martes, 27 de diciembre de 2011

Carrilladas de cerdo estofadas con Oporto, frutos secos y orejones



   En este mundo bloguero gastronómico existen muchas maneras de atraer la atención de la gente. La forma en que muestras tus platos es tu primera carta de presentación y el que más y el que menos nos esforzamos en hacer fotos que transmitan lo apetecible que nos resulta el plato (la verdad, algunos con más fortuna que otros). Hay algunos blogs a los que te enganchas porque sus fotografías son auténticas obras de arte y te dejan con la boca abierta, y otros, como el que suscribo, en que nos damos por satisfechos si nos dejan echar la fotillo antes de abalanzarse sobre el plato, eso sí, servidos en la mejor vajilla que tenemos en casa. 

   Otros nos presentan unas recetas súper originales y de una creatividad que parecen obra de magia. Los hay especializados en repostería, decoración de galletas, cupcakes o simplemente recetas que se salen de lo habitual y suelen darnos muy buenas ideas cuando se trata de sorprender en algún momento.

   En algunos casos, te gusta leer lo que escribe la persona que publica la receta. Se aprende un montón con esto de la gastronomía, de cine, de literatura, geografía, historia... o simplemente te gustan las anécdotas que en sus entradas se plasman y disfrutas como si estuvieras leyendo un libro o viendo una película. O incluso entablas una relación que va más allá del mero intercambio de recetas y te gusta saber qué es de la vida de esa persona o qué quiere compartir contigo.

   Pero... hay un pero...(realmente es un "perito", porque no contradice nada de lo que he dicho anteriormente) y es que cuando voy a cocinar algo y no quiero experimentar "nuevas sensaciones", me voy a aquellos blogs que sé que son garantía de buena cocina. En ellos se pueden dar todas o algunas de las características anteriores, pero lo que los diferencia del resto es que tengo la certeza de que mi gente se va a chupar los dedillos cuando terminen de comer el plato que he preparado siguiendo sus instrucciones. No es fácil dar con estos blogs, sobre todo con la de fuegos artificiales que pululan por la red, pero cuando los localizas los dejas ya fichados para siempre. En mis entradas podréis localizar a muchos de éstos, ya que muchas de mis recetas están inspiradas en ellos y siempre los menciono.

   Toda esta historia viene porque estaba intentando buscar un nombre sofisticado al plato que hoy os presento y que no es ni más ni menos que Carrillada de cerdo con vino de Oporto y Frutos Secos. Podría haberlo llamado Medallón de Carrillada Ibérica con reducción de Pedro Ximénez y frutos desecados al aire del otoño. Pero lo del medallón no sé muy bien si es por que es redondita o porque se ponen en la bandeja un trocito al lado de otro; ibérica no me consta que fuera; reducir no reduje mucho, porque me gusta que quede bastante salsita para mojar y el oloroso que tenía en casa era un Oporto del Mercadona propio para estos casos pero mucho menos glamuroso que el Pedro Ximénez; bueno y lo de los frutos desecados y el aire del otoño ha sido una licencia poética, ya que  todo lo compré en bolsitas y bien sequito. 

   Y en ese momento, recordé lo que le pido yo a un buen recetario de cocina: que me lo expliquen bien, que salga rico y fuegos artificiales los justos (y lo digo yo, que todavía no he puesto los ingredientes y ni me acuerdo de qué cantidades utilicé !!!!!!). Así que hoy tenemos Carrilladas de cerdo estofadas con Oporto, frutos secos y orejones.

INGREDIENTES

  • 1 Kg. de carrilladas de cerdo
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo (por poner un número...)
  • Orejones, pasas, ciruelas pasas, piñones, almendras... al gusto
  • 1 vasito de vino de oporto
  • 1 vasito de caldo de carne (si lo tienes casero bien, si no una pastillita te puede servir)
  • Sal y pimienta.






