En esta entrada, más que una receta, lo que os propongo es una manera de conservar el bonito. Queda buenísimo y lo podremos utilizar para acompañar un montón de platos, ensaladas o simplemente con un buen trozo de pan. La verdad es que cuando lo pruebas te engancha y si se acaba y tienes que recurrir a las latitas de los supermercados... seguro que se te escaparán dos lagrimitas.
Para elaborarlo acudí a dos blogs que me merecen mucha confianza ya que todo lo que he cocinado con sus consejos me ha salido estupendamente: "Las recetas de mamá" y "Al sur del sur" (ésta última, Reme, además es paisana). Un beso desde aquí y gracias por todo.
INGREDIENTES:
- Lomos de bonito fresco
- Agua
- Sal
- Aceite de oliva y aceite de girasol (bastante porque hay que llenar los botes)
PREPARACIÓN:
En primer lugar llenamos con agua un cazo y echamos sal suficiente para hacer una salmuera. Para comprobar que la salmuera está bien hecha, ponemos un huevo crudo con la cáscara y todo en el agua. Si éste se hunde es que le falta sal, si flota está en su punto.
Cuando el agua esté hirviendo, metemos el bonito y lo dejamos cocer unos 45 minutos. Pasado el tiempo retiramos del fuego y sacamos el pescado.
Cortamos los lomos del bonito en función del tamaño del bote, lo introducimos en él y cubrimos de aceite (mezclado oliva y girasol al 50%) hasta el filo del bote y tapamos.
Ponemos en otro recipiente, más o menos hasta la mitad, agua a calentar e introducimos los botes bien cerrados. Lo dejamos una media hora con el agua hirviendo para que los envases se esterilicen.
Y ya está listo nuestro bonito para disfrutarlo. Cómo veis se puede utilizar de diversas maneras, éstos son dos ejemplos, pero tiene muchas posibilidades.
Os advierto que cuando utilicéis este bonito en conserva se os quitarán todas las ganas de comer otro.
Besitos
P.d.: Escribiendo esta receta he recordado una película dirigida y protagonizada por Pablo Carbonell (sí, ése, el de los Toreros Muertos), llamada "Atún y Chocolate". Me llevé una verdadera sorpresa cuando la vi, es una película entrañable, de una gran sensibilidad y con una canción principal preciosa. Si tenéis oportunidad de verla hacedlo y me comentáis que os ha parecido.
Laly, querida, este post es toda una clase de cocina!!!
ResponderEliminarCuànto aprenderé con amigas blogueras como tù!
Una preguntita, los botes que dices, son los tarros de cristal, verdad? Se dejan hirviendo con el atùn dentro bien cerrados, y no explotan, verdad????
Me encantan tus fotos
Te abrazo
Hola Chusa,
ResponderEliminarEfectivamente, son botes de cristal, de los conservas normales que habremos reciclado para estas cosas.
Los botes no explotan. De todas formas, he leído que cuando se esterilizan los tarros vacíos se deben poner unos trapos en medio para que no se golpeen unos con otros. Pero como yo he hecho sólo un par de botes y nos lo hemos comido super rápido no he visto necesario esterilizarlos vacíos y directamente los llené, los tapé y los puse a hervir.
Muchas gracias por tus comentarios tan cariñosos.
Un beso muy fuerte desde Málaga.