Cuando vi el nombre de este bizcocho, ya intui que me iba a dar bastante juego.
Eso de "las leches", en este castellano nuestro, invitaba a una mente calenturienta como la mía y con propensión a enrollarme más que una persiana, a hacer un tratado acerca de las diferentes acepciones que en nuestra lengua podría tener la palabra "leche".
Al comentarlo con mi marido me dijo que Arturo Pérez Reverte había escrito un artículo estupendo con otra palabra muy nuestra también, aunque por su carácter malsonante y temiendo que jóvenes mentes lean esta entrada, no voy a repetir aquí. Pero sí que os voy a dejar el enlace por si alguien quiere pasar un buen rato y disfrutar de este maestro de las palabras. Aquí podéis leerlo.
A sabiendas de que jamás podré emular su ingenio, me abalancé sobre la RAE y me dispuse a estudiar las diversas acepciones que podemos encontrar de la palabra leche. La verdad es que me llevé una gran sorpresa y me lo pasé pipa.
Por ejemplo, cuando un bizcocho me sale estupendo digo: "Anda Laly, eres la leche", pero cuando ha sido un estropicio, se puede escuchar en mi cocina a voz en grito ..."La leche que me dieron..." y me quedo tan agusto.
Si alguien se da un golpe decimos que se ha dado una buena "leche" y tener que madrugar "es una leche".
También podemos quejarnos: "¡¡¡Leche, que lento va hoy el ordenador!!!" o expresar que alguien tiene mala intención, mal humor o "mala leche"
Y si ya nos vamos a nuestros refranes o expresiones populares, podría no acabar:
"A la leche, nada le eches"
"El que se quemó con leche hasta la cuajada sopla"
"En mayo, leche y miel hacen al niño doncel"...
Pues todo esto se me vino a la cabeza cuando en el foro de MundoRecetas le vi a Sunflower este maravilloso bizcocho. En su blog "La panadería de Carmela" podéis leer su receta, y a continuación la mía con insignificantes variaciones.
INGREDIENTES:
- 4 huevos
- 120 gr. de azúcar
- 140 gr. de harina bizcochona
- 10 gr. de maizena
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- Mantequilla y pan rallado para engrasar el molde
- 200 ml. de leche evaporada
- 200 ml. de leche condensada
- 200 ml. de nata
PREPARACIÓN CON THERMOMIX
El bizcocho es el clásico genovés, que elaboramos de la siguiente forma:
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos el molde con mantequilla y pan rallado.
Ponemos
la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso el azúcar, los
huevos y la vainilla.
Programamos 6 minutos, temperatura 37º, velocidad 3
1/2. Quitamos la temperatura y programamos 6 minutos más a la misma
velocidad.
Añadimos la harina y la cucharada de levadura y programamos
10 segundos velocidad 2 1/2.
Untamos un molde con mantequilla y
espolvoreamos con pan rallado. Precalentamos el horno a 180º y horneamos
unos 25 minutos.
Desmoldamos el bizcocho aún caliente y le damos la vuelta y volvemos a meterlo en el molde, con la base hacia arriba. Pinchamos con un palillo y le hacemos varios agujeros
Mezclamos en el vaso la leche condensada, la evaporada y la nata y cuando estén bien integradas, vertemos sobre el bizcocho y dejamos éste en el molde para que empape bien.
Cuando lo haya absorbido completamente (más o menos una hora) lo desmoldamos y decoramos a nuestro gusto.
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Precalentar el horno a 180ºC.
Engrasamos el molde con mantequilla y pan rallado.
Separamos las yemas de las claras de los huevos y reservarmos las claras aparte.Tamizamos la harina y la maizena y reservamos.
En un recipiente grande, batir con ayuda de una batidora de varillas el azúcar
con las yemas de los huevos, unos 5-10 minutos, hasta que quede muy
esponjoso. Añadir la vainilla y batir un poco más.
Batimos las claras con la batidora de varillas hasta que alcancen el punto de nieve.
Echamos un par de cucharadas de la mezcla de harinas y una de claras montadas a la masa de yemas y azúcar y mezclamos suavemente. Vamos añadiendo hasta terminar la harina y las claras.
Mezclamos la nata y las dos leches y continuamos el proceso como he explicado anteriormente.
Esta es la aplicación de cupcakes que hice en el mantelito. |
Es un bizcocho jugoso y denso. Bastante intenso. Como imaginaréis no es de los que utilizamos para mojar en el café, ya está bastante empapadito ... y entonces habría que cambiarle el nombre y llamarlo bizcocho al café con tres leches y ya es rizar mucho el rizo.
Delicioso como postre o para la merienda, no dejéis de hacerlo. Tengo que probarlo con otro tipo de bizcocho, imagino que también estará buenísimo.
Besitos y buen finde.