PREPARACIÓN

   Ponemos aceite en una olla y sellamos la carne para que no suelte jugo. Una vez doradita, salpimentamos y sacamos a un plato. En la misma olla, echamos la cebolla cortada en láminas, los ajos en trozos grandes y rehogamos. Añadimos los frutos secos y vertemos el vaso de caldo y el de vino. Cuando pongo almendras o avellanas, me gusta añadirlas al final para que se mantengan bien crujientitas, pero eso va en gustos. Hay veces que sólo le pongo los orejones y unas pasas, lo que tenga en casa.

   Añadimos la carne y cuando hierva bajamos el fuego y cocemos hasta que la carne esté blandita. Si usas la olla rápida, una vez que sube la pesa, deja cocer 20 minutos.

   Pues listo. En mi casa las tengo que acompañar de patatas fritas, porque si no parece que no han comido, pero también admite un arrocito. En alguna ocasión he puesto cous cous como guarnición y el resultado fue pecaminoso, cuando terminamos los platos estaban limpitos como la patena.

   ¿Os parece una buena idea para esta Nochevieja?

   Un besito para todos.

martes, 13 de diciembre de 2011

MIS DULCES NAVIDEÑOS II: POLVORONES

He encontrado "LA RECETA" de los polvorones.

    No es cualquier cosa, no.

    Es la única (oíganse redoble de tambores), la auténtica (más redoble  de tambores) , la inigualaaaaaaable receta de los mantecados.

   Me la recomendó Encarna, una maravillosa señora que nos pone todos los días "el desayuno" en un foro en el que participo cuando el tiempo me lo permite. Es el foro de Thermomix de la página Mundorecetas, el lugar donde más he aprendido de cocina del mundo mundial.

   Un día pregunté en el foro si conocían una receta de mantecados que no fallara y Encarna me remitió a una receta de otra forera, cuyo nick en el foro es "Azores", una receta llamada Polvorones del Espíritu Santo. Me fui sin dudarlo al enlace que me recomendó, sabiendo ya de antemano que no iba a fallar pues esta forera es, ni más ni menos, Ana, la autora de uno de los espacios más emblemáticos de la blogosfera gastronómica, "Las recetas de Mamá". Garantía absoluta de exitazo seguro.
   Pero yo estaba buscando una receta de mantecados y me remiten a una de polvorones... Ummm, ya tenemos nuevo reto para esta mente inquieta. Esto se arregla rápidamente consultando...

   ¡¡¡Acertaste, busqué en la Wikipedia!!! (¿tan previsible soy?) En ella encontramos: "El polvorón es una especialidad incluida dentro de los mantecados, pero en cuya elaboración no sólo se emplean los ingredientes característicos de los mantecados (o sea, manteca, harina y azúcar), sino que lleva siempre almendra en distintas proporciones, según su categoría (extra, suprema, etc.). Además, presenta una forma más alargada, ovalada que los mantecados y va recubierto de azúcar en polvo o azúcar glasé."

   O sea que, realmente, lo que los diferencia es la forma e imagino que los polvorones son siempre con almendra y los mantecados podemos encontrarlos de diferentes sabores.
Como siempre dejo esto abierto a que un alma caritativa arroje algo de luz en esta incógnita que os planteo. Aunque la verdad es que la preocupación por saber me duró el tiempo que tardé en zamparme uno. En ese momento, me importó un bledo el nombre. Era una exquisitez, se llamara como se llamara. (Os tengo que contar que un compañero del trabajo, Ramón, los clasificó de "bocado de ángel" y eso se me grabó a fuego en el corazón. Gracias compi!)

Y vamos al lío:

INGREDIENTES

  • 1 Kg. de harina
  • 1/2 Kg. de manteca de cerdo
  • 500 gr. de azúcar glass (en la receta original, pero creo que con 350 gr. puede ir bien, depende de lo dulce que te gusten las cosas)
  • 250 gr. de almendra molida ligeramente tostada
  • Una cucharadita de canela
  • Ajonjolí o azúcar glass para espolvorear
    (He modificado los ingredientes pues inicialmente puse 250 gr. de azúcar por error, cuando la receta original ponía 500 gramos. Missis se ha dado cuenta y muy amablemente me lo ha hecho saber. Tengo que decir que la segunda vez que los hice utilicé 250 gr. de azúcar porque consulté mi propia página y, la verdad, es que los noté menos dulces, pero como luego los espolvoreé con azúcar glass se ve que compensó la diferencia porque estaban buenísimos)


