Hay que ver con lo que a mí me gusta cocinar y lo poco que me estoy prodigando en el blog este verano.
Sigo haciendo mis platitos, mis bizcochos, mis pastelitos... Me meto en la cocina y aunque haga un calor de espanto, no me importa encender el horno y preparar cualquier receta que haya encontrado por ahí o tenga en mente probar.
Lo que está sucediendo es que hace unos meses me recreaba pensando en cómo hacer la foto, qué mantelería y vajilla poner, buscaba la luz más idonea, el ángulo más favorecedor (oye, que esto lo cuida hasta Julio Iglesias, él sí que sabe de perfiles favorecedores), probaba la foto con una tarta completa, luego con su corte, ponía un vasito por aquí, una cucharita por allá, florecillas, lacitos ...
Ahora me da una inmensa pereza todo ese proceso y me estoy dejando en el tintero un montón de recetas riquísimas por la cuestión estética, asunto éste que me tiene preocupada porque el objetivo fundamental de este blog es la cocina y compartir un rato con vosotros y si por las fotos voy a perderme este placer pues no me hace ninguna gracia.
Y a eso hay que ponerle remedio. He decidido que voy a seguir subiendo mis recetas aunque mis fotos no sean especialmente artísticas. Ni siquiera, ligeramente artistiquillas. A cambio, en esta entrada os voy a enseñar las fotos de unas playas que van a compensar con creces mi falta de creatividad gráfica. Cuando lleguen de nuevo los fríos me recrearé un poquito más en la "mise en escene", pero ahora permitidme que me ponga en remojo, que estamos pasando unos calores por estas tierras...
A propósito de calores, la receta que hoy os presento es ideal para estos días, ya que no necesita horno por lo que bien fácilmente te apañas un postre o una merienda riquísimos. Si sustituis el azúcar por edulcorante y no poneis la base de galletas puede ser consumido perfectamente por personas diabéticas. Vamos, que si no la hacéis es pura pereza...
INGREDIENTES:
Para la base de galletas
- 1oo gr. de mantequilla a temperatura ambiente (o sea que con estos calores, casi derretida)
- 200 gr. de galletas de tipo María o magdalenas o sobaítos... imaginación al poder.
Éstas cantidades son aproximadas, habrá que poner lo necesario para cubrir bien el molde.
Para la crema
- 1 vaso de agua
- 1 sobre de gelatina de limón
- El jugo de una lima (si no lo ponéis está igual de rica pero entonces no se llamará tarta de queso y lima...)
- 400 gr. de queso de untar
- 200 gr. de nata
- 50 gr. de azúcar.
PREPARACIÓN SIN THERMOMIX
Ponemos las galletas dentro de una bolsa, trituramos pasando el rodillo o una botella por encima. Añadimos la mantequilla a las galletas molidas. Con esto cubriremos la base del molde apretando bien con los dedos hasta que la cubramos completamente.
Lo ideal es utilizar un molde desmontable de unos 22 cm. de diámetro, al que habremos cubierto la base con papel de hornear para que luego nos resulte más fácil sacar la tarta.
Preparamos el molde, poniendo la masa de galletas en la base y presionando bien con los dedos para que quede apretadita. Subimos un poco la masa en los contornos del molde para así evitar que se salga el relleno por las ranuras. Guardamos en el frigorífico.
Para preparar el relleno calentamos el vaso con el agua. Una vez que hierva añadimos la gelatina y removemos bien. Ponemos en el vaso de la batidora el queso, la nata, la gelatina diluida en el agua y el azúcar y batimos bien. Sacamos el molde con la base de galletas y añadimos esta mezcla. Al frigorífico y en unas tres horas la tenemos lista.
PREPARACIÓN CON THERMOMIX
Todavía más fácil
Trituramos las galletas, pulverizando a velocidad 10. Añadimos la mantequilla y mezclamos unos segundos a velocidad 5. Sacamos del vaso y preparamos el molde como se ha explicado anteriormente.
Calentamos el agua 5 minutos, 100º, velocidad 1. Agregamos la gelatina y mezclamos unos segundos. Después el queso, la nata y el azúcar y volvemos a mezclar. Vertemos sobre el molde y al frigo.
Podemos cubrir con la mermelada que más nos guste o comerla así mismo. Yo este tipo de tartas prefiero dejarlas así. Y si sustituimos el azúcar por edulcorante y no ponemos la base de galletas, nos queda un postre bien fresquito ideal para diabéticos.
Y como lo prometido es deuda aquí tenéis las fotitos de las playas de Almería donde nos hemos bañado en estas vacaciones. Maravillosas, son nuestro pequeño paraíso...
Playa de las Salinas del Cabo de Gata, inmensa, tranquila, de agua caliente... es paz. ¡Quiero volver allí! |
Cala del Plomo, en el Parque Natural de Cabo de Gata. Al fondo se puede ver el pueblecito de Aguamarga, precioso.
La otra cara de la Cala. Si vas nadando por la orilla del acantilado se pueden ver preciosas calitas, llenas de pececitos.
Cómo han disfrutado mis niñas y "mi niño" buceando e intentando pescarlos.Y a menos de media hora la otra cara de Almería, el Desierto de Tabernas, donde se rodaban los clásicos "spaguettis western". Impresionante, ¿no os parece la luna? |
Un besito para todos que, aunque no aparezca mucho por aquí os tengo en mi corazón.