Estamos en época de calabazas.
Y a mí me encantan: en potajes, asadas, en tarta, bizcochos, flanes y como no, en deliciosas cremitas tan apetecibles ahora que va entrando el fresco.
Mis hijas ya tienen asumido que la crema de calabaza (o de verduras, si no tengo de ésta) se come, sí o sí. Pero cuando eran más pequeñitas, la pelea estaba servida en la mesa como si fuera otro plato más...
Hasta que descubrí lo emocionante que sería que fueran ellas solitas, de excursión al Bosque de los Cien Acres para que, junto con Winnie the Pooh y el resto de sus amigos, visitaran el huerto del Señor Conejo y compraran las deliciosas verduras con las que mamá (o sea yo) preparaba la cremita que se estaban cenando.
Entonces, primero Candela, luego Manuela y después las dos juntas, cogían su cestita con una rica merienda que mamá preparaba para todos y se dirigían al Bosque a comprar verduritas para la cena y de paso echaban una tarde fabulosa de juegos y comilonas con Winnie, Tigger, Piglet, Kangoo... Mientras su madre ( o sea yo), terminaba con la lengua seca porque nunca tenían suficiente y querían saber si además de merendar podían hacer una fiesta pijama e ir a la misma escuela que Christopher Robin, y si su amiga María podría ir con ellas, y porqué vivían cada uno en una casita solos sin su mamá, y que dónde estaban sus familiares y porqué Winnie llevaba camiseta pero no pantalones...
Y lo que empezaba siendo una idílica cena mientras mamá contaba un precioso cuento, pasaba a convertirse en una batalla porque terminaran pronto de cenar, porque luego había que ponerse el pijama y lavarse los dientes y volver a contar otro cuento en la camita y... mamá ya está cansadita, chicas, por favor, tened un poco de consideración...que llevo levantada desde muy temprano... Manuela termina de comerte la mandarina.... Candela no te comas la mandarina de tu hermana... Mañana os preparo macarrones y seguro que no dais tanta lata... Si es que esto de las verduras no puede ser sano...Aaayyy, que la que se va a ir al Bosque de los Cien Acress soy yo, aunque sea una semanita, a ver si el aire puro me relaja un poco.
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Mirad que hermosas calabazas encontré el otro día en un restaurante. Los camareros me miraban un poco extrañados cuando me puse a hacerles fotos, pero es que eran todo un espectáculo. |
Bromas aparte, en casa nos gusta muchísimo. La preparo muy frecuentemente con las verduras que tengo en casa y por supuesto, si tengo calabaza ni me lo pienso, un trozo va para el bizcocho y otro para la crema...
Ahí va la receta, no puede ser más sencilla.
INGREDIENTES
(Ay, la verdad es que nunca he pesado las cantidades, así que hoy toca receta de trozos y trocitos)
- Un par de trozos de calabaza (normalmente, media de las de forma de pera)
- 3 zanahorias
- 1 calabacín
- 1 puerro
- 1/2 cebolla
- Mantequilla o aceite de oliva para pochar la verdura
- Sal y pimienta
- 50 gr. de nata o cuatro quesitos o tranchetes
PREPARACIÓN
Ponemos a calentar el aceite o la mantequilla y rehogamos las verduras troceadas (no es necesario hacer trozos pequeños).
Salpimentamos, vertemos la cantidad de agua que veamos oportuna, en función de si la queremos más o menos espesa, y añadimos los quesitos. Si en lugar de quesitos vamos a poner nata, yo la pongo al final, justo antes de batir las verduras.
Dejamos cocer hasta que las verduras estén blanditas. Yo la hago siempre en la olla rápida, por lo que en cuanto la pesa ha subido, apago la vitrocerámica y con el calor residual que va quedando es suficiente.
Una vez que haya terminado la cocción, echamos la nata si no hemos puesto quesitos y batimos hasta que se haga un puré...
Y bebéis bastante agua, porque el cuento del huerto del señor conejo os puede dejar listos...
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Fijaos que puesto de calabazas trajo mi amiga Chusa hace un tiempo a su Lareira. Se me quedó grabado en la retina y creo que no le importará nada que os la traiga aquí hoy. Ella preparó un riquísimo arroz cuya receta podréis ver si pincháis aquí. |