PREPARACIÓN

   Lo primero que debemos hacer es secar la harina. Esto podemos hacerlo de dos formas, en el horno o en la thermomix. Si queremos secarla en el horno, la extenderemos sobre la bandeja y hornearemos a 150º durante 30 minutos, moviéndola de vez en cuando. Si la secamos en la thermomix, programaremos media hora a 100º y a velocidad 3. No se pondrá el cubilete en la tapadera para que la humedad se evapore.

   Yo utilicé almendra molida y la tosté un poco en la sartén. Esto hay que hacerlo con cuidado, porque se puede quemar muy rápidamente. También puedes emplear almendras enteras, tostarlas y molerlas después.

   Esperaremos a que la harina se enfríe y mezclaremos todos los ingredientes hasta que queden bien integrados.

   Extenderemos la masa entre dos láminas de papel film, dejando una altura de 1 cm. Para que te resulte más fácil puedes dividir la masa en varias porciones, se trabaja mucho más fácilmente. Cortaremos con un cortapasta y ponemos sobre una bandeja de horno que habremos cubierto con papel de hornear. No será necesario dejar mucho espacio entre un polvorón y otro, ya que no aumentan en el horno.

   La receta original nos dice que precalentaremos el horno a 200º y cuando alcance la temperatura hornearemos durante 20 minutos. Yo tuve que cambiar el tiempo de cocción porque la primera tanda se me quemó por abajo y no pude recuperarlos porque se deshacían al intentar rasparlos. Bajé la temperatura a 190º,  horneé durante 15 minutos y PERFECTOS!!!!! Cómo sabéis, cada horno es un mundo, así que como consejillo echad un vistacito a los 15 minutos. 

Le he cogido el gustito a esto de los marcos navideños. ¿ A que son muy aparentes?

   El último paso será envolverlos en papel de seda o papel charol. A mí no me dio tiempo a liarlos, cayeron en dos días....


   Este año vamos a preparar mis niñas y yo unas cajitas con productos navideños hechos por nosotras para regalárselas a sus profes por Navidad. Me parece un regalo muy entrañable y a ellas les hace muchísima ilusión participar en su elaboración. Cuando las tenga preparadas os enseño las fotos.  

   ¿Quién se anima a hacerle la dura competencia a Estepa?

viernes, 9 de diciembre de 2011

MIS DULCES NAVIDEÑOS I: MARQUESITAS







   Hola chicos.

   No penséis que tengo abandonado el blog, nada más lejos de la realidad. He estado realizando labores de I+D  a fin de subir recetas navideñas con la certeza absoluta de que funcionan.  Así que he estado probando, modificando recetas, volviendo a probar, dándoselas a probar a otros, rebuscando por Internet... y creo que he conseguido hacerme con unas poquitas recetas que no os fallarán.

   Desde aquí tengo que agradecer la desinteresada???? colaboración de mis compañeros de trabajo a los que he tenido varios días probando mis experimentos con el añadido de que, todo hay que decirlo, comerse un mantecado a las 8 de la mañana es un poco complicado. Pero ellos, imbuidos del espíritu navideño han asumido el sacrificio con alegría y alborozo y he escuchado frecuentemente mi frase preferida :¡¡¡¡Ummmm Laly, edto...edtá...bueniiiiddddiiiimoooo!!!!! 
  
   Esta receta en particular se la dedico a mi compañera Loli, que a pesar de discrepar conmigo acerca de los orígenes navideños de las marquesitas a las que se empeña en llamarle "magdalenas con azuquítar por encima", me reconoció que estaban muy conseguidas y muy ricas. Va por ti, compi!!!!


Mi Manuela quería que pusiese su Nacimiento en el blog y aquí está. Le encanta participar activamente en la formación de los decorados.

