... ¿Sin merengar?, os preguntaréis. Pues os explico: la leche merengada lleva clara de huevo, que batida se convierte en merengue y de ahí su nombre. Por eso digo lo que digo, y es que aunque no se le pusiera la clara de huevo, un vasito de leche fresquita aromatizada con canela y limón es un placer y más estos días de terral que estamos teniendo en Málaga en los que no podemos abrir las ventanas hasta pasadas las tres de la madrugada.
Con esta receta no hay que hacer pereza, es sencillísima y muy agradecida, así que animaros, es el complemento perfecto a una merienda veraniega.
INGREDIENTES:
- 150 gr. azúcar
- La piel de un limón
- 1 litro de leche
- 2 claras de huevo
- Canela en rama (para la preparación tradicional)
- Canela en polvo
PREPARACIÓN THERMOMIX (receta del libro de los imprescindibles)
Poner el azúcar y la cáscara del limón en el vaso (cuidando que esté muy seco) y trituramos a velocidad 5 a 10. Bajamos el azúcar que esté pegado al vaso. Agregamos la leche y las claras y batimos unos segundos en velocidad 5. Sacamos el preparado, vertimos en un recipiente y al congelador.
Es preferible que se congele en 3 o 4 envases puesto que luego vamos a triturar en la Th y así se hace más fácilmente que si lo hemos congelado todo en uno grande.
Cuando vaya a servirse, se echa el preparado en el vaso y se tritura en velocidad 5-10 progresivo. Quedará una cremita helada riquísima a la que sólo queda añadir canela en polvo.
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Ponemos a calentar la leche con el azúcar, la cáscara de limón y el palito de canela. Cuando hierva, bajamos el fuego y dejamos cocer unos cinco minutos. Pasado este tiempo retiramos del fuego, quitamos el limón y la canela y dejamos enfriar. Congelamos.
Mientras batimos las claras a punto de nieve con una pizca de sal . Cuando en la mezcla que tenemos en el congelador ya se hayan formado cristalitos, la sacamos , añadimos las claras batidas y volvemos a meter en el congelador, hasta que alcance la textura deseada. Servir con canela molida.
Esta receta se puede preparar perfectamente con leche desnatada y añadiendo edulcorante en polvo o líquido en lugar de azúcar. Con unos 50/60 gr. de sacarina en polvo sería suficiente. Tendréis que tener cuidado de no calentar la leche con él, sino que se endulzará al final porque los edulcorantes no deben calentarse. Fijaos que estupendo para tener un heladito en casa con pocas calorías.
Jose, después de nuestra conversación virtual sobre la merienda con las magdalenas, me entraron unas ganas locas de leche merengada y aquí tienes el resultado. Va a ser que se engorda no sólo por pensar en comida ¿eh?
Buenísima merienda... mi hijo mayor se vuelve loco con un vaso de leche merengada...
ResponderEliminarAunque soy la mar de vaga, después de leer lo fácil que parece la elaboración y la buenísima pinta que tiene, prometo hacerla.
ResponderEliminarAunque amenazo con que como no me salga buena, me tienes que invitar.
Un besito merengado.
Laly me encanta la leche merengada, y ésta que tú nos propones está de lo más invitante con su espumita espolvoreada de canela y todo. Gracias por poner también la receta tradicional pues yo no tengo la Thermomix, ni siquiera sé lo qué es. Lo único que me da un poco de temor es el hecho de que vaya la clara de huevo tomada cruda, pues con este calor que hace aquí, no me fío mucho. (preciosas las fotos, yo ahora que me voy de vacaciones me compraré una cámara decente, por fin!)
ResponderEliminarCuántos recuerdos en la estampita entrañable de ese pueblito de Almería en el sopor del verano que tan bien describes. Es deliciosa! Me recuerda todos los pueblitos de España donde el placer de conversar al fresco en compañía todavía se conserva.
Besitos
Que alegría me ha dado leer que de pequeña estabas en Zapillo, tengo familia allí y también tengo buenos recuerdos.
ResponderEliminarLa leche merengada me gusta mas con merengue, es muy agradable el sabor de la canela y el limón, en fin una buena merienda.
Saludos
Ana, muchas gracias por tus comentarios, es un placer verte por aquí.
ResponderEliminarA mi tíisima y primíiiisima, os quiero un montón, cuando queráis hacemos una merendola.
Chusa, me encanta verte por aquí. Yo sigo empeñada en poder poner algún comentario en tu blog, pero se me resiste. Si te apetece hacer la leche merengada pero te da miedo usar huevos crudos en verano puedes usar las claras envasadas que venden en los supermercados, yo las uso mucho y así no hay ningún peligro. Ah, por cierto, hoy he salido toda contenta a comprar con mi carrito de la compra, jajaja, si no llega a ser por ti no lo hubiera recuperado del trastero.
María Dolores, me alegro mucho de ver tus comentarios y saber que también guardas buenos recuerdos del Zapillo y de Almería. Espero ir a final de mes por allí, a recordar viejos tiempos.
Un besito muy fuerte a todas.
Pues mira, yo la hice ayer y me quedó de rechupete...tanto que me la he tomado yo casi toda. He visto por ahí otras recetillas que también le ponen leche en polvo para que quede más cremosilla. Habrá que probar
ResponderEliminar¿Has visto Raquel que fácil y que rica? Habrá que ver eso de la leche en polvo, seguro que le da un punto buenísimo.
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