INGREDIENTES  
  • 250 gr. de harina de almendra (almendra molida)
  • 200 gr. de azúcar glass
  • Ralladura de un limón o esencia de limón
  • 4 huevos
  • Moldes para magdalenas o para trufas si las queréis hacer más pequeñas.  





 


    PREPARACIÓN

   Atención a la dificultad: mezclamos todos los ingredientes, introducimos la mezcla en una manga pastelera y rellenamos los moldes...

   Bueeeeeno, como sé que os gusta un poco la literatura lo explicaré más detenidamente (aunque os aseguro que es literatura). El azúcar glass se puede comprar ya preparada, pero si quieres la puedes hacer en la thermomix, triturándola progresivamente a velocidad 5-7-9, o utilizando un molinillo de café. Añadimos la almendra molida, la ralladura del limón y los huevos y mezclamos bien. Podemos llenar las cápsulas con una cucharita, pero se hace mucho más fácilmente si utilizas una manga pastelera y rellenas con ella los moldes. Yo, normalmente, uso moldes para magdalenas y los introduzco en unas bandejas de silicona preparadas para muffins, así no se me abre el molde y mantiene perfectamente la forma. Una amiga que utiliza los moldes para trufas pone dos moldes juntos y me ha dicho que se mantiene muy bien.

   Mientras, precalentamos el horno a 180º arriba y abajo. Una vez haya alcanzado la temperatura, introducimos la bandeja en el horno a media altura con calor arriba y abajo y dejamos unos 15 minutos, y 2 o 3 minutos más con calor sólo arriba.

   Sacamos y cuando se enfríen espolvoreamos con azúcar glass.

   ¿A qué parece fácil? Pues no sólo lo parece sino que lo es. Y además ideal para hacer con los niños que se lo pasan en grande cacharreando y metiendo las manos en la masa.

   Imaginaos qué regalo más bonito y personal podéis hacer estas Navidades con muy poquito esfuerzo.







domingo, 27 de noviembre de 2011

TRENZA DE HOJALDRE y dos fabulosos premios

  

   Existe una parte de la población femenina, en la que me incluyo, que se siente especialmente orgullosa cuando compra algo muy baratito. Una conversación muy  frecuente en este tipo de mujeres podría ser ésta: 
  • Chica, estás moníiiiisima con ese vestido tan bonito.
  • ¿Verdad que sí?, pues no te puedes imaginar lo que me ha costado
  • No, ¿Cuánto?
  • Pues sólo “taitantos” euros.
  • Ohhh,!!!!, Ahhhhh!!!! No me lo puedo creer!!!!  Vaya chollazo!!!! 

  Éstas y multitud de exclamaciones más de ese tipo se suceden, para orgullo y regodeo de la afortunada compradora. Eso sí, siempre con alguien que te cae bien porque si no, la conversación toma otro cariz, y vendría a desarrollarse más o menos así: 
  • Y ese vestido…? (Imagínese a la susodicha levantando la ceja y con tonillo de envidia recalcitrante.)
  • Pues ya ves. A veces tenemos que darnos algún caprichito. Era prohibitivo, pero mi marido insistió y no me pude resistir.
  •   
 Y te quedas más ancha que larga.

 Pero éstas son las menos veces. La verdad es que lo que más nos gusta es que se nos reconozca como excelentes compradora e iconos de la moda “prêt à porter”.

Antes de que alguien me pueda decir que no he contado con los hombres en esta historia, les voy a conceder una parcelita de protagonismo, que luego se me enfadan. El tema sería algo como esto: 
  • Hola “Fulanito”, mira que pedazo de reloj me he comprado.
  • Chulíiisimo tío. ¿Te ha costado muy caro?
  • Pues no, la verdad, estaba bien de precio.
  • Que guay. ¿Has leído en el periódico que la prima de riesgo de Grecia, tatatá, tatatá ... 
Y aquí se termina todo. No hay color, ¿eh?





Salvando las distancias, esto es algo que podemos extrapolar al ámbito gastronómico. Resulta tremendamente halagador, cuando realizas un plato que no te ha costado ningún esfuerzo y a la gente le encanta.



En estos casos, escucharíamos:
  • Ayyyy Laly, que cosa más rica…. Vaya manos que tienes…
  • Pero nena… si esto se hace en cinco minutos, es superfácil…
  • Eso lo dices tú, que sabes hacer de todo, pero yooooo…
  • Que sí mujer, que sí, no te equivoques, que esto lo hace hasta un niño pequeño. 
   (Tengo que decir en su descargo que aquí los hombres son mucho más expresivos. De hecho,  algunos  son mis fans nº1 y no dejan de honrarme con sus halagos)
 
   Todo esto para introduciros en mi fabulosa experiencia con las trenzas de hojaldre. Lo vi por primera vez en el blog “Las flores de Florelila” y a pesar de que Toñi nos contó que las había hecho su hija (con fotos preciosas que daban fe del hecho), yo no confié plenamente en mis capacidades artísticas y ni lo intenté.

   Pero hace poco tiempo, volví a ver la receta en el blog de Raquel “Colecciona recetas” y ya me picó la curiosidad. Después de hacerle varias consultas, a las que me respondió con todo el cariño del mundo, me animé, me lie la manta a la cabeza y la preparé para homenajear a Esperanza, amiga y compañera de trabajo, que celebraba su cumpleaños. Le encantó (aunque las de Toñi y Raquel estaban mucho más bonitas)

   Ellas las preparaban con crema de cacao (Nocilla o Nutella, lo que más te guste), pero podéis imaginar que las posibilidades son infinitas. El hojaldre está bueno con todo, dulce o salado, es cuestión de echar imaginación al asunto.


MENUDO DESCUBRIMIENTO!!!!!





   No resulta fácil, no. Es menos que fácil, es facilísimo y lo mejor de todo es que quedas como una auténtica reina (o rey) en menos de 30 minutos (y 20 son de horno). Así que, preparados, listos y yaaaaa… quiero ver a todo el mundo horneando estas deliciosas trenzas de hojaldre. 

INGREDIENTES:
  • Una plancha de hojaldre (mejor si es rectangular, así no tienes que andar recortando. Las mejores son las del Lidl)
  • Nocilla o Nutella o crema de cacahuetes, o frutos secos con crema pastelera, o … lo que se te antoje.
  • Azúcar glass para espolvorar.
  • Yema de huevo para pincelar. 

PREPARACIÓN:

   Exactamente lo que veis en el cuadro de abajo. Extendemos la capa de crema sobre el rectángulo de hojaldre y a continuación hacemos con un cuchillo unos cortes en oblicuo hasta llegar a la crema.


  

   Comenzamos a trenzar, doblando en primer lugar la parte de arriba del hojaldre para así cerrar la trenza y luego vamos montando una tira de un lado sobre la crema y una tira del otro lado sobre la tira anterior y así sucesivamente hasta terminar con el hojaldre. La trenza la cerraremos por la parte de abajo igual que hemos hecho por arriba.



   Pincelamos con huevo batido. Mientras hacemos la trenza habremos calentado el horno a 200º y cuando alcance la temperatura bajamos a 180º y metemos la bandeja del horno a media altura. Dejamos hornear durante 20 minutos y si no se ha tostado mucho podemos subir un poquito la bandeja hasta que quede a tu gusto.

Y ya está. ¿Qué os parece? 



Como he comentado antes, esta preparación admite multitud de rellenos.
En este caso rellené el hojaldre con queso de untar a las finas hierbas, salmón, queso de cabra y alcaparras.

La próxima que tengo en mente irá con una bechamel espesita, champiñones, puerro y pollo.

Y por ahí tengo una crema de caramelo y un crocanti de almendras que creo que será nuestra próxima merienda.
¿O la haré con la crema de castañas que tengo reservada para las navidades?, ¿qué tal con manzana y canela?

Ayyyy, que estrés!!!!

   A riesgo de parecer más pesada que una vaquita en brazos quiero aprovechar esta entrada para dar las gracias a dos blogueras maravillosas que me han obsequiado con unos premios preciosos y sobre todo con su cariño y reconocimiento.
 
   Éstas son:
    Nieves del blog "Igloo Cooking", del que soy una de sus cientos (o miles) de fans nº 1, por su simpatía, su creatividad, su cercanía... y sobre todo, porque está riquísimo todo lo que hace. 
  Isabel del blog Lamboadas de Samhaim al que he conocido gracias a este premio y al que ya me estoy enganchando pues estoy encontrando ideas muy interesantes y recetas exquisitas.
   Cuando empecé con esto del blog no sabía en qué consistían estos premios. Por lo que he ido deduciendo es una forma de que nos vayamos conociendo todos y a su vez permitir que otras personas nos conozcan. Así que ahora yo tendría que premiar a otra serie de blogs que me gustasen.
 
 
   Pero me encuentro con un serio problema. Por un lado, la mayoría de los blogs que sigo no participan en estas cadenas de premios y por otro, no sería capaz de nombrar sólo a diez. Tendría que estar una semana dedicándome a premiar, porque para mí todos los blogs que sigo tienen algo especial.
 
 
  
   Se me ocurre una solución intermedia. En cada entrada nombraré un blog, en el que explicaré qué es lo que destacaría de él. Así seguro que no se me queda nadie en el tintero, sería algo que no me perdonaría.
 
 
  
   Gracias chicas por acordaros de mí y gracias a todos los demás por aguantar la perorata, creo que cada vez voy a peor, jajaja
  

      Besitos


miércoles, 16 de noviembre de 2011

CREPES RELLENOS DE REQUESÓN Y ESPINACAS


   Vaya mes de noviembre más poco productivo que estoy teniendo. Entre el cumpleaños de la pequeña, los exámenes de la grande, los cambios de ropa en los armarios (mi mayor pesadilla, junto con la plancha...), los cumpleaños de los amiguitos, los acontecimientos familiares... Eso, sin contar con la vorágine del día a día, del trabajo a las actividades extraescolares; mientras hacen Kárate, a la compra y de allí a preparar la comida del día siguiente y... ayyyy, que se me quema la cena, y ¡MAMÁAAAA, QUIERO SALIR DE LA BAÑERA!!!!!! y ... y... ¿y mi marido, pobre mío, dónde lo habré dejado?

   Cómo, a veces, tengo la sensación de que a mi Manuel (mi santo, como diría Elvira Lindo al referirse a Antonio Muñoz Molina) lo voy desplazando poquito a poco, el otro día me propuse sorprenderle con un plato muy especial. Tenía en casa espinacas y requesón a punto de caducar, ya sabéis que utilizar ingredientes "in extremis" es mi especialidad (quizá ya estuviera caducado, pero muy poquito ¿eh?). Y recordé un plato que preparaban en un restaurante italiano que frecuentábamos cuando estábamos solteros, los manicotti con requesón y espinacas. Deliciosos, desde entonces no los había vuelto a probar. Luego caí en la cuenta de que a la que le gustaban era a mí, pero bueno, eso es anecdótico, lo realmente importante es que lo iba a preparar en su honor.








   Cuando nos disponíamos a cenar y, aquí el cónyuge, carnívoro declarado, vió lo verdecito que era el relleno, no se le ocurrió otra cosa que decirme:

- "Bueeeenooooo, la verdaaaaaaadddd... me había hecho ilusiones esta noche de cenar hamburguesa con patatas...."

   A lo que yo respondí: "GRRRRRRR....." (sin acritud, que conste....) y envolví con mucho cuidadito mis manicotti, los metí en el frigo y me dispuse a pelar patatas a fin de compensar el abandono al que se había visto sometido estos días atrás.

   Al día siguiente, vamos a comer, saco la bandejita del frigo y me dice "Vaaaayaaaa, y a mí que me apetecía ese restito de fabadita que quedó del otro día". Vuelta la bandejita al frigorífico, calentamos la fabadita y yo bien calladita por que si hablo,  reviento.

Llega la hora de la cena, me remango y le planto el platito con el manicotti de las narices. Lo prueba... Se le ilumina la cara y me dice "Pero bueno, que cosa más rica, esto está de vicio, ¿Cómo no lo has hecho antes?" y lo devoró y repitió y me pidió más al día siguiente...
   ¿A qué pensábais que esta historia no iba a tener final feliz? Pues sí que lo tuvo, y yo más contenta que unas pascuas...

   Esta vez los hice como lo preparaban en el restaurante, con crepes, pero esta receta se puede elaborar perfectamente con pasta para canelones. Iba a intentar explicar en esta entrada la diferencia entre canelones y manicotti, pero como, en mis concienzudas labores de investigación, no lo he visto muy claro, mejor dejo el título como está, crepes con espinacas y requesón, que voy a conseguir que mi madre me desherede por hija plomazo.

   Chusa, a lo mejor tú nos puedes dar alguna orientación al respecto. Dejo la pelota en tu tejado, con todo mi cariño.

¿Que todavía no he puesto ni siquiera los ingredientes? Pues allá van.

INGREDIENTES

Para los crepes

250 gr. de harina
4 huevos
50 gr. de mantequilla
1/2 litro de leche
Una pizca de sal

Para el relleno

1 bolsa de espinacas frescas o un paquete de espinacas congeladas.
200 gr. de requesón
Piñones, pipas, nueces picadas... (lo que tengáis a mano).
Queso rallado.
Aceite.
Sal y pimienta.


Para la bechamel 

  • 500 gr. de leche

  • 50 gr. de harina

  • 50 gr. de mantequilla

  • 1 cucharada de aceite

  • Sal, pimienta y nuez moscada




  • PREPARACIÓN
       Para hacer las crepes, derretimos la mantequilla en el microondas y mezclamos en un bol la harina, la sal, la leche y los huevos, batiendo bien para no dejar grumos (usad la batidora sin pudor).
       En algunas recetas podréis ver que dejan una hora de reposo. Yo no lo hice y quedaron estupendas.
       Ponemos un poco de aceite en una sartén antiadherente, dejamos que se caliente a fuego medio-alto, removemos bien la masa y vertemos un cucharón en el centro de la sartén. Movemos rápidamente de forma circular, para que se distribuya por toda la sartén y esperamos unos minutitos hasta que se dore por abajo. Cuanto más finitas hagáis las crepes, más ricas están. Le damos la vuelta con cuidado (yo utilizo la espátula y un tenedor) y doramos por el otro lado.

       La primera crepe que sale es horrible. No os preocupéis, pasa siempre, luego van mejorando y la última dan ganas de enmarcarla. Nos comemos la fea a pellizcos mientras hacemos las otras y así no quedan huellas del estropicio.

       Una vez doradita por ambos lados, la sacamos de la sartén, la colocamos en un plato, limpiamos la sartén, echamos otro poquito de aceite y repetimos el proceso hasta acabar con la masa.
       Insisto, podéis utilizar canelones, es mucho más rápido, aunque a mí me gustan más así.

       Preparamos el relleno de la siguiente forma:

       Si hemos comprado las espinacas frescas, cocemos con un poco de agua con sal. Si van a ser espinacas congeladas, pues... descongelamos. Sofreímos una cebolla mediana y un par de dientes de ajo, rehogamos con las espinacas, añadimos los frutos secos,  el requesón y el queso rallado y le damos unas vueltecitas para que se integre todo. Reservamos.
      
    Preparamos la bechamel

       Por el método tradicional, calentamos la mantequilla en una cacerola, añadimos la harina de golpe, retiramos del fuego y removemos intentando quitar los grumos (o con la batidora). Calentamos un poco de leche y la incorporamos a la harina, volvemos a poner al fuego y vamos añadiendo leche poco a poco mientras batimos con unas varillas hasta que hayamos empleado toda la leche. Añadimos sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

       Preparación en thermomix. Ponemos en el vaso todos los ingredientes. Programamos 8 minutos, 90º y velocidad 4. Si vemos que queda poco espesa, programamos unos minutos más.

       Por último, (síii, ya termino...) extendemos el relleno en cada una de las crepes, envolvemos dando forma de rulito y colocamos en una bandeja. Vertemos la salsa bechamel sobre ellas y espolvoreamos con queso rallado (yo suelo usar mozzarella o cuatro quesos) y metemos al horno para gratinar.




       ¿Qué os parece? ¿A qué tiene buena pinta?










    domingo, 6 de noviembre de 2011

    HALLOWEEN Y DÍA DE LOS SANTOS 2011



       Ésta va a ser una entrada un poco particular. Cómo veis voy con una semana de retraso, soy incapaz de organizarme con tiempo para las celebraciones y al final termino haciéndolo todo de prisa y corriendo a última hora. Pensaba no subir todavía estas fotos al blog, quería esperar a que llegara un momento más adecuado puesto que ya ha pasado Halloween y la festividad de todos los Santos. Pero por aclamación popular (vamos, mi hermana y mi tía) se ha decidido que suba las fotos al blog y más adelante prepare las respectivas entradas con las recetas. Están impacientes por enseñárselas a sus amigos y compañeros de trabajo y yo... me dejo querer.


    ¿A que nos quedaron chulas?



       No tengo intención de participar en el debate Halloween versus Día de los Santos. Creo que puede haber sitio para todos. En mi caso, me gusta cocinar y me gusta que mis hijas se diviertan y disfruten y conjugando estas dos necesidades pasamos un puente de todos los Santos fabuloso. Estuvimos la tarde del sábado comprando los ingredientes para preparar los dulces y alguna que otra guirnalda "monstruosa" para la decoración. El domingo por la mañana me metí en la cocina a hornear y no salí hasta las 6 de la tarde, que vino mi amiga Marta a enseñarnos a decorar galletas.

    ¡Que paliza me di!


       ¡Que manos tiene! ¡y qué paciencia! Nos reunimos Marta, Candela (mi hija mayor) con una amiguita y yo y Marta nos fue explicando paso por paso cómo dar forma a monstruos pavorosos con sólo glasa coloreada. Fue muy emocionante ver salir Frankestein de todos los colores y tamaños, glamurosas telas de araña, ojos saltones de vivos colores, lápidas modernistas, momias y aliens varios e incluso un conde drácula con una cara de triste, el pobre...



    El antes y después de Marta y Candela: primero superconcentradas y después, la cara de satisfacción por el deber cumplido (y lo rica que estaba la galleta)


       Lo pasamos en grande. Al día siguiente merendamos con un grupito de amigos y fueron en pandillas, todos disfrazados, a pedir caramelos a los vecinos. Las galletas volaron, de los bizcochos dieron buena cuenta, aunque sobraron un par de pedazos, ya no podíamos comer más. Y lo más importante de todo, los niños disfrutaron de lo lindo y los padres más aún sólo con verlos.



    Fijáos como un simple bizcocho cuatro cuartos puede convertirse en una maravillosa calabaza de Halloween



    Esta terrorífica Tarta Cementerio en realidad es una bica gallega cubierta de chocolate y galletas oreo muy desmenuzadas y decorada con malignas chucherías.



       Al día siguiente, festividad de todos los Santos, vino la familia a comer a casa. Días antes habían llevado flores a los abuelos y ese día lo pasamos tranquilamente en casita haciendo buñuelos. Era una gozada verlos mientras se freían, dándose solitos la vuelta y dorándose. Preparamos las cremitas, los rellenamos y merendamos tan ricamente, todos juntos. Después empezamos a preparar las cosas para retomar al día siguiente el cole y el trabajo.

       Cómo veis, han sido días de "fusión": antiguas tradiciones enlazadas con celebraciones importadas, ambas con un mismo fin, reunirnos en familia o con amigos y disfrutar de la compañía y de la comida, por supuesto.


    Los buñuelos, con nata montada, crema pastelera y crema de chocolate. Riquísimos, deberían comerse durante todo el año.



      Prometo que las receta de las cositas de Navidad las colgaré antes de que llegue... Carnaval, jajajaja.